viernes, 1 de marzo de 2019

¡YA ESTÁ BIEN!


A propósito de las reflexiones que nos hiciera llegar el señor Contraalmirante de I.M. Carlos Wartjes, nos ha llegado una excelente nota escrita por un periodista español y su opinión sobre lo que está ocurriendo en España y cuya oración más destacada cierra la misma.


¡YA ESTÁ BIEN!
Hermann Tertsch
@hermanntertsch
Actualizado: 22/02/2019 00:42h

El antifranquismo se ha convertido en una peste moral en España.

E
l Rey de España, el Jefe del Estado, habla para la Asociación Mundial de Juristas sobre el imperio del derecho. Todos los medios y políticos se hacen eco emocionado. Todos de acuerdo. Saben que la única alternativa a la supremacía incondicional de la ley es el caos primero y después la guerra. Los españoles deberíamos saberlo todos. Deberíamos. Lo cierto es que, mientras Felipe VI defendía el imperio de la ley, los golpistas juzgados se ciscaban en ella y no solo ellos. Porque los familiares y amigos de un anterior jefe del Estado tenían que tomar acciones inauditas para defender la ley. Abogados advertían en burofaxes a funerarias y obreros que de obedecer ciertas órdenes del actual jefe de Gobierno, incurrirían en un grave delito que podría llevarlos a la cárcel para años. Nadie ha confirmado la inminencia de la acción pero sí los preparativos para incumplir la ley, ignorar al Supremo, asaltar una basílica con su extraterritorialidad, atropellar a los monjes titulares del recinto sagrado, profanar la tumba, sacar al cadáver momificado y llevárselo en contra de la voluntad de la familia del muerto y nadie sabe a dónde. Los medios izquierdistas aseguran que Sánchez está dispuesto en campaña a lo que no hacen ni las tribus más bárbaras en guerra. El innoble espectáculo de la profanación oficial de la tumba de Franco debería asquear y avergonzar a todo español de bien.

El Valle de los Caídos, Francisco Franco ordenó su construcción, y está enterrado allí junto con 33.873 combatientes en la guerra civil de ambos bandos… es un recordatorio de la sangrienta guerra civil española.

Tenemos en España un problema serio a afrontar si no queremos destruir la convivencia para mucho tiempo. Porque es una ya insufrible perversión que ciertos españoles se conviertan en ciudadanos inferiores y públicamente vejados por tener recuerdos y opinión sobre el pasado de España que difieren de lo que pregonan las fuerzas que perdieron la guerra civil. En los pasados 40 años se ha permitido, por cobardía, pereza, codicia, indolencia, intereses bastardos y falsedad, que se impusiera como cuasi oficial una versión falsaria, mezquina, sectaria y tramposa de nuestra historia reciente. Y se ha tolerado que todo el que discrepe pase a sufrir represalias aunque defienda no ya opiniones sino hechos irrebatibles. Así se criminaliza a todo el que no acepta la falsaria mitología de comunistas y socialistas del siglo XX. Quienes saben la verdad callan para no crispar a quienes han impuesto la mentira.

Cierto, es la tumba de un jefe de Estado que no era democrático, era un dictador y tenía enemigos. Y ganó guerras y gobernó mucho tiempo e hizo prosperar a los gobernados y murió en la cama con reconocimiento. No, no es Felipe II. No es la cripta del Escorial la que se quiere profanar. De momento. Porque nadie dude de que, si se transige ante el fanatismo de la ignorancia y la revancha, les llegaría su turno. Se pretende tratar a Franco como si fuera un vulgar genocida cuando es el origen incontestable de la legalidad que nos ha dado 40 años de democracia. Y que se funda en un orden tras una guerra civil trágica cuya principal culpa es de todos, pero sí de alguien más, de los perdedores.

Ya basta de mentiras. Los programas especiales de televisión se harían mejor en Paracuellos que en el Valle de los Caídos. Franco fusiló menos de 4.000 condenados a muerte en 36 años. Habría algún inocente, pero pocos. Y a muchos culpables les conmutó penas y los trató al final con injusta deferencia. Son menos de la mitad de los inocentes fusilados por Lluis Companys. Y menos de la mitad de los inocentes asesinados por PSOE y PCE en Madrid en las semanas del otoño de 1936. Ya está bien de callar para no crispar con la verdad cuando quien está enfrente no hace otra cosa con la mentira[1].




NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.


[1] El Gobierno español aprobó el 15 de febrero de 2019 la orden para exhumar al dictador Francisco Franco de su actual lugar de enterramiento, el monumento del Valle de los Caídos, una medida a la que todavía se opone la familia. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) unificará el criterio ante la cascada de denuncias para paralizar la exhumación de Franco. El órgano ha emitido un comunicado en el que informa de que hay 17 procedimientos abiertos que reclaman la suspensión cautelar de la licencia administrativa del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos. Todas las denuncias están redactadas igual y se basan en un informe de la Fundación Francisco Franco.




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