Estimado Señor
Director:
Sería para mí un
honor, que Usted aceptara publicar mi carta, en su prestigioso Diario.
Desde el 11 de junio
de 2017, estoy privado de mi libertad. Me fue leída una citación del Juzgado
del Juez Rafecas, por hechos ocurridos el 10 de julio de 1976 cuando, como
subteniente recién egresado, concurrí con el Regimiento 6 de Mercedes, al
intento de rescate de un secuestrado. En ese episodio murió uno de los
cancerberos (el resto huyó por los fondos de la imprenta y cárcel del pueblo) y
hallamos a Roberto Echegoyen, vicecomodoro que, en poder del ERP, llevaba 72
días encadenado a un catre.
Su cadáver pesaba 40
kg.
El 12 de junio me
trasladaron a Comodoro Py. Se me hizo saber de varios testimonios en mi contra,
aportados inicialmente, por un supuesto soldado conscripto.
Desde el 13 de junio
de 2017, permanezco detenido en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo, junto a
115 integrantes de las fuerzas armadas, de seguridad, policiales,
penitenciarios, civiles y ex funcionarios judiciales (de los 2288 procesados de
los llamados de "lesa
humanidad", que hay en todo el país, de los que 417 han muerto en
cautiverio y sin condenas).
Fui llevado a la sede
del Juzgado una vez -siempre esposado- donde Ana, una empleada del mismo que me
tomaba declaración expresó que "en el armado de mi causa...",
a lo que le pregunté qué significaba esa frase en términos jurídicos, lo que no
me pudo responder con claridad.
Cuando se intentó el
malogrado rescate, hace más de 41 años, era menor de edad, más chico que mis
soldados. Era el más joven y con menos
jerarquía de los 25 oficiales de mi regimiento. No participaba en ninguna
decisión, diseño de planes, o resoluciones militares, políticas o económicas.
A pesar de tener ocho
hijos -uno de ellos que padece autismo -y ocho nietos, me han negado la
excarcelación.
Desde la baja del
ejército en 1988, me desempeñé en infinidad de tareas laborales y académicas de
importante exposición pública. Toda esa vida fue hecha añicos. ¿Servirá para
algo?
Mi defensa descubrió
que en el listado oficial de ciudadanos
que prestaron su servicio militar en el RI6 de Mercedes -listado
proporcionado por el propio Juzgado- no
figura el soldado denunciante. También nos sorprende que una de las
personas que testimonia en mi contra, afirma "estar orgullosa de haber
tenido como prisionero de guerra en su casa, al vicecomodoro
Etchegoyen...". ¿Será justicia?
Agradezco a Usted la
gentileza de publicar mis líneas.
Le saludo a Usted con
mi consideración más distinguida,
Martín
Sánchez Zinny
DNI 12.150.721
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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