A propósito de
las reflexiones que nos hiciera llegar el señor Contraalmirante de I.M. Carlos Wartjes, nos ha llegado una
excelente nota escrita por un periodista español y su opinión sobre lo que está
ocurriendo en España y cuya oración más destacada cierra la misma.
¡YA ESTÁ BIEN!
Hermann
Tertsch
@hermanntertsch
Actualizado: 22/02/2019
00:42h
El
antifranquismo se ha convertido en una peste moral en España.
E
|
l Rey de
España, el Jefe del Estado, habla para la Asociación Mundial de Juristas sobre
el imperio del derecho. Todos los medios y políticos se hacen eco emocionado.
Todos de acuerdo. Saben que la única
alternativa a la supremacía incondicional de la ley es el caos primero y
después la guerra. Los españoles deberíamos saberlo todos. Deberíamos. Lo
cierto es que, mientras Felipe VI defendía el imperio de la ley, los golpistas
juzgados se ciscaban en ella y no solo ellos. Porque los familiares y amigos de
un anterior jefe del Estado tenían que tomar acciones inauditas para defender
la ley. Abogados advertían en burofaxes a funerarias y obreros que de obedecer
ciertas órdenes del actual jefe de Gobierno, incurrirían en un grave delito que
podría llevarlos a la cárcel para años. Nadie ha confirmado la inminencia de la
acción pero sí los preparativos para incumplir la ley, ignorar al Supremo,
asaltar una basílica con su extraterritorialidad, atropellar a los monjes
titulares del recinto sagrado, profanar la tumba, sacar al cadáver momificado y
llevárselo en contra de la voluntad de la familia del muerto y nadie sabe a
dónde. Los medios izquierdistas aseguran que Sánchez está dispuesto en campaña
a lo que no hacen ni las tribus más bárbaras en guerra. El innoble espectáculo
de la profanación oficial de la tumba de Franco debería asquear y avergonzar a
todo español de bien.
Tenemos en España un problema serio a afrontar si
no queremos destruir la convivencia para mucho tiempo. Porque es una
ya insufrible perversión que ciertos españoles se conviertan en ciudadanos
inferiores y públicamente vejados por tener recuerdos y opinión sobre el pasado
de España que difieren de lo que pregonan las fuerzas que perdieron la guerra
civil. En los pasados 40 años se ha
permitido, por cobardía, pereza, codicia, indolencia, intereses bastardos y
falsedad, que se impusiera como cuasi oficial una versión falsaria, mezquina,
sectaria y tramposa de nuestra historia reciente. Y se ha tolerado que todo
el que discrepe pase a sufrir represalias aunque defienda no ya opiniones sino
hechos irrebatibles. Así se criminaliza
a todo el que no acepta la falsaria mitología de comunistas y socialistas del
siglo XX. Quienes saben la verdad callan para no
crispar a quienes han impuesto la mentira.
Cierto, es la
tumba de un jefe de Estado que no era democrático, era un dictador y tenía
enemigos. Y ganó guerras y gobernó mucho tiempo e hizo prosperar a los
gobernados y murió en la cama con reconocimiento. No, no es Felipe II. No es la
cripta del Escorial la que se quiere profanar. De momento. Porque nadie dude de
que, si se transige ante el fanatismo de la ignorancia y la revancha, les
llegaría su turno. Se pretende tratar a Franco como si fuera un vulgar genocida
cuando es el origen incontestable de la legalidad que nos ha dado 40 años de
democracia. Y que se funda en un orden
tras una guerra civil trágica cuya principal culpa es de todos, pero sí de
alguien más, de los perdedores.
Ya basta de mentiras. Los programas
especiales de televisión se harían mejor en Paracuellos que en el Valle de los
Caídos. Franco fusiló menos de 4.000 condenados a muerte en 36 años. Habría
algún inocente, pero pocos. Y a muchos culpables les conmutó penas y los trató
al final con injusta deferencia. Son menos de la mitad de los inocentes
fusilados por Lluis Companys. Y menos de la mitad de los inocentes asesinados
por PSOE y PCE en Madrid en las semanas del otoño de 1936. Ya está bien de callar para no crispar
con la verdad cuando quien está enfrente no hace otra cosa con la mentira[1].
NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
[1] El Gobierno
español aprobó el 15 de febrero de 2019 la orden para exhumar al dictador
Francisco Franco de su actual lugar de enterramiento, el monumento del Valle de
los Caídos, una medida a la que todavía se opone la familia. El Tribunal
Superior de Justicia de Madrid (TSJM) unificará el criterio ante la cascada de
denuncias para paralizar la exhumación de Franco. El órgano ha emitido un
comunicado en el que informa de que hay 17 procedimientos abiertos que reclaman
la suspensión cautelar de la licencia administrativa del Ayuntamiento de San
Lorenzo de El Escorial para sacar los restos del dictador del Valle de los
Caídos. Todas las denuncias están redactadas igual y se basan en un informe de
la Fundación Francisco Franco.
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