Por Mario Cabanillas
Presidente del Centro de Estudios Salta
22 de marzo de 2020
Casi toda la opinión publicada y también la pública, ya por cobardía, perversidad o supina ignorancia, ha hecho suya la mentira de que el 24 de marzo de 1976 se inició una represión orquestada por los militares contra aquellos civiles que se rebelaron contra el gobierno surgido del golpe de estado.
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Ataque a la cárcel de Devoto 1974 |
Es que la del ’70 no fue una década fácil.
Inspirados y perturbados en la Revolución Cubana, en el Che Guevara y en el
fundamentalismo marxista, jóvenes acomodados de la clase media y alta,
organizados en bandas armadas (ERP y Montoneros), creyeron que estaban dadas
las condiciones objetivas para hacerse del poder y hacer la revolución. Esto es, establecer una dictadura
totalitaria clásica de estilo leninista. Jóvenes, y no tanto, que jamás fueron
demócratas.
En el caso de los Montoneros, consideraban
al sistema democrático como un simple instrumento para escalar al poder; del
que se debía prescindir una vez alcanzado éste. Enfrentados a Perón,
renunciaron a sus bancas en el Congreso y se presentaron como el Ejército
Montonero.
El ERP, por su parte, ni siquiera hizo el
intento de colocar a alguno de sus cuadros como legislador. Eran militares
puros; de allí que su actividad se ciñera exclusivamente al asalto de
cuarteles, toma de pueblos, secuestros, asesinatos, etc.; delitos ejecutados
principalmente por sus dos unidades militares: la Compañía de Monte “Ramón Rosa Giménez” y la Compañía “Decididos de Córdoba”.
En este mismo sentido, otro día para
considerar sería el 6 de septiembre de 1973, cuando el ERP asaltó al Comando de
Sanidad del Ejército en la Capital Federal. No habían pasado todavía cinco meses desde la asunción del gobierno
democrático. Luego el ERP copó la Guarnición de Azul.
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Presidente Juan Domingo Perón |
La reacción del presidente de la Nación,
Juan Perón, fue inequívoca y explícita al prometer: que “el reducido número de psicópatas que van quedando, sea exterminado uno
a uno para bien de la Republica”.
El
terrorismo marxista montonero y erpiano había declarado la guerra al gobierno
constitucional y este respondió; primero, con la represión ilegal ejecutada por
banda paramilitar dirigida por el ministro José López Rega (La Triple A) y,
luego, a través del decreto presidencial que ordenaba a las Fuerzas Armadas
aniquilar a la subversión en Tucumán. Con este
decreto el gobierno reconocía la guerra. Nadie
cuestionó dicho decreto.
El 24 de marzo como fecha principal de
efemérides en el calendario oficial tiene un principal objetivo: el consagrar
oficialmente la mentira de que no fue una guerra sino un genocidio y que la
represión comenzó con el golpe.
Fue durante la presidencia de Eduardo
Duhalde que el Congreso de la Nación Argentina dictó la ley 25 633, creando el
Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia; y fue durante la
presidencia de Néstor Kirchner que otra ley estableció la condición de feriado
de la fecha.
Que hayan sido presidentes peronistas los
que hayan establecido esa fecha no es casualidad. Es la mejor forma de borrar la actuación del peronismo en el poder
desde el 25 de mayo de 1973 al 24 de marzo de 1976. Pero fueron tan
miserables que eligieron el chivo expiatorio ideal: las Fuerzas Armadas. Que
ello signifique destruir una institución tan importante les importa un cuerno.
El 24 de marzo es cualquier cosa menos el
día de la Memoria, la verdad y la Justicia.
Y si
en verdad señores peronistas ustedes creen que en los ’70 hubo un genocidio
entonces, háganse cargo porque, nada más peronista que La Triple A.
¡¡SOLDADO,
NUNCA TE ARREPIENTAS NI PIDAS PERDÓN POR DEFENDER A LA PATRIA!!
NOTA: Las imágenes y destacados no
corresponden al artículo original.
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