Un nuevo y cruel
atentado terrorista ha sumido a Barcelona en particular y al mundo civilizado
en general en un estado de conmoción y dolor. Las voces de solidaridad son
unánimes. Los argentinos comprendemos al pueblo catalán, podemos hablar con
autoridad y experiencia sobre el terrorismo. Lo hemos sufrido en carne propia
desde los 60. Cientos de atentados de las organizaciones que operaban al margen
de la ley troncharon la vida de miles de víctimas inocentes. Pero,
lamentablemente, una perversa tergiversación de la historia y la justicia ha
transformado aquellos asesinos en unos inofensivos jóvenes idealistas y
nuestras autoridades les rinden homenaje junto a líderes mundiales arrojando
flores al Río de la Plata. Seguramente
somos el único país del mundo que privilegia con cargos públicos, dinero e
impunidad a los terroristas que se alzaron en armas contra la Nación y
encarcela violando toda norma de derecho a quienes los combatieron. Nuestros funcionarios aparentemente ignoran
que gracias a las Fuerzas Armadas ejercen cargos en un gobierno democrático.
Presidntes Obama y Macri rindiendo homenaje a terroristas |
Juan
Manuel Otero
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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