El testimonio de
voces autorizadas como la de la señora Fernández Mejide y los señores Moreno
Ocampo, Yofre, Labraña, Leis y tantos otros han expresado con acierto la
errática y disociada política de derechos humanos en la Argentina, en la que se
mezclan irrespetuosamente personas profundamente heridas con la reivindicación
de terroristas impunes para nada arrepentidos, la descarada manipulación de la
Justicia al servicio de la venganza de los que serían los "terroristas buenos", ensañados con ancianos presos que
siguen muriendo en cautiverio. Por algo, el Presidente habló en su momento de
terminar con el "curro" de
los derechos humanos.
Muchos argentinos lo
estamos esperando. Sin duda no será aplaudido por terroristas, corruptos y
otros usufructuarios del "curro"
mencionado, sino por la gente de bien que lo votó para construir una Argentina
en paz.
Antonio
Mascardi
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