"Pondrá en pie, según la fórmula de Juan
Claudio Lechín, 'un caudillismo
mesiánico basado en la delincuencia', una dictadura narco-populista".
Laurence Debray
mesiánico basado en la delincuencia', una dictadura narco-populista".
Laurence Debray
Las multitudinarias
manifestaciones del sábado (24/08/2019) encendieron luces rojas en el tablero
de control del Frente de Todos, que esperaba un paseo tranquilo y triunfal
hasta octubre. Rápidamente, el Instituto Patria ordenó a Alberto Fernández que
dinamitara el tácito acuerdo que lo vinculaba a Mauricio Macri para mantener la
calma en la economía hasta las elecciones; el candidato, obediente, dejó de
lado su disfraz de estadista y salió a incendiar la pradera, aún a costa de
dejar la tierra arrasada.
Bastaron unas
frases falsas suyas el lunes para que, otra vez en menos de quince días, todo
volara por el aire. Con el sablazo que implicaron sus dichos acerca del interés
del FMI en adelantar las elecciones expresado por sus funcionarios que nos
visitaban, nuevamente nos hizo retroceder al mismo tembladeral que se produjo
el 12 de agosto, cuando los mercados entraron en pánico por el triunfo de la
fórmula Fernández² en las PASO.
Esa repetida
reacción negativa, que llevó a otra escalada del dólar -que repercute instantáneamente
sobre la inflación- y del riesgo-país, muestra a las claras qué opina el mundo
respecto a la posibilidad de un retorno kirchnerista al poder. Y, sobre todo,
expone el enorme desprecio que esa banda de canallas siente por los sectores
más pobres de la sociedad.
La otra
maniobra de pinzas sobre la Casa Rosada la constituyeron las masivas marchas,
organizadas para conservar el abyecto dominio de la calle y comenzar la
agitación -de manual revolucionario- en busca de la destitución del Gobierno.
Gran cantidad de organizaciones movilizaron a una masa de pobres sodomizados
por sus dirigentes, que lucran con subsidios y planes de todo tipo; fue
patético escuchar a los asistentes entrevistados por canales de televisión, ya
que todos dijeron ignorar para qué estaban allí.
Se intenta
repetir así lo sucedido en diciembre de 2001, cuando se ahogó financieramente a
la administración de Fernando de la Rua, se ejecutó el “plan helicóptero” que costó tantos muertos y, poco después, se
concretó la devaluación asimétrica que se llevó todos los ahorros de los
argentinos.
Conociendo muy
bien a qué extremos de violencia está dispuesto a llegar el Foro de San Pablo
para recuperar en América Latina el poder para el “socialismo del siglo XXI”, y el apoyo militar y económico que recibe
de China, Rusia e Irán, tal como sucede con Cuba, Nicaragua y Venezuela, me
sorprendió la suave calificación de “autoritario”
con que Alberto Fernández describió al genocida régimen de Nicolás Maduro,
cuando ya sus crímenes se encuentran probados por el informe de Michelle
Bachelet, la inobjetable responsable de los derechos humanos en la ONU.
El Foro, el 28
de julio en Caracas, resolvió “apoyar al
movimiento popular de Argentina, que ha logrado conformar una alianza unitaria
en el Frente de Todos, . para enfrentar al macrismo”., el Nº 2 de la
dictadura, (Diosdado Cabello) advirtió a Alberto que no se crea que el elegido
será él puesto que los votos son de Cristina, y las FARC colombianas han
publicado su propio documento apoyándola.
Ambos temas
-FMI y relaciones exteriores- se concatenan porque los mercados voluntarios de
crédito internacional se encuentran cerrados, a cal y canto, para nosotros,
defaulteadores seriales. ¿A quién recurrirá el candidato, si llegara a
Presidente, para pedir dinero cuando necesite pagar las cuentas del populismo
que pretende reinstalar? Las opciones serán escasas: al Fondo será inútil
rogarle y ya sabe que su jefa y candidata a Vicepresidente no cuenta con la
simpatía de nadie. Su amenaza al mundo occidental de recurrir a China, además
de los conflictos que generará con nuestros actuales aliados, conlleva el
enorme riesgo de mayores exigencias por parte de Xi Jimping en materia de bases
militares y de materias primas, absolutamente indispensables para el gigante asiático
en su actual situación de guerra comercial con Estados Unidos y de
desaceleración de su economía.
Cuando ya se
ha comprobado que todos los activos argentinos (bancos, empresas, títulos,
etc.) valen la mitad que de lo que valían el 9 de agosto, cuando está muy claro
que serán Cristina Fernández y Carlos Zannini quienes gobiernen y nos lleven
sin escalas hacia el peor infierno, cuando sabemos que será inevitable la
impunidad de los ladrones, cuando un triunfo permitirá que los dueños del
narcotráfico regresen al poder, cabe preguntarse: ¿están locos tantos
argentinos?, ¿cómo no perciben esa realidad?, ¿cómo muchos, que han visto sus
fortunas licuarse en pocos días, siguen financiando este demencial proyecto?,
¿cómo privilegian una imposible tranquilidad en sus bolsillos sobre su futuro y
los de sus hijos y nietos?
El sábado
pasado, muchos dijimos que ¡sí, se puede! Se pueden conservar las instituciones
de la República, se puede respetar la Constitución y no modificarla, se pueden
garantizar la libertad de prensa y de cátedra, se puede mejorar el servicio de
justicia sin convertirla en militante, se puede meter presos a los ladrones y a
los corruptos, se pueden seguir combatiendo la droga y el delito, se pueden
hacer obras públicas sin monstruosos sobreprecios, en fin, se puede vivir en
libertad, ejerciendo nuestros derechos y respetando a ultranza los de los
demás.
Nada está
perdido, aún la batalla está por librarse. Pero, para triunfar, todos quienes
pensamos así deberemos trabajar arduamente, explicando a nuestros amigos y
vecinos qué se juega, exigiéndoles que vayan a votar, convenciendo a quienes
ejercieron el “voto castigoq” en las
PASO, fiscalizando las elecciones para garantizar su transparencia. La
Argentina que soñamos nos lo exige.
Bs.As., 31 Ago 19
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1@avogadro.com.ar
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!