Cnl (R) Héctor Martínez |
Señora presidente y
miembros de este tribunal, aprovecho esta oportunidad que tengo de pronunciar
mis palabras finales antes que dicten su veredicto, aunque tengo la certeza que
mi sentencia ya está fijada, pero esto obra en mí como una catarsis, como un
cable a tierra y además son palabras que quedan grabadas y en el futuro cuando
alguien estudie estos temas y los analice con una visión amplia, pueda tener
una opinión más para evaluar.
Desgraciadamente lo
que expresé en mi última declaración en
este Tribunal donde critiqué a la Justicia Argentina por su accionar que me
hacia escéptico de sus justos resultados, en estos días quedan en evidencia,
quiere decir que algo de razón tenía.
Critiqué la falta de
independencia, que los lleva a guiar sus fallos por Políticas de Estado o
tensiones que producen diversos grupos de presión, y no guiados por el Derecho.
En esta coyuntura nacional actual queda en evidencia hasta para los más
neófitos, basta ver los medios de comunicación para observar lo lamentable del
caso.
Critiqué la falta de imparcialidad, ella está ausente y esto nos acerca al viejo axioma “Para los amigos todo para los enemigos ni justicia”. Queda en evidencia que el principio de igualdad ante la ley es víctima de un relativismo alarmante, para unos las causas proscriben, para otros no, y todo bajo interpretaciones jurídicas que luego son aplicados como jurisprudencia.
De la equidad ni
hablemos, si esta es interpretada como dar a cada uno lo que le corresponde o
se merece. A nosotros nos acusan de ser integrantes de una “patota”, término lunfardo que obra como descalificante, los
otros son “opositores políticos perseguidos”.
No es así nosotros éramos
integrantes de estructuras del Estado, con reglamentos, organización,
disciplina, jerarquías y compelidos por la llamada Justicia Militar, que estaba
en plena vigencia en esa época, no éramos un montón de desaforados como los
denunciantes y las fiscalías nos intentan calificar.
Los llamados
opositores políticos eran estructuras Políticas–Militares que intentaban
debilitar al estado para asumir el poder acompañados de acciones militares, en
el marco de una guerra revolucionaria, caracterización que no la hago yo como
imputado en esta causa, la misma fue explicitada por el TOF que en el 84 juzgó
a los comandantes militares. Estos grupos políticos militares actuaron tanto en
gobiernos democráticos como en gobiernos de facto y lo hicieron con estructuras
celulares, clandestinas mimetizados con la población y apoyados por Cuba todo
enmarcado en la llamada Guerra Fría.
Nos acusan de ser
instrumentos ejecutores de un “Plan
Sistemático de exterminio de opositores Políticos”. No eran opositores
políticos, eran estructuras políticas militares que paradójicamente en esos
años el Estado nos ordenaba
exterminarlos y ahora a más de 40 años ese mismo Estado nos condena,
como ejemplos podemos decir lo que ya conoce toda la ciudadanía, el Partido
revolucionario del Pueblo tenía el Ejército Revolucionario del Pueblo;
Montoneros tenía el Ejército Montonero y otros menores como el Partido
comunista Marxista Leninista tenía el Ejército Popular de Liberación. No
mencionaré las acciones de estos grupos armados porque ya todos las conocemos.
Yo creo que ahora
existe otro Plan Sistemático y es el de Venganza, iniciado por el gobierno
anterior y continuado por el actual, y que lo padecemos los mal llamados presos
de Lesa Humanidad.
Este “Plan Sistemático de Venganza” es un plan
porque tiene objetivos: venganza, conveniencia política y también beneficios materiales para algunos,
es Sistemático porque se da en todo el país y es articulado por el Ejecutivo
Nacional quien lo planificó y lo impulsa, el Judicial que es quien lo ejecuta y
la prensa que lo apoya.
Dicen actualmente, que la justicia en estos años
tiene que enfrentar varios tipos de causas, una las de corrupción pública y/o
privadas, a estas causas varios sectores le rehúyen, basta ver lo informado por
los medios de comunicación en estos últimos días. Otras causas son las de
narcotráfico, no son las más saludables para los magistrados, operan casi
siempre sobre el chiquitaje. Los más rentables son los llamados de Lesa
Humanidad, es como ir a cazar dentro del zoológico, además son explotados ante
sectores de la opinión pública colocándose como justicieros de la patria,
además desde el punto de vista profesional son rentables dentro de la justicia.
Las penas que nos
imponen son verdaderas penas de muerte, Somos la mayoría mayores de 70 años y
cuanto es la expectativa de vida de un ser humano en estos lugares, 80/85 años
por lo tanto son más crueles e inhumanos que las viejas penas de muerte por
ejecución ya que en esos solo se sufría un momento, mientras que en estos, el condenado
debe sufrir una larga agonía hasta que el fin de la vida biológica se lo lleva,
haciendo sufrir también a quienes lo rodean. Es cruel e inhumano más aún cuando
la Constitución Nacional dice que las penas
son para resocializar al convicto
y no para vengarse o hacerlo sufrir.
Por último, reitero
lo que ya he dicho en todas mis declaraciones, yo no participé en el delito que
me atribuyen, basado solo en declaraciones parciales, y tardías de los que me
denuncian.
Encomiendo mi suerte
a la Providencia Divina y me encomiendo a Dios, el cual preside esta sala en
ese crucifijo, quien es la fuente de
toda razón y justicia según el preámbulo de nuestra CN poseedor de la verdadera
Justicia para los creyentes.
FUENTE: https://prisioneroenargentina.com/index.php/2019/05/27/un-soldado-frente-a-la-cruz/
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
NOTA: Las imágenes no corresponden a la nota original.
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