Un amigo nos escribió con mucha sinceridad y nos contó que está leyendo el libro "Los secretos de La Tablada" (lectura que recomienda por su inmenso contenido histórico y que muy pocos conocen). En uno de sus pasajes, relacionando la planificación y posterior ataque al cuartel por parte del MTP con funcionarios del gobierno de aquella época, el autor hace referencia a Antonio Gramsci y a su particular enfoque del comunismo. Nos confiesa que si bien "en general", más o menos tenía la idea de lo que estaba leyendo, se desayunó de muchos aspectos específicos del pensamiento de este personaje que le ha hecho tanto daño a la humanidad.
El fin de semana pasado, estuvo compartiendo una mesa con amigos todos de nuestra generación, 60 abriles, sacó el tema a propósito (para comprobar si era el único que no conocía bien al personaje) y preguntó sobre Gramsci, su ideología y la proyección de sus ideas. ¡Oh sorpresa! Todos igual que él, sabían en general de que se trataba pero "hasta ahí nomás"; verbi gracia, todos más o menos en bolas, generalizando, pero sin saber explicar concretamente cual es el "misterio" de la famosa ideología gramsciana o eurocomunismo.
Es por eso que se le ocurrió copiar y enviarnos un pasaje del libro (con las debidas "citas" al pie de página para no caer en el plagio), y si nosotros lo creíamos acertado, teníamos otro tema para publicar y difundir.
Sinceramente lo consideramos muy apropiado, normalmente los argentinos somos de leer y hablar muy a la ligera, pocos son los que se dedican a estudiar el tema en profundidad… famosos por lo “verseros” que somos. Normalmente opinamos y defendemos teorías como si fuéramos expertos en el tema, y ni siquiera lo hemos estudiado debidamente. El que esté libre de culpa que arroje la primera piedra. Por ello le dejamos el párrafo del libre “Los Secretos de La Tablada. La Última Acción de la Guerrilla Argentina”, escrito por Sebastián Miranda, y que fuera presentado en el Círculo Militar el pasado 15 de marzo del corriente año.
Muchas veces hacemos referencia a Antonio Gramsci o a la teoría, cultura o
ideología “gramsciana”… pero, ¿qué sabemos
realmente de Antonio Gramsci y su
pregonada ideología? (1)
(Cualquier similitud con la Argentina actual es mera
coincidencia).
“Dentro del amplio espectro de la izquierda
existe una corriente de pensamiento que sigue las ideas de Antonio Gramsci, intelectual nacido en Cerdeña, Italia, en 1891 en
el seno de una familia pequeño-burguesa. Tuvo seis hermanos y todos vivieron en
la penuria económica, hecho que lo marcó para siempre. En 1914 se afilió al
Partido Socialista y comenzó su labor periodística. En 1921 se unió al recién
creado Partido Comunista Italiano. Al año siguiente fue elegido delegado
italiano en el Tercer Congreso Comunista Internacional celebrado en Moscú. Allí
conoció a Vladimir Ulianov (a) Lenín
y a quien sería su esposa, Julia Schucht. En 1924 volvió a Italia y fue elegido
diputado por el Partido Comunista Italiano. En 1926 fue detenido acusado de
incitación al odio y a la guerra civil. Fue condenado a 20 años de cárcel,
muriendo en una clínica de Roma el 27 de abril de 1937, a los 46 años de
edad. Durante su reclusión escribió numerosos artículos y reflexiones sueltas
sobre diversos temas que posteriormente fueron compilados y pasaron a formar
una obra conocida como “Cuadernos de la Cárcel ”. También
sostuvo una abundante correspondencia con su familia y amigos que fue
recopilada y publicada bajo el título de “Cartas
de la Cárcel ”.
El llamado “eurocomunismo”,
originado a mediados de los años ’70, es producto del pensamiento de Antonio Gramsci, que planteará a través
de sus obras las estrategia que deberían utilizar los comunistas para llegar al
poder.
Antonio Gramsci reflexionó sobre los resultados de la
revolución comunista en Rusia y
llegó a la conclusión de que no perduraría en el tiempo. Según sus
observaciones esto sería así porque gran parte de la población no estaba
convencida de la ideología marxista y adhería a ella solamente porque era
obligada por la fuerza. La teoría marxista plantea que para modificar la
sociedad primero hay que dominar todos los aspectos relacionados con la
economía (medios de producción, fábricas, bancos, eliminar el derecho de
herencia, etc.), la llamada “infraestructura”(2).
Como – según C. Marx – ésta
determina todo lo demás (lo político, lo cultural, lo religioso que forman la “superestructura”). Al cambiar la
infraestructura gradualmente se modificaría la superestructura. Antonio Gramsci, consideraba por el contrario,
que primero había que cambiar la
superestructura – especialmente lo cultural – ya que modificando la
mentalidad de la gente, haciendo que adhiera a las ideas revolucionarias, ésta
las aceptaría
y la revolución caería como una fruta madura. Estando la mayoría convencidos, perduraría. Para alcanzar esos
objetivos era necesario dominar todos
los mecanismos desde los cuales se transmiten ideas: medios de
comunicación, escuelas, universidades, oficinas públicas, incluso las
religiones. Era necesario ocupar puesto por puesto en lo que llamaba una “agresión molecular”: periodista por
periodista, maestro por maestro, escritor por escritor, radio por radio,
intelectual por intelectual, etc. Éstos debían, en un trabajo sutil, silencioso
y gradual, ir destruyendo las ideas que se oponen a las revolucionarias. A este
momento lo llamaba “destructivo”.
Simultáneamente debían transmitirse nuevas ideas, las de la revolución, que
reemplazaran a las destruidas. A este momento lo llamaba “constructivo”. Este trabajo de hormiga, gradualmente debía
producir el cambio de los valores, de la forma de pensar y de ver el mundo de
la población, lo que Gramsci llamaba
la “cosmovisión”.
El Padre Alfredo Sáenz explicó el pensamiento del ideólogo italiano de la
siguiente manera:
“(…) La revolución habrá de ser preparada
con tiempo, paciencia y cálculo de alquimista, desmontando pieza por pieza la
sociedad civil, infiltrándose en sus mecanismos, cambiando la mentalidad de la
mayoría (…) Debe destruir sus creencias y sus instituciones y debe corromper su
moralidad. (…) De ahí la importancia de ganarse a los intelectuales tradicionales,
a los que, aparentemente colocados por encima de la política, influyen
decisivamente en la propagación de las ideas, ya que cada intelectual (profesor,
periodista o sacerdote) arrastra tras de sí un número considerable de
prosélitos (…) Y algo más: lograr que los que se opongan o intenten oponerse al
orden nuevo, en especial los que denuncian su estrategia, sean reducidos al
silencio. Esto es fácilmente conseguible a través de los órganos de difusión
cultural; denigrar y ridiculizar a los que luchan contra la nueva cosmovisión,
como si se tratara de gente retardataria, cavernícola, etc. (…) Bastará su
marginación moral. (3) (…)”
El desarrollo de la ofensiva estará
centrado no en el aspecto militar sino en el intelectual, pero pueden
combinarse los dos si es necesario.
Podía demorar décadas, pero al estar la
gente convencida de este virtual lavado de cerebro, adheriría a las ideas
revolucionarias y éstas serían el resultado natural del proceso de cambio. Los
que se opusieran o no pudieran ser convencidos o comprados ya no serán
eliminados violentamente como planteaban Lenín
o Stalin, sino que serán marginados
moralmente. Bastará con que la opinión pública no les crea. Para ello serán
válidos todos los mecanismos de difamación posible, utilizando la mentira como
arma y el uso de motes despectivos para difamarlos. Naturalmente dentro de este
proceso, el lenguaje utilizado es cuidadosa e intencionalmente elegido.
Esta línea de pensamiento fue luego
continuada y profundizada por la
Escuela de Frankfurt que hizo hincapié en el
dominio de los medios de comunicación para destruir los valores tradicionales
de la población y reemplazarlos por los que responden a la revolución. (4)
Hoy en día estas variantes del marxismo son
las que predominan. El tradicional guerrillero al estilo de Ernesto Guevara, será reemplazado por
un intelectual que intentará cambiar la mentalidad de la población. Si el
guerrillero persiste, los intelectuales se encargarán de transformarlo en una
especie de superhombre. Si muere en combate será siempre heroicamente. La
historia de Ernesto “Che” Guevara es
un caso típico; se transmite su existencia como heroica cuando en realidad a lo
largo de su vida intentó imponer mediante la violencia una de las ideologías
más inhumanas que existen. Su muerte es presentada como mítica, cuando en
realidad murió fusilado tras rendirse al Ejército Boliviano. Ambas variantes, la violencia y el lavado de cerebro, podrán
combinarse pero nunca se luchará
solamente en el campo militar, el de las
ideas será fundamental, aún más importante que el militar”.
(1) Del libro “Los secretos de La Tablada – La última acción
armada de la guerrilla en la
Argentina ”, de Sebastián Miranda – CABA – Ed. Buen
Combate – 2012 (Pag 202 y ssgtes.).
(2) Para Marx, el hombre, al
tratarse de un ser puramente corporal, solamente actúa movido por el interés
material. De allí que lo material determina todo lo demás. La vida del hombre
es una constante lucha para obtener bienes materiales. Ello lleva a que existan
dos clases sociales, una que controla los medios de producción y para mantener
ese dominio establece un determinado sistema político, social cultural y
religioso y otra que es dominada. La lucha de clases, entre explotadores y
explotados, es el motor de la
Historia , la causa de los grandes cambios y procesos. Para
terminar con esta lucha será necesario eliminar
la diferencia de clases, esto es puntualmente el comunismo. Para lograrlo habrá que comenzar por controlar los
medios de producción.
(3) SÁENZ, Alfredo: “Antonio Gramsci y la revolución
cultural”, sexta edición, Buenos Aires, Gladius, 2000, pp. 35, 37,38.
(4) Fundada en 1922
en Alemania a instancias de la Internacional
Comunista. Iniciada por el húngaro Giorgi Lukacs luego sería
continuada especialmente por Teodoro Adorno y Herbert
Marcuse.
(1) Del libro “Los
secretos de La Tablada
– La última acción armada de la guerrilla en la Argentina ”, de Sebastián
Miranda – CABA – Ed. Buen Combate – 2012 (Pag 202 y ssgtes.).
(2) Para Marx, el hombre, al
tratarse de un ser puramente corporal, solamente actúa movido por el interés
material. De allí que lo material determina todo lo demás. La vida del hombre
es una constante lucha para obtener bienes materiales. Ello lleva a que existan
dos clases sociales, una que controla los medios de producción y para mantener
ese dominio establece un determinado sistema político, social cultural y
religioso y otra que es dominada. La lucha de clases, entre explotadores y
explotados, es el motor de la
Historia , la causa de los grandes cambios y procesos. Para
terminar con esta lucha será necesario eliminar
la diferencia de clases, esto es puntualmente el comunismo. Para lograrlo habrá que comenzar por controlar los
medios de producción.
(3) SÁENZ, Alfredo: “Antonio Gramsci y la
revolución cultural”, sexta edición, Buenos Aires, Gladius, 2000, pp. 35,
37,38.
(4) Fundada
en 1922 en Alemania a instancias de la Internacional
Comunista. Iniciada por el húngaro Giorgi Lukacs luego sería
continuada especialmente por Teodoro Adorno y Herbert
Marcuse.
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