jueves, 18 de septiembre de 2014

NO HAY QUE CALLARSE MÁS


Date: Thu, 18 Sep 2014 20:39:57 -0300
From: Carlos Galvalizi carlos.galvalizi@gmail.com
Subject: SU LLAMADO DEL SÁBADO 13

18-Sep-2014

Julián Domínguez
Presidente de la deshonrosa
cámara de diputados de la Nación

Le estoy escribiendo por cuanto usted hizo sendos llamados a mi domicilio, el sábado pasado, para hacerme escuchar un mensaje automatizado relativo a la sanción que la cámara dio a la Ley de cambio de sede de pago de la deuda contraída con los llamados bonistas.

Al cierre del mensaje Usted proporciona la dirección de correo electrónico a la que estoy dirigiendo el presente, mencionando que le interesa conocer mi opinión, por lo que seguidamente se la proporciono. Pero, por si acaso, estoy enviando copia a su dirección oficial en el Congreso.

1 – Sr. Domínguez, usted no tiene ningún derecho a importunarme llamando a mi casa, mucho menos en día sábado. No le he pedido que me llame ni me interesa en absoluto escuchar las patrañas que usted y los suyos dicen a diario.

Por lo tanto, espero sus disculpas por la invasividad cometida y por la falta de respeto hacia mi persona al dirigirse a mí mediante una grabación. NO SOY UN VACUNO AL QUE SE LE TIRAN GRANOS EN EL COMEDERO, vale que lo sepa.

2 – Con respecto a la Ley mencionada, que usted presenta como una victoria soberana con ese cinismo que es marca de agua del régimen que soportamos en este país los que querríamos vivir en uno desarrollado, bien ubicado en la delantera de la civilización moderna, la misma no es sino otra muestra de la degradación sin pausa por la que se está conduciendo a esta Nación, señor. Este gobierno, secundado por los sicarios de las instituciones como es usted, le ha vociferado al Mundo que hace sus necesidades sobre las leyes, sobre las palabras dadas y sobre los mismos tribunales que eligió para dirimir un litigio que el mismo gobierno provocó gracias a su perversa, corrupta e inidónea gestión.

3 – Este gobierno al cual usted y muchos, en la cámara que preside, le han sacrificado sumisamente la Constitución de la Nación Argentina en el altar de su totalitarismo, es por lejos el peor gobierno que la era democrática nacida en 1983 ha podido dar a luz.

No hay – repito, NO HAY – tópico o tema de gestión en el que el fracaso más rotundo no sea una mácula podrida propia de los antecedentes de los delincuentes venidos del Sur de nuestro país. Este es un gobierno cuya inidoneidad y corrupción le costaría la destitución en cualquier Nación donde la Ley y el Derecho se hagan valer en serio en vez de estar custodiados por jueces que son meros siervos del poder ejecutivo.

Habiendo ya cruzado la línea de los ONCE años en el poder, el panorama grita que nos han dejado sin autoabastecimiento energético, sin seguridad en las calles, sin Fuerzas Armadas que se respeten, sin reservas internacionales, sin calidad educativa, sin inversiones, sin jubilaciones dignas, sin obras públicas de infraestructura, sin mercados internacionales que antes nos eran propios, sin VERDAD, sin JUSTICIA…. Y así podría seguir.

¿Y tanta falencia por qué y para qué?  Ya es inocultable que la corrupción más espantosa que este país ha vivido es la razón de fondo para tanta presunta inidoneidad de gestión. Cada metro cúbico de combustible o kilowatt que se importa, cada obra demorada o licitada de buenas a primeras con precios altamente inverosímiles, son el trasfondo de negociados inacabables que enriquecen a los funcionarios y vampirizan el patrimonio de la Nación.

4 – En resumen, Domínguez, ustedes son LADRONES. 
Ladrones de nuestros dineros privados.
Ladrones de los dineros públicos.
Ladrones de la ESENCIA de la Democracia.
Ladrones del HONOR de esta Nación.
Ladrones de la DIGNIDAD de esta República.

Y como no parece serles suficiente con ser LADRONES, aplican otras perversiones.
A la Democracia, también la ultrajan.
A la Nación, también la denigran.
A la República, la sodomizan.

5 – Soy un simple ciudadano, pero le prometo que dedicaré mis mejores esfuerzos a hacerles pagar tanta vergüenza, tanta ignominia, tanta impúdica y cínica corrupción.

Trataré de que usted y los de su palo, desde la Rosada hacia abajo, terminen en una celda reducida a la que deberán limpiar diariamente, recibiendo mínimas visitas mientras todos sus bienes son embargados para restituir mínimamente los daños inconmensurables infligidos a esta Nación a la que vinieron mis antepasados buscando un futuro mejor y gracias a ustedes tenemos este presente de pesadilla.

De paso, avísele a la soberbia desquiciada a la que usted y tantos otros rinden culto que, para cuando la sienten en el banquillo, se le reclamará la exhibición del famoso diploma que hasta ahora no ha visto la luz pública.

Sin otro particular, lo REPUDIO con mi mayor consideración.

Ing. Carlos A. Galvalizi
DNI 7642147

Rosario, Santa Fe

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