La concordia
es un acuerdo, conformidad y armonía entre las cosas o las personas: “entre
hermanos ha de existir concordia.” Pacto o convenio entre litigantes: “llegaron a la concordia después de muchos meses de conflicto.”
Sinónimos de “concordia” son: paz, armonía,
hermandad, unión, ágape, reconciliación,
restauración, consenso, amistad, compañerismo, fraternidad, reciprocidad,
unión, camaradería, hermandad, avenencia, cordialidad. Sus antónimos: discordia, desacuerdo y desunión.
El evangelio del día de hoy, domingo 13 mayo, se ajusta a
la necesidad de concordia que
tenemos todos los argentinos… de una u otra forma el camino de la concordia es un acto de inmenso amor y
que nos legara Jesús en sus enseñanzas
y el enorme sacrificio de su pasión.
El Evangelio según Juan 15,9-17.
“Como el Padre me amó, también yo los he
amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán
en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su
amor.
Les he dicho esto para que mi gozo sea el
de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he
amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo
les mando.
Ya no los llamo servidores, porque el
servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a
conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí,
sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y
ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo
concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.”
Reflexión: Permanecer en el amor, fuente de la
perfecta alegría. Jesús permanece en
el amor del Padre observando los
mandamientos que de él recibió. Nosotros permanecemos en el amor de Jesús observando los mandamientos que
él nos dejó. Y debemos observarlos del mismo modo que él observó los
mandamientos del Padre: “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis
en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en
su amor.” Y en esta unión de amor del Padre
y de Jesús está la fuente de la
verdadera alegría: “Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo
sea colmado”.
Invitamos a nuestros lectores que en el día de hoy
dejemos de lado el odio y todo aquellos que nos separa de nuestros hermanos, reflexionemos
sobre el verdadero sentido del amor
y la concordia, preparémonos a
recibir y dar el perdón por todas
las ofensas que mutuamente nos hemos infligido en estos años. Preparemos
el camino a la reconciliación y con nuestro mejor espíritu preparemos a la
Patria en paz y concordia, para dejarles nuestro mejor legado a las
generaciones futuras.
Ese espíritu de concordia y paz se inició hace un par de
años, con el encuentro en la cárcel, de los otrora adversarios en el conflicto entre
hermanos.
Hace unos pocos días se dio un importante paso adelante: el
coloquio sobre La Concordia Política,
se reunió una mesa compuesta por militares retirados, ex terroristas y víctimas
de ambos lados.
En los siguientes enlaces, podrán leer, ver los vídeos y escuchar a los
protagonistas del mencionado coloquio realizado el pasado lunes 7 de mayo en la
Feria del Libro:
- http://pacificacionacionaldefinitiva.blogspot.com.ar/2012/05/continuacion-del-coloquio-sobre-la.html
El debate tuvo una amplia repercusión, especialmente en
Internet, ahora algunos medios escritos han empezado a publicar sus opiniones
sobre el mismo. Prueba de ello es el editorial de La Nación escrita del día de
la fecha. Se los dejamos a continuación.
Valioso debate por la verdad completa y la
concordia
Reconocer los errores y crímenes cometidos por los
sectores en lucha durante el Proceso contribuirá a superar odios y divisiones.
Convocados por la Asociación
de Abogados por la Justicia y la Concordia, participaron el lunes pasado de
un panel seis personas con actuaciones antagónicas o diferentes, relacionadas
con la violencia de la década del setenta.
En la mesa se sentaron dos ex
guerrilleros, uno del ERP, Jorge Masetti;
otro de Montoneros, Luis Labraña;
dos militares que participaron en la lucha antisubversiva, Emilio Nanni y Rodolfo
Ritcher; una hija de desaparecidos, Eva
Donda, y otra de un militar secuestrado durante el copamiento del cuartel
de Azul y muerto por el ERP, Silvia Ibárzabal.
El debate fue seguido por más de 600 asistentes en la
sala Borges de la Feria del Libro. Hubo opinión coincidente entre los
panelistas así como entre los asistentes de que el debate fue un aporte positivo al reconocimiento de la verdad, y de
los errores y crímenes cometidos de ambos lados. Todos coincidieron en que
así se contribuye a encontrar los espacios para la concordia y para superar
odios y divisiones que atan a un pasado y que impiden el esfuerzo común que el
futuro reclama.
Los dos ex guerrilleros expresaron con franqueza que
habían tomado las armas para matar o morir y que su objetivo era llevar la
revolución al poder. Les era indistinto tanto enfrentar a un gobierno de facto
como a uno constitucional. En su momento, ellos justificaron la violencia
contra las personas y las instituciones en pos de instaurar una dictadura
marxista en la Argentina. El modelo cubano estaba en la conducción y en el
propósito de aquella lucha. De hecho, Masetti,
hijo de un famoso guerrillero de los sesenta, había sido criado en Cuba y desde
los servicios de inteligencia de Fidel
Castro planificaba y daba apoyo a los movimientos guerrilleros
latinoamericanos. Desde allí participó en el apoyo militar a la guerra angoleña
y también desde allí fue enviado al ERP en la Argentina. Sus palabras no dejaron lugar a dudas del carácter de aquella guerra
revolucionaria, con ejércitos organizados y apoyados desde el exterior que
atacaron al Estado argentino.
Los militares del panel mostraban sobre sus propios
cuerpos el saldo de su participación en la lucha. En ambos casos fueron heridos
en enfrentamientos abiertos, uno en la selva tucumana, el otro en la defensa de
La Tablada. Por esos hechos deben enorgullecerse y así lo expresaron; no
obstante, asumieron en sus reflexiones los crímenes de la guerra en el otro
frente: el de la clandestinidad y el de las desapariciones. Así como el
ejército argentino se enfrentó valientemente respetando las reglas de la guerra
cuando el oponente tomó la forma de la guerrilla rural o atacó unidades
militares, también se encontró con un conflicto diametralmente distinto frente
al terrorismo urbano. Fue el desborde de las organizaciones armadas en este
tipo de teatro de operaciones lo que llevó al extremo su desafío en contra del
Estado y de la sociedad. Esto motivó en 1975 la convocatoria de un presidente
constitucional a las Fuerzas Armadas para asumir la defensa que esa sociedad
reclamaba. Pero el método elegido para responder a aquel clamor no fue el que
correspondía. La represión fuera de la ley no puede justificarse alegando su
legitimidad porque se actuó en defensa de las instituciones, ni por la
efectividad y rapidez buscada en los resultados, ni por el carácter clandestino
del atacante. Tampoco alcanza la excusa del antecedente fallido de la Cámara
Federal en lo Penal, desmantelada por un gobierno constitucional asociado a la
guerrilla y con el lamentable acompañamiento de buena parte de la clase
política.
La acción del Estado y sus fuerzas armadas nunca debió
apartarse de la ley, o en su caso de los códigos de justicia militar. Las
recientes revelaciones de Jorge Rafael
Videla sobre la metodología aplicada y sus razones sólo dejan espacio para
el más absoluto rechazo, aunque tal vez
puedan contribuir a que toda la verdad emerja a la superficie y a partir de
allí ambos bandos hagan reconocimiento pleno de sus culpas, y se avance hacia
la concordia.
Los militares participantes en el panel
defendieron con fundamento la acción de las Fuerzas Armadas, aunque también
reconocieron los errores cometidos y se lamentaron por ellos. Quedó claro para todos los panelistas que
no cabe la aplicación de la justicia a sólo uno de los bandos de aquella
guerra. Se dijo que esto suena a
venganza más que a justicia y que de esta destructiva confrontación no se sale
con una justicia asimétrica, apoyada en la declaración de imprescriptibilidad y
de lesa humanidad sólo para los crímenes de la represión.
Las exposiciones de Masetti
y de Labraña dejaron en claro el
carácter internacional y organizado de las fuerzas irregulares atacantes a las
que pertenecían. Esto deja fuera de toda duda, de acuerdo con la jurisprudencia
internacional, que les alcanza también la tipificación de crímenes de lesa
humanidad. Las alternativas hacia
adelante son: darle la simetría
faltante a la persecución judicial extendiéndola a los ex guerrilleros y de esa
forma seguir revisando el pasado, o superarlo y mirar hacia adelante. El
camino sugerido por los panelistas fue el de la superación. Las palabras
finales de Labraña fueron: "O trabajamos todos juntos o
desaparecemos como sociedad"…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!