Con indignación y vergüenza ajena después de
recorrer ayer y hoy los principales medios de comunicación social, observé que salvo muy pocas excepciones, la
mayoría ayer no hizo mención al Bautismo
de Fuego de las fuerzas de defensa
terrestres y aéreas, tampoco hoy conmemoran el hundimiento del querido Crucero A.R.A. Gneral Belgrano.
No observo banderas con crespones en mi lugar
de residencia, salvo en la casa de un camarada de la FAA y la mía.
Tampoco escuché al señor presidente de la
Nación recordar esos hechos históricos… tal vez yo haya tenido mala suerte en
mi búsqueda o tal vez los argentinos hemos
perdido el respeto por la historia y olvidamos a nuestros héroes que cumplieron
su fiel juramente de defender nuestra Bandera hasta perder la vida. Espero
ser yo el que no pudo encontrar esa conmemoraciones, caso contrario nuestra
república en vez de ir a la deriva… está escorando gravemente antes de irse a
pique.
Recuerdo que ese 2 de mayo de 1982, aproximadamente
siendo las 17:00 horas, y estando de guardia en la sala de situación del Comando del TOAS juntos a los señores
CFCN Alejandro J. Tierno (P. 93 ESNM) y CCIM Marcelo Valenti (compañero de
promoción) recibimos el primer GFH de uno de los destructores escoltas del Grupo de Tareas 79.3 (GT 79.3). Creo
que fue el Bouchard, su infome escuetamente decía que ambos destructores habían perdido contacto con crucero.
A partir de ese momento en el ánimo de todos
nos ganó el desconcierto, la incertidumbre y sin decirlo cada uno de nosotros
presentía una tragedia sin precedentes.
Esa noche no hubo noticias del Belgrano y su
tripulación… silencio total!
Al día siguiente al retomar nuestro puesto de
guardia en la sala de situación del TOAS, no había noticias del querido
Crucero. Aproximadamente a las 09:00 del lunes 3 de mayo, un avión Neptune de la Armada Argentina, avistó
en la zona una gran mancha de petróleo, pero la localización de las balsas
seguía siendo negativa.
Sin embargo, durante esa búsqueda de sector,
cerca de las 13:00, un suboficial desde un blister trasparente que el Neptune tenía en su morro, logró el contacto visual con las balsas.
Rápidamente se dio aviso a las demás unidades de búsqueda del avistamiento de
un gran campo de botes salvavidas que se extendía por aproximadamente dos
millas marinas (unos cuatro kilómetros a la redonda), y que se encontraban
cerca del destructor Piedrabuena.
A partir de ese momento se inición una operación
de rescate naval, que está considerada entre las más grandes de la historia en
combate. Se pudieron salvar 793
tripulantes, entre los que resultaban 23 fallecidos. Solo ellos saben lo
que fueron esas horas de sufrimiento, incertidumbres, frió y sobrellevar a los fallecidos.
La esperanza no los abandonó.
Después de su rescate y una vez de regreso al
continente, a los pocos días la revista Gente publicó la histórica
foto obtenida oportunamente por el señor teniente de fragata Martín Sgut (ya fallecido), no conocida
aún por la mayoría de las autoridades de la Armada.
Se armó un gran escándolo y sumario por medio,
se pudo encontrar al responsable (ya fallecido)… la había robado y vendido a la Agencia de Noticias Gamma.
Dios lo perdone… yo no lo pude hacer hasta el día de la fecha.
Hoy a pesar de que 323 camaradas perdieron su vida, celebro que la Armada rescatara a la mayoría de su
tripulación.
Honor y gloria al Crucero A.R.A. General Belgrano y su tripulación.
Tengo el orgullo de haber servido dos años en el Crucero Belgrano. El tronar de sus cañones de 5 y 6 pulgadas era música sacra para los artilleros. Está noble nave descansa en el fondo del Atlántico Sur.con sus.323 tripulantes como.custodio eterno de nuestra soberanía malvinera. Cl RE Juan Carlos Neves VGM
ResponderBorrarA esos 323 centinelas del Atlántico Sur, se le sumaron los 44 del submarino ARA San Juan. Que ellos estén en el fondo del océano y sus almas al lado de nuestro Señor!
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