OLVIDOS
AGRAVIANTES
Con motivo del denominado Día de la
Memoria por la Verdad y la Justicia, el
rector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, publicó una solicitada que tituló "Defendamos la verdad, la justicia y la
memoria". Nada hubiera llamado la atención si no tuviera olvidos
agraviantes. Una vez más, la memoria ha sido reemplazada por severas amnesias,
la verdad nuevamente ha padecido groseras hemiplejias y se ha pretendido hacer
creer que en nuestro país existe justicia, cuando está en manos de jueces que han
hecho del prevaricato su metodología para negarla, al violentar el artículo 18
de la Constitución y más de 20 normas jurídicas para privar de la libertad a
cientos de miembros de las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales,
penitenciarias y civiles por haber participado en la liberación de la Nación y
su pueblo del flagelo del terrorismo. Lo preocupante es que en esta oportunidad
el agravio proviene nada menos que del responsable del más importante centro de
formación del país, la UBA. El rector, que por su edad y formación no puede
desconocer lo sucedido en el pasado, ha cometido la inaceptable omisión de
negar la existencia de los miles de víctimas de las organizaciones terroristas
que asolaron nuestra patria, muchas de ellas también alumnos, profesores,
graduados y no docentes que fueron blanco de un terrorismo criminal.
Proceder de esta manera en nada
contribuye a la paz social y la concordia que tanto necesita nuestro país.
Tte.
Cnel. (R) Emilio Guillermo Nani
LE 4.526.260
LA
LECCIÓN SUDAFRICANA
En el suplemento Enfoques del domingo
pasado hay una entrevista con el filósofo
francés Philippe Joseph Salazar que considero, como argentina preocupada
por el país, que ningún ciudadano responsable debería dejar de leer. Con la
fuente de inspiración en la vida ejemplar de Nelson Mandela, se descubre en esas líneas, como ya la antropología
lo había demostrado, que cierto tipo de justicia "es una forma codificada de la venganza". Sudáfrica
permitió comprender, con la política que empleó, que hay otras formas de
justicia. El tratamiento del odio y de la venganza debe ser tomado
políticamente, porque el marco sigue siendo político, pero sin duda ayudaría
inmensamente hacer comprender a unos y otros que el fin es crear una
reconciliación nacional. No insistir por lo tanto en aquello tan viejo como
inútil de "dividir para reinar".
En Sudáfrica no se creó infelicidad. El trabajo de la memoria impide avanzar y
allí el pasado se enterró y se avanzó. Hace falta resolver el conflicto mental,
psicológico y político, y no crear una industria de la memoria, ocultando a
veces lo que no sirve y mostrando lo que sirve. La reconciliación significa una
apertura.
Como dice Salazar, "hay una
Sudáfrica mirando al futuro y una Argentina lamentablemente encadenada al
pasado".
Maureen
Dolan de Richards
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/1675948-sin-titulo
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