Una deuda
pendiente con las víctimas del terrorismo "Victoria
del Ejército Montonero", titulaba la tapa del N° 8 de la revista Evita
Montonera, para informar que el 5 de octubre de 1975 había atacado al
Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa (RI Mte 29) del Ejército
Argentino. Ya se cumplieron 43 años de una de las acciones terroristas de mayor
magnitud ocurridas en nuestro país en la década del 70, en este caso durante el
gobierno de María Estela Martínez de Perón, viuda del general Juan Domingo
Perón, quien presidía un gobierno democrático elegido con el 62% de los votos.
Afirmaban los
montoneros, en 1975: "La lucha es
político-militar y nuestra estrategia de liberación es la guerra integral
contra el imperialismo y sus aliados", y por ello, "la organización Montoneros resolvía:
[...] Reasumir las formas armadas de lucha, la que junto con todas las otras
formas (actos, movilizaciones, huelgas, caños, etcétera) constituyen la guerra
popular integral [...]" Así formalizaban la guerra al gobierno
constitucional, buscando reemplazarlo por las armas, por lo que fue declarada como
una organización ilegal y sediciosa, por el propio gobierno peronista.
La revista
describe los hechos de esta manera: "Para
la operación en Formosa, planificamos y preparamos una larga aproximación y
retirada de una fuerza muy grande de combate, tanto en hombres como equipo
[...] que incluía el copamiento de un avión en Aeroparque y del aeropuerto de
Formosa [...] Su armamento era: 11 fusiles FAL, 18 pistolas ametralladoras
Halcón, 5 fusiles FN, 1 fusil ametralladora Madsen, 2 escopetas, 5 minas y 51
granadas; además, armas cortas para todos, y contábamos con 19 vehículos. [...]
El total de compañeros que participan de la operación, al que debe agregarse un
pelotón de apoyo en Capital Federal, son 60. A esto deben sumarse dos móviles
aéreos: el Boeing (secuestrado) y el Cessna de 4 plazas. Las bases operativas
fueron Capital Federal, Rosario, Santa Fe, Resistencia y Formosa".
Evita
Montonera describe el combate así: "A
partir de este momento comienza una verdadera batalla; los soldados -armados o
desarmados en algunos casos desobedecieron la orden de rendición, en todos
lados presentaron fuerte resistencia y en algunos lugares esa resistencia fue
suicida [...] Los soldados cuando podían escapaban de los lugares atacados
[...] pero ninguno suelta el fusil y una vez a distancia buscaban parapetarse
para iniciar el fuego".
La publicación
oficial de Montoneros pinta la soberbia armada de esta "vanguardia iluminada": "Aventuramos la hipótesis de que esta resistencia suicida de los soldados
tiene que ver, en parte, con el bajísimo nivel de conciencia de la población de
la zona [...]". Vale decir que
los conscriptos no entendieron que los guerrilleros eran sus liberadores y
defendieron su regimiento.
Uno de esos
soldados era Hermindo Luna, quien
desafió la orden de rendición de los terroristas que atacaban su cuartel. Su
grito de "¡Acá no se rinde nadie, mierda!", mientras caía
partido en dos por una ráfaga, inscribió
su nombre entre los héroes de la defensa del RI Mte 29. Fieles a su
juramento a la bandera, también cayeron
otros nueve conscriptos: Antonio Arrieta, Heriberto Ávalos, José Coronel, Dante
Salvatierra, Ismael Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales y
Alberto Villalba; el sargento Mario Sanabria, el subteniente Ricardo Massaferro
y el agente de la policía formoseña Argentino Alegre.
Los
terroristas, en la misma revista, informan acerca de sus muertos: "De la Guardia escapa la mayoría de los
soldados [...] allí había 33 soldados que se parapetan y hacen fuego contra
nuestros compañeros provocándonos el mayor número de las bajas sufridas. [...]
Del Pelotón 3 y 4, ocho compañeros debían correr 40 metros sin protección
física. Solo dos compañeros llegan, los otros seis caen en el camino. [...] Los
tres compañeros del pelotón 2 [...] no volvieron. [...] Estos son los once
compañeros que caen en la operación".
Los atacantes
al cuartel abatidos en combate fueron en realidad doce: el soldado entregador,
Luis Roberto Mayol; Oscar Ramón Boero, Reinaldo Ramón Briggiler, José Daniel
Graziano, Juan Sebastián Hernández, Víctor Hugo Iribarren, Raimundo Kobalc,
Saúl Mario Kobrinsky, Jorge Alberto Livieres, Arturo Inocencio Mariani, Luis
Carlos Morero y Alfredo Rubén Velázquez.
El Registro Unificado de Víctimas del
Terrorismo de Estado (Ruvte) de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación
afirma que los atacantes al RI Mte 29 fueron víctimas de la represión ilegal
del Estado, calificando cada caso como "asesinato",
lo que habilitó a sus herederos al cobro de indemnizaciones, como beneficiarios
de la "ley reparatoria" N°
24.411. La suma promedio, actualizada a octubre
de 2018, de cada una de las nueve indemnizaciones pagadas hasta ahora, asciende
a más de 5.500.000 pesos. Como contrapartida, los padres que sobreviven a
aquellos hijos que murieron defendiendo el cuartel cobran una pensión mensual de
unos 5000 pesos promedio.
Más de 20.000 placas vacías... son mentira! |
En la CABA, el Parque de la Memoria - Monumento a
las Víctimas del Terrorismo de Estado, "homenajea
y recuerda" a los guerrilleros abatidos en el ataque y proclama que "murieron combatiendo por ideales de
justicia y equidad". Para decirlo claramente: el Estado argentino y el gobierno de la
ciudad de Buenos Aires llevan muchos años haciendo apología del terrorismo, y
lo mismo sucede en otras provincias y ciudades de todo el país. Este
despropósito debe cesar inmediatamente y la Justicia establecer si constituye
delito y castigar a quienes eventualmente lo cometieron.
Adicionalmente, el gobierno nacional continúa
faltando a su obligación de recordar y honrar a quienes fueron víctimas del
terrorismo, y dar consuelo y resarcimiento a sus familiares. Tampoco
admite ya más demora que el Estado dé cuenta acabada y precisa de los más de
casi 76.000.000.000 de pesos, calculados a moneda de octubre de 2018, pagados
sin control en decenas de miles de indemnizaciones, y también acerca de las
pensiones graciables, otorgadas de manera igualmente opaca, en el marco de las
llamadas "leyes reparatorias"
vigentes, ninguna de ellas prevista para los héroes ni familiares de quienes
entregaron sus vidas o sufrieron daños de todo tipo en la defensa de la
Argentina durante la guerra revolucionaria de los 70.
Por: Pedro
José Güiraldes
NOTA: Las imágenes,
referencias y destacados no corresponden a la nota original.
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