jueves, 28 de febrero de 2013

NO HAY JUSTICIA SIN LEGALIDAD


HIJOS Y NIETOS DE PRESOS POLÍTICOS

JUSTICIA es una palabra que le queda demasiado grande a cualquier Poder Judicial. Sobre todo cuando hablamos de la pérdida de un ser querido, en ese caso no hay reparación que pueda hacer el Estado para equiparar la ausencia.


Queda entonces la LEGALIDAD, ese conjunto de "Reglas del juego" que protege a los ciudadanos de los caprichos de sus gobernantes. Lo más cerca que puede estar el hombre de la justicia es la legalidad, el respeto irrestricto del Estado de Derecho por sobre los intereses individuales, exactamente lo contrario de la justicia vindicativa, del "ojo por ojo" con el que nos quedaríamos todos ciegos.


Algunos nos preguntan todavía por qué nos definimos como Hijos y Nietos de Presos Políticos. Tenemos prisiones preventivas que en varios casos superan los 8 años, cuando la ley permite 2  y a lo sumo 3 cuando se haya “impedido la finalización del proceso en el plazo indicado". Nuestros jueces violan los tratados internacionales de DDHH cuando niegan las excarcelaciones y los arrestos domiciliarios que les corresponden, sobre todo a los mayores de 70 años o los que están enfermos. Ya murieron 191 personas en manos de sus jueces, los mismos que debían asegurarles la salud. El propio Zaffaroni escribió respecto de las prisiones preventivas, que donde dice "pueda" debe entenderse "deba", ya que estas cosas no pueden quedar sujetas a la voluntad individual.


Nuestros viejos se enfrentan a condenas puestas de antemano donde se condena a cadena perpetua sin importar como hayan actuado o el rol que cumplían en el momento, por testimonios en los que reconocen a los imputados "por el perfume", "por los zapatos", o lo hacen hablando de fechas imposibles por cambios de destinos o incluso porque el imputado se estaba casando ese mismo día. Hay quien dijo reconocer a todos los acusados de ese juicio, aunque estuviese siempre encapuchado, porque murió mientras lo interrogaban y los "vio desde arriba" antes de volver en sí (y esto no es ni chiste, ni exageración). Estos son tan solo unos pocos ejemplos de lo que ocurre en estos juicios. Estos son los ejemplos que el Fiscal General de Casación Javier De Luca solicitó se le precisen. Cuando quiera, estamos a su disposición para ejemplificar la falta de pruebas con las cuales se condena indiscriminadamente.


Fiscal General de Casación Javier De Luca

Así y todo con estas, cuanto menos pobres pruebas, muchas veces contradictorias entre testigos, estos condenados en primera instancia esperan encerrados las revisiones de Casación y Corte Suprema, es decir siendo aún inocentes para la ley, a diferencia por ejemplo, del barrabrava Alan Schlenker que está libre en las mismas condiciones procesales.


A nuestros viejos se los juzga con lo que determina el Estatuto de Roma de 1998 sobre Lesa Humanidad, pese a que este dice expresamente que puede ser utilizado "únicamente con respecto a los crímenes cometidos después de la entrada en vigor del presente Estatuto respecto de ese Estado", para así respetar el principio de Legalidad, la misma razón por la que no se utilizó la nueva legislación sobre la Trata de personas en el juicio de Marita Verón.


Los padres y abuelos de todos nosotros están presos porque el Poder Judicial argentino lejos de cumplir y hacer cumplir la ley, se somete a la voluntad de los políticos, a la presión que les permite usar livianamente a los DDHH como blindaje a las críticas, como cortina de humo o para robar descaradamente como quedó expuesto en el caso de Schoklender y la fundación Sueños Compartidos.


Señores Jueces son ustedes, como brazo ejecutor de los politiqueros de turno, los responsables de las 191 muertes a causa de las violaciones que estamos denunciando, son ustedes los responsables de la incertidumbre y la injusticia que pesa en nuestras familias. Ustedes están arrastrando a los secretarios y demás funcionarios judiciales a ser partícipes necesarios de esta estructura organizada de poder que asegura que estos delitos se lleven a cabo.


Tengan claro señores jueces, que nuestros viejos no están solos, que sus familiares, sus amigos, que nosotros sus Hijos y Nietos vamos a asegurarnos no solo el respeto de nuestros derechos, sino de que caiga sobre ustedes todo el peso de la ley.

Es solo cuestión de tiempo                  

Hijos y Nietos de Presos Políticos

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