Nos tomamos la libertad de rescatar un
artículo escrito por uno de nuestros socios fundadores, el periodista Horacio Palma, el día 02 de Julio de
2009, en su blog RAMOS GENERALES. Su
título es: ¿Les Rompe las Pelotas? y
que en su momento produjo bastante conmoción interna… los menos no entendieron
su significado y respondieron de la manera más fácil: ofendiéndose y los más
aprobamos la correcta lectura que el autor hizo en su momento sobre el estado
de la “Familia Militar”.
Ese artículo lo escribió antes de la derrota electoral del kirchnerismo
el día 28 de Julio de 2010, fue el momento en que nuestro oponente se
encontraba en su mayor debilidad. Recordar la renuncia a la presidencia del
partido justicialista, el fracaso de las testimoniales, la traición de los
barones del conurbano y la cara del tirano al tener que reconocer su derrota
por 2 votos.
Desde entonces la situación ha variado:
la oposición logró consolidar una mayoría en la Cámara de Diputados, la Cámara Alta logra un empate
cuyo resultado final depende del interés de las provincias o de la captación
personal de los senadores corruptos. Empieza la Guerra contra Clarín y se
promulga La Ley Mordaza y varios
Proyectos de Ley que no son afines al poder ejecutivo logran la sanción o media
sanción.
En las elecciones generales de 2011 la presidente consigue su reelección con
un abrumador 54 % de los votos, la oposición se resquebraja, desconcertados no
saben qué camino tomar, ahora están acompañando al oficialismo en leyes tales
como la “confiscación de YPF a Repsol”…
hoy La petrolera española, junto a un accionista norteamericano, exige que se
cumplan las cláusulas de emisión de los títulos. Solicita que Argentina oferte
por el total del paquete y una compensación. Este tema traerá mucha cola.
Cristina Kirchner partirá esta noche hacia el país
africano para encabezar una misión conformada por más de 400 empresarios. Durante la visita se reunirá con su par local, José Eduardo Dos Santos, quien se
desempeña como presidente de la República de Angola desde el año 1992.
Acompañaran a la presidente en la comitiva oficial el canciller Héctor Timermann, los ministros Julio De Vido (Planificación) y Débora Giorgi (Industria) y el secretario
de Comercio, Guillermo Moreno, real Jefe
del Ministerio de Economía, quien dos meses atrás había encabezado una
misión similar con 200 hombres de negocios.
En tanto, la delegación empresarial está
integrada por representantes de los sectores alimenticio, textil, automotor,
maquinaria agrícola, calzado y marroquinería, y entre los productos de muestra
que llegarán a Luanda se cuentan animales y vehículos. Dios ilumine el camino
de estos “iluminados” que harán pingües negocios con un país al que no une nada…
a no ser que la señora presidente le pida consejos a Dos Santos para saber que hizo y hace
para mantenerse en el cargo por más de 20 años ininterrumpidos.
El 07 de Mayo de 2012 en la Feria del Libro de la Ciudad de Buenos
Aires, se desarrolló el coloquio sobre La
Concordia Política, organizado por la Asociación
de Abogados por la Justicia y la Concordia, El panel estuvo integrado por militares retirados, ex integrantes de las
organizaciones armadas terroristas y víctimas de ambos lado, como moderador
actúo el Juan Bautista Yofre. Esos
protagonistas de los años más violentos de la Argentina no dejaron un mensaje
de concordia y perdón… al final del camino, iniciado por ellos, se vislumbra
una pequeña luz brillante de esperanza.
Algunos periodistas, especialmente los
independientes, empiezan a hablar del tema y mostrar el peligro de esta nueva
clase de tiranía. Lo mismo pasa con muy pocas excepciones en el plano político.
Es notable el cambio de bando de la diputada
Patricia Bullrich que ha presentado varios Proyectos de Ley, que antes eran
impensables en la “piba”.
Sintetizando la situación ha variado y a
pesar de todo persiten los continuos agravios y humillaciones a las Fuerzas
Armadas en su conjunto. Siguen adelantes los juicios de la venganza y nos
avergonzamos de la conducta de algunos miembros del poder judicial, seguramente
apretados por el poder reinante y temerosos han olvidado el verdadero derecho. El
tema más grave son los muertos en cautiverio, la mayoría de ellos sin tener una
condena en firme.
Algunas defensas de nuestros soldados son
para el bronce y servirán de ejemplo a las nuevas generaciones de personal
militar. En fin creemos que en algo hemos mejorado, pero el artículo de Horacio
Palma, mencionado al principio, a nuestro entender mantiene plena vigencia. Y
nos tomamos la libertad de ponerlo nuevamente a vuestra consideración… creemos
que aún podemos y debemos hacer más para no
abandonar a nuestros soldados en el campo de batalla.
La llamada Familia Militar debe recuperar su esencia y ser la primera en salir
en defensa de sus Presos Políticos y de todas las Víctimas del Terrorismo en la Argentina.
Respetuosamente,
Pacificación Nacional Definitiva
RAMOS
GENERALES
Periodismo en libertad + La
humilde pretensión de un toque literario… de Horacio Palma
Jueves 2 de julio de 2009 |
Para
quienes no conocen aún el blog o deseen visitarlo nuevamente les dejamos el
link:
¿LES
ROMPE LAS PELOTAS?
Uno va caminando pensando en sus
cosas. Va caminando entre la gente y sumergido en el ruido del mundo. Y de
repente un chasquido. Un chasquido fuerte entre el papel y los dedos. Algo tan
simple… tan elemental. Basta ese chasquido para que nosotros salgamos del
ensimismamiento y prestemos atención. Levantamos entonces la mirada.
No se a ustedes, pero a mí, las
cosas sencillas me sorprenden más que los grandes fuegos de artificios.
Antes, mucho antes, pero no tanto…
cuando uno aludía a la “Familia Militar”,
aludía no solo a los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad en actividad,
sino también a los retirados, a sus familiares directos, y a gran parte del
Personal Civil de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que se sentían
identificados con esas Instituciones, y que compartían sus mismos objetivos y
sus mismas aspiraciones.
Supongo que habrá datos ciertos
sobre el número de personas que componen hoy la “Familia Militar”, pero yo no los tengo. De todos modos, debe ser
un número importante…aunque no exista como “familia”.
La política oficial contra el
personal militar y de fuerzas de seguridad, sin distinción de jerarquías y
responsabilidades, que combatió a los terroristas que atacaron a la República Argentina
durante los gobiernos constitucionales de: Frondizi, Guido, Illia, Perón e
Isabel; ha llegado a su punto culminante en el presente, con la prisión
política y posterior enjuiciamiento ante tribunales especiales y parciales, de
quienes eran por entonces jóvenes oficiales, suboficiales y civiles que
cumplían las órdenes emanadas de sus Comandantes en Jefe y Presidentes de la República Argentina.
Estoy hablando de los 70, pero
también estoy hablando de hoy.
La unilateral política, mal
llamada “de Derechos Humanos”, los
mal llamados “crímenes” mal
declarados de “Lesa Humanidad”, la
persecución ideológica, los escraches, la jurisprudencia retroactiva, el
juzgamiento de cosas juzgadas, la anulación de las leyes de pacificación
nacional, sancionadas por las Instituciones democráticas de la República Argentina ,
que se conocieron como de “Obediencia
Debida y Punto Final”, sacar a los imputados de la jurisdicción de sus
jueces naturales, la anulación de los Indultos Presidenciales otorgados por
presidentes elegidos democráticamente, la cárcel con prisiones preventivas que
exceden los tiempos legales, la pretensión de juzgar una guerra con el Código
Penal, la vergonzosa aceptación de testigos falsos, y toda otra impúdica
felonía jurídica que les venga a la mente; todos estos hechos han sido
atropellos cometidos por un Poder Ejecutivo irracional, un Poder Legislativo
complaciente, y por un Poder Judicial obedientemente cobarde.
“No
es grave cometer un error. Todo el mundo lo comete. Lo grave es persistir en
él, agrandarlo y justificarlo”, dijo Lenin… exactamente, es tan grande
la torpeza de quienes nos gobiernan, y tal su empecinamiento en lograr la
destrucción de las instituciones y de la producción… que terminarán por hartar
a la sociedad.
Las últimas elecciones han sido un
claro ejemplo.
Algo digno de destacar, es que, a
pesar del persistente hostigamiento político, de las aberraciones judiciales y
de la total falta de garantías del gobierno de los Kirchner para con los
soldados que combatieron al terrorismo en Argentina, los miembros de La “Familia Militar” (salvo contadas
excepciones) ha acatado siempre la ley y se han sometido a derecho siempre… aún
sin haberlo recibido nunca.
Los soldados de ayer, hoy son
presos políticos esperando un juicio cuyo veredicto está cantado. Han sido
deshonrados, han humillado directa e indirectamente a sus familias, y son
considerados los únicos responsables de una tragedia de la que debe hacerse
cargo la República
toda.
Si bien no me caben las generales
de la ley, digo, si bien no pertenezco yo a la “Familia Militar”, confieso que al principio, pensaba que en algún
momento, los familiares de los presos políticos abandonarían su mudez. Hoy,
después de 8 años de espera infructuosa, la esperanza se me ha desvanecido casi
por completo.
Tengo la sensación, al hablar con
muchos de sus integrantes, que a La “Familia
Militar” le han quebrado la moral. Le han aniquilado su voluntad de lucha.
Un soldado que en los 70 luchó
contra ese terrorismo que bañó de sangre a la Argentina , me cita una
frase del antiguo estratega chino Sun Tzu: “Tzu
dice dos cosas fundamentales: Uno. Todo el Arte de la Guerra se basa en el
engaño. Dos. El supremo Arte de la
Guerra es someter al enemigo sin luchar”.
Estimado lector, por favor, vuelva
a leer los dos conceptos.
Desde el último advenimiento de la
democracia, los terroristas argentinos y sus acólitos han aplicado inteligente y
minuciosamente estos dos principios a rajatabla.
Y una vez en el poder, su
ensañamiento ha ido creciendo. Envalentonados con nuestro miedoso silencio,
ellos llevan más de 25 años engañando al pueblo sobre la verdad de aquella
guerra. Y esa tenacidad ha dado sus frutos: han sometiendo nuestra voluntad de
lucha, y han quebrando casi definitivamente la moral de sus antiguos oponentes.
Hoy, la “Familia Militar”, o lo que queda de ella, está desorientada. Sus
líderes naturales no la conducen ni atienden sus necesidades, su accionar es
disperso e individual, por ende, casi inútil. Hoy, la “Familia Militar” parece
derrotada moralmente.
¿Porqué las esposas y los hijos de
los presos políticos no están en las calles?...se pregunta uno. “Por miedo”,
justifican algunos.
¿Miedo o vergüenza?, es la
pregunta que me brota rápida.
Y sea cual fuere la respuesta, la
verdad es una: Parecen derrotados.
A diferencia de otros sectores de
la sociedad a los que los Kirchner intentaron doblegar, la “Familia Militar” anda dispersa en luchas individuales.
Todos hemos sido testigos del
golpe feroz que este gobierno de soberbios ha recibido en las últimas
elecciones. Comparemos la estrategia de las entidades del campo en su oposición
a las políticas gubernamentales: Sectores rivales históricamente supieron
salvar sus diferencias. Se unieron en el reclamo entidades que antes no podían
compartir una mesa. Unificaron política y discurso… todos reclamaron y dijeron
lo mismo. En las rutas, en las calles, en las plazas, ante las autoridades o
ante los medios de comunicación… siempre el mismo mensaje. “Estamos hartos…”.
Un año después, la dirigencia del
campo llenó el Congreso de representantes.
Desde hace mucho tiempo, el
gobierno nacional viene trabajando operaciones psicológicas a fin de tratar de
crear un ambiente institucional que permita quebrar la moral de la Fuerzas Armadas.
Es un mecanismo de lucha que les ha permitido entrar en el subconsciente de los
integrantes de la “Familia Militar”.
Así, el gobierno ha podido moldear
a los nuevos “soldados” con una
conciencia donde se politice la acción de la fuerza armada.
¡Ahí
está la acción terrorista!, golpear y golpear la moral
institucional hasta relajar por humillación a sus integrantes. Y el objetivo,
lamentablemente, parece estar cumplido. Han
quebrado a las Fuerzas Armadas, institucional, y generacionalmente.
Las Fuerzas Armadas y de Seguridad
son instituciones piramidales, rígidas, regidas por la disciplina y
especialmente por la moral. Y todo eso carcomió el enemigo.
La “Familia Militar” ha sido derrotada con lamentable facilidad.
Escucho y veo a parte de esa “Familia Militar”. Salvo contadas
excepciones que todos conocemos, la mayoría ha perdido su autoestima. Ha
perdido su honor, y lo que es más trascendente, ha olvidado sus responsabilidades
para con la Patria.
El enemigo les ha quebrado la
voluntad. Los ha sometido sin luchar.
“Nunca
dejamos a nadie abandonado en el campo de batalla…” esa frase la he
escuchado decir mil veces a los Infantes de Marina en las películas. Uno la escuchaba
y se emocionaba.
Ahora, cada vez que la escucho, mi
alma viaja al Penal de Marcos Paz, que es emblema de los soldados humillados,
pero también a todos los demás penales y hospitales de la Argentina donde están
confinados al olvido los Presos Políticos de Argentina, como abandonados a su
suerte.
Escucho y leo con atención a toda
nuestra “propia tropa”. Unos afirman
que los presos políticos son las Víctimas del terrorismo de hoy. Otros, piensan
que los presos políticos de Argentina son las bajas de la nueva guerra.
Sea como sea, si la película de
guerra fuera hecha en Argentina de hoy, aquella frase que escuché mil veces
decir a los infantes, debería volver a escribirse. En la película de la guerra
argentina debería decir: ¡Perdón
Camaradas y Amigos… los abandonamos! ¡Arréglense como puedan!
Y lloro con bronca. Y lloro
desconsoladamente.
Michel
Foucault
en “Genealogía del Racismo” respecto
del papel fundacional de la guerra en la creación de los Estados, invierte la
famosa frase de Carl Von Clausewitz,
“la guerra es la continuación de la
política por otros medios”, y dice: “la
política es la continuación de la guerra por otros medios”.
Viendo el espectáculo mediático y
político en el tratamiento a nuestros presos políticos, es obvio que el enemigo
ha continuado su guerra en la política.
La “Familia Militar” ha arriado las banderas y se ha entregado
mansamente al silencio.
Quedan unos pocos “loquitos” escribiendo. Algunas “impresentables” gritando en la Plaza. Unos pocos “dinosaurios retirados” haciendo lo
imposible para que los soldados presos no se sientan abandonados.
Todo lo que quieran…pero al menos
esa gente no ha claudicado ante el enemigo.
Yo prefiero, sinceramente, a los “loquitos, las impresentables, y a los
dinosaurios” ¡Inclaudicables!, antes que ese incomprensible silencio de “sálvese quien pueda”, que escucho por
debajo del miedo general de los familiares de los presos políticos.
Tómense estas palabras, no como un
reproche, sino como un respetuoso y personalísimo pedido a la “Familia Militar”, o a lo que quede de
ella.
¿Hasta cuando seguirán mudos ante
esta política de humillación?
¿Les ha servido para algo?
Al principio del silencio, había
30 presos. Hoy, son casi 700.
Si las esposas, los hermanos, los
padres, los hijos y los nietos de los soldados presos en las cárceles de los
Kirchner creen que soportar en silencio la humillación, es su aporte a la
pacificación nacional… aunque no lo comparta, lo acepto. Pero entonces quiero
que lo digan con claridad.
Quiero saber si el silencio es
miedo, es estrategia, o es aporte a la pacificación nacional.
Quiero saber si a los familiares
de los presos políticos les rompe la pelotas que haya “loquitos” escribiendo, “impresentables”
reclamando libertad en las plazas, o “dinosaurios”
empeñados en no olvidar a los presos.
Si el silencio en el reclamo es
miedo. Los invito entonces a que lo pierdan, y se sumen al grito de los que
desde hace años gritan el reclamo. Los invito a que se unan a las que, desde
hace años gritan en las Plazas y en las calles. Los invito a que ayuden a los
que desde hace tiempo, trabajan para que los presos no se sientan abandonados a
su suerte.
Digo, así no tendrán que bajar la
mirada cada día de visitas, cuando sus familiares, sus camaradas o sus amigos
presos le pregunten qué están haciendo por ellos allá afuera.
Y
si les rompe soberanamente las pelotas que haya gente gritando por los suyos,
como ahora yo, por favor, me mandan un mail y me avisan.
Vamos todavía. Hay que unirse. Fundamental.
ResponderBorrar¡La unión hace la fuerza! Si de una vez por todas la Familia Militar se une en un bloque sólido como una roca, no la podrán romper y harán tanto ruido que hasta en el Congreso Nacional la escucharán.
ResponderBorrarHay que imponer en la "Agenda Política" el tema de la Pacificación, la Concordia y la Justicia plenas.
Frases célebres... con plena vigencia:
"Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada."
"Mejor es morir de una vez que estar siempre temiendo por la vida."
"Cuando se necesitan brazos, el socorro en las palabras no sirve de nada."
Que el próximo 25 de Mayo encuentre a la Familia Militar unida. No esperen que otros hagan los que les toca hacer a ustedes.