viernes, 15 de febrero de 2013

“MI LEGADO AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD HISTÓRICA”

COPAMIENTO DEL BATALLÓN DE COMUNICACIONES DE COMANDO 141 POR EL EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (ERP). 18 de febrero del año 1973

Por el Cnl (R-PPP) Juan Carlos Alsina.
INTRODUCCIÓN.
El Batallón de Comunicaciones 141, en la actualidad,  tiene su asiento en la localidad de La Calera, provincia de Córdoba. Es una de las Unidades Militares que integra lo que se conoce como CUARTEL UNIÓN. Dos hechos me unen a esta querida Unidad. Durante los años 50 mi Padre fue su Jefe y en los 70 fue mi primer destino como Oficial del Ejército Argentino.

Cuando en el AÑO 2009 lo visité por última vez me lleve una gran sorpresa. Ocurre que en el año 1973 el Batallón, MI Batallón, fue atacado y copado por EL EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (ERP). Si bien se trata de un hecho tan doloroso como doloso…. OCURRIO. Conversando con Oficiales, Suboficiales y Soldados destinados en la Unidad me doy cuenta de que este episodio ha sido borrado de la conciencia colectiva de quienes prestan servicios en la misma. Como si la GUERRA CONTRA LA SUBVERSIÓN no hubiera ocurrido.

El Batallón de Comunicaciones 141 tiene su página Web. Recorriéndola no se encuentra  NINGUNA referencia a este gravísimo hecho. ¿Por qué? ¿Por qué se ha borrado todo lo que tuvo que ver con esta GUERRA?



Como he escrito en otras oportunidades “El enemigo está adentro”.  Este CRETINO por ejemplo. En los años 70 ya era Jefe. ¿No se enteró de nada? ¿Puede alguien ser tan boludo? ¿Por qué no pidió la baja? Si hay responsabilidades ¿No es más responsable que los Soldados, Suboficiales u Oficiales Subalternos ILEGALMENTE DETENIDOS? CREO QUE ES UN COLABORACIONISTA Y TRAIDOR. Perdón a mi esposa por las malas palabras empleadas.

Lo que voy a  relatar, el copamiento de una Unidad Militar, por parte de DELINCUENTES “SOLDADO”… hoy JÓVENES IDEALISTAS…  todos libresmuchos enquistados en los poderes del Estado Nacional y los Provinciales, no me lo contaron…

Es real. Estuve ahí.... Lo viví…

Pasaron  40 años. Probablemente cuando me ponga a escribir descubra que hay muchísimos detalles que  he olvidado. Es muy probable. Pero les puedo asegurar que los acontecimientos del 18 de Febrero del 73 se hacen presentes una y otra vez, en mi memoria. En forma insistente.

Ciudad de Córdoba. Febrero de 1972. Tengo 22 años. Hace dos meses, en diciembre de 1971  egresé del Colegio Militar de la Nación (CMN) con el grado de Subteniente del Arma de Comunicaciones. Fui destinado al Batallón de Comunicaciones de Comando 141 en la ciudad de Córdoba. Para quién escribe no se trata de una unidad militar más. Durante la década del 50, quien para mí fuera un SOLDADO EJEMPLAR, MI PADRE, fue Jefe del Batallón. Por ese motivo desde  muy chico, 8 años, ya conocía sus instalaciones. Ahora, como OFICIAL DEL EJERCITO ARGENTINO, integro la Unidad.

Cabe aclarar que a esta altura de mi carrera, recién egresado,  sobre la SUBVERSION sé muy poco. Habiendo estado 5 años prácticamente viviendo dentro del CMN es muy poca la información que sobre este tema ha llegado hasta mis oídos.

Es más. Pronto descubriré que ni siquiera he sido instruido para combatir en el tipo de GUERRA de la cual deberé participar.

Año 1973. Pasó un año desde mi llegada al Batallón. Hace uno días se produjo la incorporación de la clase nueva al Servicio Militar Obligatorio. Como todos los años, comenzamos con la instrucción de los Ciudadanos recientemente incorporados. Con tal motivo, en esta oportunidad el grueso de la Unidad se desplazó a la localidad de José de la Quintana, aproximadamente a 60 Kms de la Ciudad de Córdoba.

Estamos transitando  lo que se llama “Periodo Básico”. Durante esta etapa se  instruye a la Clase recién incorporada. Se le brindan los primeros conocimientos.  Por mi jerarquía soy Jefe de una Sección. Tengo a mi cargo 60 ciudadanos a los cuales debo instruir. Que responsabilidad...!!!!  .... que lindo...!!!! También integran mi sección 10 Suboficiales.

Como adelanté, nos desplazamos desde el B COM Cdo 14 en la Ciudad de Córdoba hasta la localidad de José de la Quintana, donde nos instalamos en carpas como habitualmente se hace en campaña, formando lo que se denomina “VIVAC” (conjunto de carpas e instalaciones de campaña para alojar una tropa).

En el cuartel, como es habitual en estos casos, quedó un pequeño destacamento integrado por algunos Oficiales, Suboficiales y soldados pronto a irse de baja. Deben encargarse del mantenimiento y la seguridad de las instalaciones hasta que lleguen, ya instruidos, los nuevos soldados. Los que se encuentran en José de la Quintana.

Pido perdón por lo reiterativo. Realmente estaba feliz. No solo tenía a mi cargo 60 nuevos ciudadanos, a los cuales debía instruir. Estábamos transitando el periodo mas lindo del año militar. Estabamos viviendo en el terreno. Vivaqueando en el medio de  las sierras Cordobesas. Estabamos en campaña, en un claro contacto con la naturaleza y con la importante responsabilidad de capacitar a jóvenes ciudadanos para la defensa de la Patria. Todo era como me lo había imaginado.

Esta etapa duraba aproximadamente un mes. La instrucción se efectuaba de lunes a viernes. Sábados y domingos los conscriptos realizaban tareas de Mantenimiento y Orden Interno. Aprovechando este alto en la instrucción, el personal de cuadros, Oficiales y Suboficiales, salía franco. Esta actividad, el franco, se realizaba en dos turnos. El 50% permanecía con la tropa mientras que la otra mitad se retiraba del vivac.

El 1er turno salía desde el Sábado a las 0800 de la mañana hasta el domingo a la misma hora. El segundo turno lo hacia desde el domingo a las 0800 hasta el lunes. Los casados  regresaban a sus casas. Los solteros, volvíamos al Casino de Oficiales y Suboficiales, nuestros alojamientos en el Cuartel.

Ahora si. Trataré de reproducir, con la mayor exactitud posible, los acontecimientos del domingo 18 de Febrero de 1973. Al finalizar el relato haré algunas apreciaciones personales sobre lo vivido y lo actual. Veamos que me acuerdo.

ASÍ LO VIVÍ.
Como escribí, nos encontrábamos en José de la Quintana instruyendo a la clase recién incorporada. El sábado 17 de febrero, no recuerdo porqué razón, me tocó salir franco en el primer turno. Aproximadamente a las 0800 de la mañana, subimos a un camión de la unidad  en el cual nos trasladaron hasta el cuartel del Batallón en la ciudad de Córdoba. Parque Sarmiento.

Habremos llegado a las 10 de la mañana. Los Oficiales y Suboficiales casados se retiraron a sus domicilios. Los solteros nos dirigimos hacia nuestro alojamiento en los Casinos.

Lo que escribo a continuación no es un detalle menor. Mas adelante verán el porqué. A  un  año de egresados del Colegio Militar de la Nación (CMN)  no era frecuente que los oficiales, mucho menos los suboficiales, tuvieran auto. Yo tenía uno. Tenía un Fiat 600. Detrás del edificio del Casino de Oficiales estaban las cocheras. Ahí lo guardaba.

No puedo acordarme que hice durante el día de ese sábado 17 de febrero. Supongo que después de habernos dado un baño, habremos almorzado y luego dormido una siesta. Si recuerdo que a las 8 de la noche, subí a mi auto, y fui a cenar a la casa de mi novia. Vivía cerca del cuartel, en Barrio Juniors.

¿Cómo saber, que esa noche, las cosas ocurrirían en forma totalmente distintas a las previstas?

Después de cenar fuimos a bailar a un de los boliches de moda en Villa Allende. A las dos y media de la mañana, según las indicaciones recibidas por sus padres, estábamos de nuevo en su casa. Nos despedimos, subí a mi auto y salí para el Batallón.

En el año 1973 el Batallón de Comunicaciones de Comando 141 estaba emplazado en Parque Sarmiento. Limitaba al frente con la Av. Pablo Richieri. Al fondo con una villa conocida como  Barrio Chino y a los costados con otras Unidades Militares. La separación física entre el Batallón y el Barrio Chino, la parte posterior de la Unidad,  era un paredón de aproximadamente dos metros y medio de alto y 300 metros de largo.

El Servicio de Vigilancia de la Unidad estaba formado por un Jefe de Guardia, dos Sargentos de Cuarto, dos Cabos de Cuarto y ocho Puestos de Guardia.

El edificio de la Guardia y tres de los puestos  estaban al frente del Cuartel, sobre la Avenida  Richieri. Estos tres puestos coincidían con los tres ingresos al Batallón. Puesto Nro 1, frente a la Guardia de Prevención. Puesto Nro 2 Ingreso Vehicular. Puesto Nro 3 frente al Casino de Oficiales.

Los Puestos de Guardia 6,7 y 8  cubrían el paredón que separaba las instalaciones del Cuartel del ya mencionado Barrio Chino.

Los dos restantes, 4 y 5  estaban ubicados, uno en el Polvorín de la Unidad y el último en proximidades de la Panadería de la Guarnición.

Vista aproximada de lo que fue el Ballón de Comunicaciones de Comando 141 en el año 1973. Años después la unidad fue trasladada a la Calera, Cuartel Unión, donde actualmente tiene su asiento. Los predios de Parque Sarmiento ¿VENDIDOS?

Para los que no están familiarizados con el funcionamiento de un Servicio de Vigilancia, les cuento.

Cada Puesto de Guardia está cubierto por un Soldado Centinela. Cada dos horas el centinela es relevado. La función de  apostar y relevar a los Soldados la realiza uno de los Cabos de Cuarto.

Les recuerdo que los Puestos de Guardia eran ocho. Entonces; cada dos horas, el Cabo de Cuarto reunía a los ocho soldados entrantes, y formados, comenzaba a recorrer cada uno de los Puestos de Guardia realizando los relevos. El Soldado Centinela saliente ingresaba a la formación y el entrante quedaba en el Puesto. Finalizado el relevo de los ocho centinelas, el Cabo de Cuarto y los soldados relevados regresaban al edificio de la Guardia Central desde donde habían partido.

Aproximadamente a las 0230  de la madrugada del domingo 18 de febrero, detuve mi auto frente  al portón de ingreso a la Unidad esperando que el Soldado de Guardia me permitiera el ingreso. Volvía de la casa de mi novia. Se aproxima el soldado, me reconoce y abre el portón. Me dirijo entonces a las cocheras ubicadas  detrás del Casino de Oficiales donde habitualmente estacionaba mi auto. Bajo y comienzo a caminar. Debía recorrer una distancia de aproximadamente 50 metros atravesando un pequeño portón de madera y el jardín que rodeaba al Casino. La iluminación era mala. Se veía muy poco. Pero esto era normal.

No había caminado mas de 2 0 3 metros cuando siento que me chistan. Me detengo y me doy vuelta. Veo a tres soldados que corren en mi dirección. No distingo sus grados ni sus facciones. Si veo claramente sus uniformes. Me llama la atención que no me hayan reconocido pero más aún que me chisten. No era normal.

Cuando llegan a mi lado uno de ellos me toma de la muñeca y  me apunta con una pistola en la cabeza. Los otros dos estaban armados con FAL. Les miro las caras y no los reconozco. Eran SOLDADOS pero no del  Cuartel. Con uno de ellos, con el que me apuntaba con la pistola, se produce el siguiente dialogo:
  • “SOLDADO”: ¿Quién es usted...?  
  • YO: Subteniente Alsina. ¿Y ustedes quienes son…?”
  • “SOLDADO”:  Quédese tranquilo Subteniente. Soy el Capitán Galván del Regimiento de Infantería 14. Estamos realizando un Ejercicio ordenado por el General CÁNEPA. Y agrega….”Ya va a ver mañana lo que pasa con su Jefe”. Aclaración. El General CÁNEPA era el Comandante de la Brigada de Infantería Aerotransportada IV.

El Regimiento 14 de Infantería tenía sus Cuarteles en la localidad de La Calera, muy próximo a la ciudad de Córdoba. Realmente creí lo que este “CAPITÁN” me decía. Es más. Para mis adentros pensé  “Infantes de mierda, nos están tomando el cuartel”. También era claro que no me iban a pegar un tiro.

Sin dudarlo di un tirón con el brazo que me sujetaban, me solté  y comencé a correr  hacia el Casino. El “CAPITÁN” y los dos “SOLDADOS” corrieron detrás de mí.

Cuando llego al portón de madera que separaba las cocheras del jardín del Casino, un número que no puedo precisar de soldados,  ya estaban en el jardín, se me tiran encima. Caigo al suelo. Cuando intento levantarme recibo un golpe en la cabeza que me deja sin conocimiento.

No se cuanto tiempo estuve inconsciente. Cuando recobro el conocimiento siento que no puedo moverme. Estoy tirado en el suelo, boca abajo. Tengo las manos y los pies atados. Después vería que las manos estaban esposadas y los pies atados con alambre. Que las esposas no eran como las que usan los policías y todos conocemos. Eran distintas. Eran artesanales.

Levanto la cabeza y veo el Polvorín. Las paredes escritas con leyendas y estrellas del ERP. Que tonto había sido. Recién ahí, en ese momento me doy cuenta que no se trataba de soldados del Regimiento de Infantería 14. Que no se trataba de un Ejercicio Militar. Que no había estado conversando con un “CAPITÁN”. Recién ahí me doy cuenta  que el EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (ERP)  había copado mi Unidad.

Siento un golpe en la espalda y una voz que me dice “Bajá la cabeza Hijo de Puta que te pego un tiro”. El que habló me tapa la cara con un trapo y me dice “Así que sos el Subteniente Alsina. De esta no salís vivo pendejo”. Pensé para mí…. “Marrón (mi sobrenombre familiar), fuiste”.

Calculo que debo  haber estado en esa posición entre 1 y 2 horas. Durante ese tiempo el “SOLDADO” que me vigilaba, reiteradamente cargaba su fusil, lo apoyaba en mi cabeza y disparaba. Se reía y me decía ¿Y si la próxima es de verdad...????”. Cuando sentía que la corredera del FAL se movía, que supuestamente el arma se cargaba apretaba los puños esperando la salida del disparo.

En ese momento me di cuenta que durante mis 5 años en el CMN me habían preparado para situaciones difíciles. No sentí miedo. Si mucha bronca por lo que estaba pasando. Además no era razonable que me pegaran un tiro. Al menos hasta ese momento no había escuchado ninguno. Si me disparaban alertarían a las Unidades vecinas. Pero si esperaba un culatazo en la nuca. Eso no hubiera hecho ruido. Cuando el “SOLDADO” se movía yo tensaba los músculos esperando el golpe. Durante el tiempo que duró esto, no veía porque tenía la cabeza tapada, si escuchaba que iban trayendo a otros soldados.

Comenzaba a amanecer  cuando me levantan entre dos “SOLDADOS” y me dejan dentro del Polvorín. Cierran la puerta. Ya estaban  adentro los soldados que habían sido reducidos igual que yo. Serían las 0500/0530 de la mañana.  Uno de los soldados me dice “Mi Subteniente, me solté  las manos”. Le pido que intente soltarme. Lo logra con bastante facilidad. Me saco los alambres que me ataban los pies y le sacamos las esposas al resto de los soldados.

Uno de los ellos, no recuerdo su nombre, estaba muy lastimado. En el momento del copamiento estaba apostado en el Puesto Nro 6 en el fondo del Cuartel, contra el paredón que nos separaba del barrio Chino. Sorprendido por los TERRORISTAS se negó a entregar su arma. Lo golpearon hasta hacerle perder el conocimiento y reventarle un ojo.

Ya liberados de las esposas comenzamos a forzar la puerta del Polvorín hasta que logramos abrirla. Nos encontramos con un  “SOLDADO”  que apuntándonos con un FAL y a los gritos nos hace ingresar nuevamente. Cierra la puerta. Alguien llama al “SOLDADO” que nos custodiaba y este sale corriendo.

Volvemos a salir del Polvorín. Indico a los soldados que den el alerta en la Guardia de Prevención y en los Casinos de Oficiales y Suboficiales. Acompañado por otro Soldado llevamos en mi auto al Soldado herido al Hospital Militar, aproximadamente 6/7 cuadras de donde nos encontrábamos.

Cuando regreso al Batallón me encuentro en la Guardia con el 2do Jefe de la Unidad, el Jefe de Día y creo que también estaba el Comandante del III Cuerpo de Ejército. En realidad había muchísimas personas. Policías, personal de Inteligencia, etc. TODO ERA UN CAOS.

Me retiro a mi habitación en el Casino. Me siento en la cama. Me duele la cabeza. Me toco y siento un chichón en la nuca. Comienzo a repasar lo vivido. Algo me incomoda. Me levanto y saco de uno de los  bolsillos del vaquero mi reloj y la billetera. Claro; para ponerme las esposas debieron sacarme el reloj. Reviso la billetera. Estaba el dinero, las fotos, los documentos. Solo faltaba la CÉDULA MILITAR. Este tampoco es un detalle menor.

Hasta acá un relato de lo que viví durante la madrugada del 18 de febrero de 1973, desprovistos de toda apreciación personal. A partir de ahora, el relato de lo ocurrido durante esa noche a partir de los testimonios obtenidos y por último mis apreciaciones.

ASÍ FUE el Copamiento del Batallón.
Hay dos hechos que fueron esenciales.
  1. La existencia de un TERRORISTA INFILTRADO. En este caso, el “SOLDADO” GIMÉNEZ.
  2. Las facilidades que hasta ese momento tenían los Soldados para cambiar entre ellos los turnos de guardia. Esto permitió que el TERRORISTA INFILTRADO, “SOLDADO” GIMÉNEZ,  el día 18 de febrero de 1973, en el turno de 1 a 3 de la mañana fuera el centinela en el Puesto Nro 7. Este puesto de guardia era uno de los 3 que cubrían el paredón que separaba las instalaciones de la Unidad del barrio Chino y por donde ingresaron los TERRORISTAS del ERP.

Entre la 1 y las 3 de la madrugada del 18 de febrero, el “SOLDADO” GIMENEZ, TERRORISTA INFILTRADO, cumplía las funciones de Centinela en el Puesto Nro 7. Su consigna; “Custodiar el paredón que separaba las instalaciones del cuartel del Barrio Chino”.

Por este lugar, a partir de la 1 de la madrugada comienzan a ingresar al cuartel entre 50 y 60 TERRORISTAS pertenecientes al EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (ERP). En su gran mayoría vestían uniforme militar. (A quien se le dificulte entender el relato le pido antes de continuar vuelva a leer los párrafos resaltados en verde).

El “SOLDADOGIMENEZ durante un año había sido compañero y AMIGO de los soldados que circunstancialmente esa noche estaban de guardia y que posteriormente traicionó. Acompañado de otros “SOLDADOS” UNIFORMADOS se aproxima al puesto de guardia Nro 8, sorprende al Centinela, lo reduce  y lo  reemplazan por un “SOLDADOTERRORISTA.

Inmediatamente se dirigen al Puesto Nro 6 donde nuevamente sorprenden al Soldado apostado. Igual que en el caso anterior GIMENEZ le dice al soldado de guardia algo así como: “Che Negro dame el arma que estamos tomando el cuartel”, a lo cual el SOLDADO se niega. Mientras otros lo agarraban, GIMENEZ  comienza a pegarle culatazos con el FAL hasta hacerle perder el conocimiento y REVENTARLE un ojo. Este es el “SOLDADO”, verdadero HÉROE aún hoy DESCONOCIDO, que más tarde llevé al Hospital Militar Córdoba. Lamento no recordar su nombre.

A esta altura, el EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO se había  adueñado de los Puestos de Guardia 6, 7 y 8. Ahora solo les faltaba esperar que llegara el Cabo de Cuarto a realizar los relevos. A las  3 de la mañana, desde la Guardia de Prevención el cabo de Cuarto sale con los 8 Soldados entrantes. Al llegar al Puesto Nro 6 es sorprendido y reducido por un importante Nro de “SOLDADOS” que a las órdenes de un “CAPITÁN” le hacen creer que se trataba de un Ejercicio Militar.

GIMENEZ y otros 8 “SOLDADOSSIMULANDO ser el RELEVO regresan a la Guardia. Un Soldado les da el alto: “Alto quién vive”. Recibe como respuesta “SOY GIMENEZ”, con lo cual el Soldado que les había dado el alto se queda tranquilo. Ya en la Guardia, sorprenden al personal que ahí se encontraba incluido al jefe de Guardia. El cuento siempre fue el mismo. Un ejercicio que realizaba el Regimiento 14 de Infantería. Creíble por los uniformes, el aspecto de los “SOLDADOS”, el conocimiento que disponían y los términos que usaban.

Tomada la Guardia Central, copar y reemplazar a los centinelas de los Puestos de Guardia 1, 2, 3, 4 y 5 fue muy sencillo.

LA UNIDAD HABÍA SIDO COPADA.

Robaron el Polvorín y la Sala de Armas de la Compañía Comando y Servicios. Aclaro que había otras dos Compañías. Las Compañías A y la B. Cada una con su propia Sala de Armas. Estas no fueron tocadas.

Subieron el material sustraído a un camión UNIMOG que también robaron. Con este camión se desplazaron hasta el barrio “Los Naranjos”, a unas 20 cuadras del cuartel. Pasaron el material y armamento a otros vehículos y desaparecieron en distintas direcciones. Antes de ello, prendieron fuego al UNIMOG.

Fue un golpe muy duro. El caos, la confusión, la desorganización duró varios días. Se ordenó hacer un inventario de lo faltante. No era el momento adecuado. Habría que haber esperado y actuado con más calma. Los inventarios fueron mal confeccionados. Nunca se va a saber realmente todo lo que se llevaron. Un Polvorín y una sala de Armas casi completas. Se habla de 250 armas entre fusiles ametralladores, fusiles automáticos, pistolas ametralladoras, lanzagranadas y pistolas semiautomáticas. A esto habría que sumarle cajas de munición de distintos calibres, granadas, cargadores, cascos, sables bayonetas, anteojos de campaña, etc.

MIS APRECIACIONES

1.  TERRORISTA INFILTRADO. “SOLDADO” GIMENEZ

Un elemento esencial en el copamiento del Batallón fue la participación e información obtenida por un TERRORISTA INFILTRADO. En este caso el “SOLDADO” GIMENEZ.

El “SOLDADO” GIMENEZ no fue un conscripto más. Fue un conscripto destacado. A lo largo del año que estuvo INFILTRADO (1972/1973), su excelente comportamiento y disposición le permitieron ganarse la confianza de sus compañeros y superiores. Destinado internamente en la Compañía Comando y Servicios cumplió las funciones de AUXILIAR en la Sala de Armas de la Subunidad. Posteriormente pasa a desempeñarse  como AUXILIAR en la Jefatura de la Unidad.  No cualquier soldado cumple estas funciones.

Claramente este TERRORISTA INFILTRADO, “SOLDADO”, hizo un excelente trabajo. En todo sentido. Respecto al armamento sustraído, no es casualidad que la SALA DE ARMAS que fue robada es donde EL se desempeño como AUXILIAR. Tampoco fue casualidad que EL fuera uno de los pocos soldados que permaneció en el cuartel cuando la Unidad se trasladó a José de la Quintana. Tampoco fue casualidad que EL fuera quién estuviera apostado esa noche entre la 1 y las 3 de la mañana en uno de los puestos de guardia que daban al barrio Chino. Fue EL quién goleó al Soldado que se negó a entregar su armamento REVENTÁNDOLE un ojo. Fue EL quién obtuvo la información y confeccionó los planos que permitieron las acciones que finalizan con el Copamiento del Batallón. Lo que se conoce como un GRAN HIJO DE PUTA. Que me perdone mi esposa que me pidió no usa malas palabras.

Unos meses después de este lamentable hecho, se producía el Copamiento del COMANDO DE SANIDAD DEL EJÉRCITO en la Ciudad de Buenos Aires. Nuevamente un TERRORISTA INFILTRADO resultó fundamental en la ejecución de esta nueva acción de guerra por parte el EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (ERP). En este caso, el entregador fue el “SOLDADOHERNÁN INVERNIZZI (hijo de la psicóloga Eva Giberti, psicóloga reconocida quién seguramente habrá usado sus relaciones para incorporar a su hijo como soldado en ese destino). Con toda seguridad este TERRORISTA disfrazado de SOLDADO tuvo durante el año que “prestó servicios” el mismo comportamiento distinguido que tuvo GIMENEZ. Con toda seguridad este “SOLDADO INFILTRADO” también supo ganarse la confianza y afecto de sus compañeros y superiores. Este “SOLDADOINVERNIZZI es hoy funcionario público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y también un GRAN HIJO DE PUTA. Nuevamente que me perdone mi esposa.

Siembra TORMENTAS y cosecharás TEMPESTADES.

Lamentablemente no aprendemos. Desde el mismo ESTADO, 40 años después, continúan sembrando ODIO y fomentando la división entre los argentinos.

2.  FUE UNA GUERRA.

Fue una GUERRA. No la guerra convencional para la que fui instruido pero FUE UNA GUERRA. Fue una GUERRA contra ELEMENTOS IRREGULARES, CAPACITADOS, ORGANIZADOS y con la LOGÍSTICA adecuada para actuar en el tipo de contienda que ellos eligieron. Desde la clandestinidad, celularmente, sorpresivamente y sin ningún tipo de límites éticos o morales. Así es la guerra revolucionaria. Asesinar, torturar, matar niños y ancianos, traicionar, atentar, robar. TODO VALE para sometiendo por el terror, llegar al PODER. Y ellos sabían que la réplica se iba a producir. Y también estaban preparados para ello.

Entiendo que fuimos sorprendidos. No teníamos ni la instrucción ni la información necesaria para la contienda que nos presentaron y a la que un gobierno democrático nos ordenó enfrentar. Debimos aprender sobre la marcha. Nos costó muchas vidas.

Los TERRORISTAS que atacaron al B COM Cdo 141 SI FUERON INSTRUIDOS PARA EL TIPO DE GUERRA a la que nos llevaron. Veamos el porqué de mi afirmación. El “CAPITÁN” y los dos “SOLDADOS” que me sorprendieron en la noche del 18 de febrero:
  • Vestían correctamente el uniforme militar. Motivo según las leyes de la guerra para ser considerados espías o partisanos y perder los derechos de un soldado regular.
  • Utilizaban terminología militar. “Ejercicio, neutralización, grado militar, nombre de unidades, nombre de autoridades militares”. El trato hacia mi fue el de un Capitán a un Subteniente.
  • Conocían como estaba organizada la Guarnición Militar Córdoba, y a sus autoridades.
  • Sabían, me adelantaron, que luego de la toma, “Ejercicio Militar” según ellos, el Jefe del Batallón sería relevado de su cargo. Fue relevado al día siguiente.
  • En algún momento me sacaron el reloj para ponerme las esposas. Podrían habérmelo robado. Lo pusieron en uno de los bolsillos. Podrían haberse llevado mi billetera. Había dinero, fotos y documentos. Solo se llevaron la “Cédula Militar”. NO ERAN LADRONES COMUNES.
  • Aproximadamente a las 4 de la mañana ingresaron al Casino de Oficiales desde la Av. Richieri dos Oficiales. El Puesto de Guardia Nro 3, instalado para custodiar ese ingreso ya había sido copado por los TERRORISTAS y el Soldado Centinela reemplazado por un “SOLDADO” del EJÉRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO (ERP). Al ingresar estos dos Oficiales son saludados militarmente por el “SOLDADO” allí apostado. Estos Oficiales se dirigen a sus respectivos alojamientos sin que nada llame su atención.

3.  ME SIGO PREGUNTANDO

Hoy, 40 años después me pregunto. ¿Porqué los MEDIOS, la JUSTICIA, la SOCIEDAD se escandalizan tanto porque el Capitán ASTIZ se habría  infiltro en la organización Madres? ¿No lo hicieron mucho antes GIMENEZ, INVERNIZZI,  ÚRIEN? Y además el Estado hoy les da trabajo.

¿No suena raro? ¿No se trata de una situación INJUSTA y un comportamiento HIPÓCRITA?

Claro. Ellos y/o sus familiares desde el mismo Estado o integrando organizaciones de “SEUDOS DERECHOS HUMANOS”,  40 años después continúan sembrando ODIO y dividiendo a los argentinos.
El Capitán ASTIZ cumplió con una tarea normal en toda GUERRA. El Capitán ASTIZ actuó en el contexto de las “LEYES Y REGLAMENTOS MILITARES. EL Capitán ASTIZ cumplió órdenes. El Capitán ASTIZ  y cientos de otros Camaradas de las FFAA, FFSS y FFPP, hoy ILEGALMENTE PRIVADOS DE SU LIBERTAD, en un futuro no muy lejano deberán ser reconocidos por los SERVICIOS PRESTADOS A LA PATRIA.
Los DELINCUENTES TERRORISTAS, amparados por la prescripción de los hechos, al menos deberían tener una CONDENA SOCIAL. Caso de KUNKEL, BONASSO, ANGUITA, GULLO, o los “SOLDADOS ENTREGADORES” GIMENEZ, INVERNIZZI, ÚRIEN , etc, por nombrar algunos,  todavía aceptados por la sociedad en general y por sus pares en particular (Políticos, Funcionarios Públicos, Periodistas).

Para no quedarme con una espina. Tomemos por ejemplo el caso de DANTE GULLO.
El periodista ANTONIO LAJE cuando lo entrevista, lo trata amigablemente, afectuosamente por su nombre de pila.  “DANTE” le dice.
¿No conoce LAJE la historia de este SORETE? ¿Hay violencia que esta mal y otra que se puede justificar? ¿No es lo que hacen LAJE Y DEMÁS PERIODISTAS? Perdón nuevamente a mi querida esposa.

4.  PRIMERAS ENSEÑANZAS. Luego vendrían muchas más

  •    El Uniforme no identifica.
  •    Hace falta tiempo y espacio para reducir el factor sorpresay facilitar la reacción ante un posible ataque. Para ello se construyeron Puestos de Guardia elevados y se mejoró la iluminación del Cuartel.
  •    Se modificó el procedimiento para designar los Soldados de Guardia, como fechas del servicio y puestos a cubrir.  Esta información pasó  a ser reservada.

Buenos Aires, 17 de febrero de 2013

Cnl (R-PPP) Juan Carlos Alsina
CN. Artículo 18 “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa...." VIVA LA PATRIA…..!!!!!!

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