Si
Francisco de Quevedo hubiera vivido en estos tiempos y en estas tierras, sin
duda que hubiera gozado de material para inspirarse y escribir varios tomos
sobre la Picaresca política nacional, extendiendo “El Buscón”, a una gran enciclopedia. Pero dejémoslo allá,
en el Siglo de Oro a la memorable pluma y aboquémonos al presente. Ver al “Alberto” Rodríguez Saa en disputa de
familia, pelearse con el “Adolfo” y a
éste, que fue opositor durante el kirchnerismo como con Macri, convertirse en “aliado” de Cambiemos en menos que canta
un gallo, es una muestra más que la política nacional da para todo en los ahora
llamados “espacios políticos”. Nadie
puede negarle oficio y experiencia política al Senador Miguel Angel Pichetto,
hoy compañero de fórmula de Mauricio Macri que ya logró el pase de la senadora
neuquina, Lucía Crexell y acercado
al salteño ex gobernador y senador Juan
Carlos Romero y al correntino Carlos
Espíndola, como al gobernador de su provincia: Río Negro, Alberto Weretilneck, quien, sin
engrosar el oficialismo hará de acompañante. Podemos afirmar, sin equivocarnos
que Cambiemos ya va teniendo su pata peronista, un logro de Pichetto y del Ministro Frigerio, luego de años de no ser escuchado en Balcarce
50.
La
premisa hoy de los “polarizados”
parece ser buscar a toda costa seducir a los “no polarizados” de uno y otro lado. La falta de iniciativa, en
términos políticos del gobierno de Macri, parece ahora, por la necesidad de las
encuestas que dan una gran paridad, dar fuerza dentro de Cambiemos tanto a la
UCR como al Peronismo Republicano que encarna Pichetto, que vino a inyectarle
política a un discurso oficial que se recluía en la “gestión”.
Mientras
los operadores y voceros del gobierno, incluidos periodistas y analistas,
muchos de ellos respetables e intelectualmente honestos, le niegan la razón de
ser a las candidaturas de Lavagna, Gómez Centurión o la de Espert,
a quien la Justicia bonaerense le bochó a su candidato a Gobernador Guillermo Castello, en una nueva
cochinada similar a lo sucedido con Alberto
Aseff, desde el Frente para Todos intentan algo similar. Desearían que en
el Frente de Izquierda o el MAS dejarán sus aspiraciones para sumarse al
conglomerado que encabezan Fernández -
Fernández. En ambos casos, no pueden digerir que ideas, valores y
posiciones son diferentes y singulares, constituyendo una cultura política de
cosmovisiones policromáticas, no de blancos y negros. Así sucede en infinidad
de países como España,
Francia, Italia, Chile y Brasil, entre muchos otros, conformando
coaliciones como en los mencionados países sudamericanos.
La
pregunta es a dónde irán los votos de las terceras, cuartas y quintas fuerzas o
los de aquéllos que no superen el 1, 5% en las PASO; tanto en la primera vuelta
como en un muy posible ballotage. Siendo que los votos no son de nadie, suponer
un traslado automático es aventurado, donde el voto es una resultante de
situaciones personales, humores sociales, expectativas, desencantos, miedos,
valores, e ideología. Se puede inducir
que votantes de Espert, Gómez Centurión y Lavagna-Urtubey, no se correrán al
kirchnerismo, como los votos de las Izquierdas no votarán por Macri, pero la
verdad estará en las urnas, si se produce la segunda vuelta entre Macri y
Fernández. Al igual que en el gobierno, en el “espacio” mayoritariamente signado por el kirchnerismo, buscan
atraer a los que intentan escapar del dilema binario. En los últimos tiempos el
candidato Alberto Fernández ha patinado
en su discurso de campaña frente a Venezuela, se ha enojado con el
periodismo o ha ninguneado el acuerdo Mercosur-Unión Europea. Sobre este punto,
un logro, sin duda del Gobierno nacional, se ha utilizado como una buena
herramienta de campaña. La región se integra al mundo desarrollado de manera
plena, se escucha mencionar. Sin negarlo y por el contrario, sosteniendo que un
acuerdo Mercosur y de una posible con la Alianza del Pacífico con la Unión
Europea, es un notorio avance en política exterior que, conlleva un farragoso
camino para poder alcanzar los estándares necesarios. Aranceles, legislaciones,
cargas impositivas, regulaciones, subsidios y el complejo desbaratamiento de
los costos existentes en el país como ejemplo que los sindicalistas no estén
obligados a efectuar declaraciones juradas de bienes personales, como cualquier
ciudadano, el sistema de exenciones que rige para el Poder Judicial o la “caja” de las Obras Sociales en manos de
los Sindicatos ¿Podemos pensar que la Unión Europea no exigirá cambios y
adecuaciones sobre estos puntos? Lo dudamos.
Asimismo,
sectores del empresariado nacional, acostumbrados a ser prebendarios del Estado
o a no tener competencia alguna, por décadas, aceptarán avenirse a una disputa
de calidades y precios con algunas de las economías más desarrolladas del
mundo, también lo dudamos. Sólo un enorme poder de decisión política y de
consenso opositor puede superar los escollos, que por largos años, década como
mínimo, deberían concretarse para encontrar posible el acuerdo que, a su vez,
debe ser aprobado por todos los parlamentos europeos y de los países sudamericanos.
La realidad nos hace también dudar, ya
sea el que sea el ganador de octubre.
Si
Cambiemos renueva gobierno, encontrará un sector opositor cerril y si por el
contrario el kirchnerismo se hace de la Presidencia, congelará el avance desde
los intereses más el empaste ideológico, tal como lo manifestó su candidato
Fernández, con el silencio de la Señora de Kirchner, que “nada había para celebrar” en alusión al acuerdo de los bloques de
países.
Falta
muy poco tiempo para la gran encuesta, de las PASO, que marcarán el termómetro
político nacional de cara a la elección de octubre. Si tenemos en cuenta que
las primarias son sólo una puesta en escena de las preferencias más reales de
los votantes, veremos si se vuelcan por las convicciones, valores, miedos,
desesperanza, búsqueda de soluciones de forma o de fondo, desencantos frente a
la realidad del presente o revalidar el pasado. Hoy ni uno ni otro enamoran
demasiado, salvo en sectores duros de ambos polos de la política nacional, con
una gran porción que recorre una vía de amplias disidencias con unos y otros,
de allí que en las PASO se darán los votos más genuinos en las inclinaciones
del ciudadano, luego será otra historia, pero ésta, aún falta mucho para darla
por finalizada
Un hecho que merece ser destacado es la presentación de la Sra.
Jovina Luna, hermana del soldado conscripto Hermindo Luna, asesinado en
democracia en 1975 junto a otros
compañeros en el brutal ataque realizado por la organización terrorista
Montoneros al Cuartel de Monte de Formosa en donde también fueron abatidos en
combate más de una decena de guerrilleros, incluido el entregador del Cuartel. Jovina Luna realizó su presentación
judicial denunciando al Estado Nacional por las indemnizaciones cobradas por
las familias de los guerrilleros, en promedio 250 mil dólares cada uno, y sus
nombres incorporados al monumento de la Costanera que recuerda a los
“asesinados por desaparición por parte del terrorismo de Estado”, cuando muchos
de los allí inscriptos murieron en combate atacando cuarteles o en atentados
perpetrados antes del golpe de Estado de 1976, es decir en democracia.
Mientras tanto las familias de los soldados, suboficiales y oficiales caídos
defendiendo y cumpliendo con su deber, además de recibir míseras pensiones, han
pasado al más canallesco olvido. Es hora
que la sociedad, su dirigencia toda, en particular la política deje la
hipocresía a un lado y asuma la responsabilidad de difundir la verdad histórica
completa sobre la sangrienta década de los ‘70, donde unos son héroes y otros
permanecen presos a pesar de que muchos de ellos ya superan los 70 años, lo que
obliga a una prisión domiciliaria, cajoneada por muchos jueces que miran al
costado en vez de aplicar la Ley. Sólo con la verdad total sobre lo sucedido en
nuestro país en los años de plomo, se podrá poner fin a una cínica manipulación
de la verdad histórica del drama que vivió la Argentina. Con medias
verdades, muchas veces peor que una mentira un país no puede mirar hacia el
futuro, como ha sucedido desde el 2003 hasta el día de hoy, con igual similitud
entre los gobiernos de los Kirchner y el de Macri, en un caso incentivados
desde el propio Gobierno y en el otro, temerosos de ser vapuleados por lo “políticamente
correcto”, que ejerce el patrullaje ideológico de la izquierda, que es
decir la parafernalia de la izquierda en su discurso, que inclusive en este
tema, cuentan con la complicidad de muchos medios y periodistas que por interés
o temor le esconden la verdad al tema
que hoy está planteando la humilde y corajuda Jovina Luna, merecedora de
nuestro mayor respeto. Con verdad hay sinceramiento y futuro, con falsedad
sólo enfrentamiento, cargado de resentimiento.
Lamentable
realidad de un país degradado fue lo sucedido con los ex combatientes de
Malvinas, el Comodoro Héctor Sánchez y
el Capitán Luis Cervera que fueron invitados al Colegio Nacional Buenos
Aires a dar una charla sobre sus acciones de combate -siendo que son
reconocidos mundialmente por su coraje y eficiencia-, pero allí fueron agredidos por parte tanto de alumnos y de padres,
obligándolos a retirarse de ese centro educativo, que supo ser de excelencia.
Ninguna reacción nacional, ni del oficialismo ni de la oposición al respecto.
Sólo la recolección de firmas de la ONG CitizenGo, conducida por Silvia Spataro
para repudiar el hecho y exigir un desagravio público, al Ministro de
Educación, Alejandro Finocchiaro y a la Rectora del Nacional Buenos Aires, Valeria
Bergman, a estos pilotos de la Fuerza Aérea que, además de perder muchos
camaradas , se jugaron el pellejo cumpliendo con su deber de soldados en un
estado de guerra. Una muestra más de esta Argentina invertebrada, al decir de
Ortega y Gasset.
NOTA: Las imágenes y
destacados no corresponden a la nota original.
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