sábado, 31 de diciembre de 2011

Gracias a Dios, señora que estos jóvenes no eran, ni son hijos de terroristas

A pedido de nuestro amigo José Luis Milia le damos amplia difusión a la carta de Juan Manuel Otero. Nos preguntamos ¿Quién es la señora Estela de Carlotto para hacernos pensar que Marcela y Enrique no son felices y reciben todo el amor que les brinda su familia adoptiva? ¿Se cree que es la “abuelita” de todos los argentinos? Gracias a Dios, señora que estos jóvenes no eran, ni son hijos de terroristas.


"Es lamentable que no fueran nuestros nietos porque les esperaba amor y saber de dónde venían, ahora seguirán ellos en la incógnita de tener hijos cuya identidad no es clara tampoco, porque eso se hereda".


Con estas crueles palabras la Sra. Estela de Carlotto dio por concluida la feroz cacería que durante tantos años ejerciera sobre dos jóvenes. Marcela y Felipe podrán continuar con sus vidas. Sin embargo difícilmente olviden los sufrimientos causados por apremios, falsas denuncias, maliciosa mediatización de su carácter de hijos adoptivos en clara violación a los Derechos Humanos (Arts. 2 y 3 Declaración Universal y art. 11 Pacto San José de Costa Rica). La Sra. Carlotto mostró sus verdaderas intenciones cuando ante la inicial comprobación de que no eran nietos de las familias que reclamaban manifestó: “Ojalá sean hijos de otros desaparecidos”.


Utilizó todo el aparato oficial puesto a su disposición, inclusive la propia Presidente, en un inconcebible lapsus jurídico afirmó por cadena nacional que ella misma las acompañaría a reclamar ante los Organismos Internacionales de Derechos Humanos (¿?).Y hasta una complaciente jueza ordenó la extracción de muestras de ADN, en forma compulsiva, por la fuerza y en el lugar en que se encontraren, a causa de lo cual fueron arrebatados en plena vía pública.

Todo resultó inútil.

Y ahora, esta pretensa candidata al Premio Nobel de la Paz ni siquiera esboza una disculpa, todo cuanto atina a decir es que con ellos “les esperaba amor”.


¿Acaso es tanta su soberbia que la lleva a suponer tal disparate?

Juan Manuel Otero

3 comentarios:

  1. Solamente en nuestro País, pueden seguir funcionando estos aparatos llenos de odio y rencor.
    Me refiero a Estela y Hebe.

    ResponderBorrar
  2. Me pregunto? Está probado que los hijos de Hebe son desaparecidos? No era que vivian en España o Méjico. No se puede comprobar este dato así terminamos de un buena vez con el circo. De que vive? Como viaja tanto? Como tiene tanto medio a su disposición? En las últimas elecciones figuraban en los padrones, no?

    ResponderBorrar
  3. Emigró y emigra tanto talento, tanta materia gris se nos escapa de las manos a los argentinos, más de 6.000 científicos trabajan para sociedades mucho más avanzadas que la nuestra y, digo yo: ¿ porqué tenemos que soportar la desgracia de bancar y financiar a esta resentida, desagradecida , al igual que , a la otra "sra" de nombre Hebe, hipócrita, irónica, ambas, virtuosas exégetas del odio y de la lucha de clases, y no se dejan de molestar al pueblo, yéndose del país, así nosotros podemos continuar tranquilos pensando, sin rencores,
    como seguir afrontando el día a día en una Patria complicada.
    Oprobiosas mujeres: ¡ Váyanse de esta sagrada tierra de una vez por todas que si no han sabido educar a sus hijos, nosotros sí !

    ResponderBorrar

No dejar comentarios anónimos. Gracias!