"Una vez más, la historia, como decía Hegel,
progresaba para el mal lado".
Juan José Sebreli.
progresaba para el mal lado".
Juan José Sebreli.
Voy a
apartarme hoy del escenario estrictamente electoral para referirme a dos temas
que se vinculan con la historia de nuestro país y que han vuelto al presente
como tragedia.
El 11 de julio
ppdo. y para conmemorar el Día de la Independencia, dos veteranos y héroes
condecorados de la Guerra de las Islas Malvinas, el Comodoro Héctor Sánchez y
el Capitán Luis Cervera, de la Fuerza Aérea Argentina, fueron invitados por el
Colegio Nacional de Buenos Aires a contar sus experiencias como pilotos en el
conflicto bélico que, con su triste pero esperable desenlace, tanto enlutó a
nuestra patria.
Para ratificar
lo dicho, basta recordar que estos hombres perdieron nada menos que a nueve
compañeros en esas incursiones casi suicidas contra la flota británica, que los
obligaron a pelear a enormes distancias del continente, con escaso combustible
y pocos medios tecnológicos y donde la diferencia sólo pudo darse por el coraje
y la entrega de los aviadores militares en combate.
El arrojo y la
pericia de nuestros pilotos han sido reconocidos, sin límite alguno, por todos
los comandantes del Reino Unido que participaron en el conflicto, al igual que
lo fueron los demostrados por nuestros marinos submarinistas, comandos y
batallones de infantería.
Nada de eso
resultó suficiente para impedir que un grupo de alumnos, y algunos padres,
comenzaran a agredir a los expositores, pretendiendo involucrarlos -nótese que
sólo por haber lucido con honor el uniforme argentino- en la desaparición de
personas durante el último gobierno militar, y a protestar por su presencia en
el instituto de enseñanza.
Así quedó
definitivamente demostrado el inmenso daño que el kirchnerismo causó a la
sociedad, parte de la cual, con tal de sostener sus falacias históricas, está
dispuesta a realizar verdaderos sacrificios humanos en el altar de su perversa
ideología, adoptada sólo por interés político, y volver a matar en él a los
mejores de nosotros. Ni siquiera puede condenar, ni lo acepta de terceros, al
genocida régimen de Nicolás Maduro.
Ante esa misma
piedra sacramental están esperando su turno los dos mil ancianos militares -ya
han muerto por negligencia y falta de atención médica más de quinientos de
ellos en prisión- condenados sin pruebas y transgrediendo todos los principios
del derecho constitucional y procesal penal. Los responsables de esta situación
son tanto los asesinos togados y los fiscales militantes que realizaron las
parodias de juicio al mejor estilo stalinista, los organismos de falsos
derechos humanos y hasta los ministros de Justicia desde 2003 hasta la fecha.
Estos últimos
no han informado aún a la sociedad cuánto y a quién se pagaron las
indemnizaciones, pese a que éstas alcanzaron los miles de millones de dólares
de dineros públicos.
Este aspecto
del fabuloso negociado montado alrededor del tema por el kirchnerismo ha sido
puesto ahora sobre el tapete por una humilde mujer, Jovina Luna, hermana de uno
de los soldados conscriptos asesinados por Montoneros, la guerrilla peronista,
el 5 de octubre de 1975 (en pleno gobierno democrático, elegido por más del 63%
de los argentinos) en su fracasado asalto al Regimiento 29 de Monte, en
Formosa.
No solamente
el Estado ignoró a los caídos en la defensa del cuartel, sino que indemnizó a
los familiares de los subversivos muertos durante el ataque, a razón de US$
250.000 cada uno e incorporó sus nombres al muro del Parque de la Memoria, al
cual la Cancillería lleva a rendir homenaje a los mandatarios extranjeros,
muchos de ellos gobernantes de países que han sido también víctimas de acciones
terroristas.
Esa pared fue
dotada, durante el kirchnerismo, con 30.000 chapitas que, originalmente, debían
albergar los nombres de igual número de desaparecidos durante el Proceso; se
incluyó en tal nómina hasta los de aquellos que fueron ajusticiados por las
propias organizaciones guerrilleras pero, cuando resultó obvio que no había
nada parecido, se recurrió a retroceder en el tiempo, y así se llegó hasta
1955.
Aún así,
quedan 20.000 vacantes, sin nombre alguno; pero ese dato, como tampoco las dos
ediciones (1983 y 2006) del famoso informe de la CONADEP, impidió que la
Legislatura de la Provincia de Buenos Aires sancionara el año pasado una ley
que impide discutir la mágica cifra de 30.000, confesadamente inventada por
Luis Labraña para conmover a los izquierdistas europeos y hacerlos abrir sus
billeteras para bancar las actividades de las Madres y Abuelas de Plaza de
Mayo, que realizaron ingentes latrocinios luego con los aportes estatales que
también recibieron.
Pero, a veces,
también se nos da una segunda oportunidad. Mucho me he preguntado qué hubiera
sucedido si, en 1973, la burocracia de su movimiento hubiera permitido a Juan
Domingo Perón llevar como candidato a Vicepresidente a Ricardo Balbín y no a
Isabel Martínez; la respuesta siempre fue la misma y, con seguridad, el 24 de
marzo de 1976 hubiera sido sólo un día más.
Ahora, la
oferta de Mauricio Macri a Miguel Angel Pichetto viene a ocupar ese rol; estoy
convencido que el actual Senador, cuando ocupe su nuevo cargo después de las
elecciones, será el puente que permitirá superar la grieta y enterrar, de una
buena vez, un pasado que sigue dividiéndonos por no haber sido nunca saldado y
olvidado, como ocurrió en Europa, a pesar de los cuarenta y tres años transcurridos.
Bs.As., 20 Jul 19
Enrique
Guillermo Avogadro
Abogado
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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