20 de agosto 2019
Hace diez días fueron las PASO (11/08/2019). Juguetón
desatino electoral, si los hay, obra de
la imaginación del difunto, pero aún no superado, máximo ladrón que tuvo el
país. Que a la fecha solo haya servido para que las consultoras se suiciden
cortándose las venas con una lata de coca cola oxidada, no importa, son las
PASO que vinieron para quedarse y basta.
Últimos datos antes de las PASO |
No vamos a hablar de esta debacle, la de las consultoras,
porque sería hacer astillas de la leña ya hecha del árbol caído; más allá de
que entre otras pocas cosas, las consultoras sólo cumplían un fin social
importante, servían más como lavadoras de dinero “groncho” que como
encuestadoras ya que sus resultados nos eximen de comentarios ulteriores.
No, sería mejor hablar de un portento porteño y por
supuesto investigar quien lo hizo para premiarlo, ya que alguien debe ser el
responsable de esta maravilla. Lo que ha sucedido luego de las PASO en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un acto de magia digno de David Copperfield;
de la noche a la mañana ya no hay más gente durmiendo en la calle y, aunque a
la noche el frío siga rondando los 5 ó 6 grados, y muchos crean que iguala al
de la semana anterior a las PASO ya no parece ser lo que era por lo que el
“monto” Donofrio en yunta con Juan Carr ya no necesitan abrir el gallinero
mayor de Buenos Aires para que los cuerpos entumecidos que -antes de las
elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias- llamaban a la
solidaridad, a la lástima y a la puteada contra Macri se calienten con una sopa
y un colchón blando.
En realidad un proceso difícil de catalogar -acompañando
al frío- ha sucedido en Buenos Aires, el dólar se devaluó un 24,3%, lo que
según la teoría económica de cualquier almacenero significa que, antes de las
PASO, si comprabas un chango de supermercado (sin mercaderías, obvio) hoy solo podés comprar un 75,7% de ese
carrito -algo así como el carrito sin tres ruedas- pero, pese al incremente de
la pobreza que esto significa, salvo que se manifiesten en la dolorosa
madrugada invernal no se ve a la perrada del otro lado del Riachuelo marchando
con el alcahuete papal a la cabeza y
reclamando contra la pobreza que el neoliberalismo ha traído nuevamente.
Tampoco, el “movimiento Evita” ha vuelto a montar una cadena de ollas populares
al estilo McDonald para los hambrientos del país.
Comparado con los últimos tres años y medio, un manto de
tranquilidad ha caído sobre Buenos Aires. Parece que no hay más hambre y que no
nos importa el dólar subiendo en ascensor, las carnicerías que se habían sacado
de encima, gracias a las ollas populares, los excedentes de osobuco, hoy ven
cómo aumenta de nuevo su stock y, aunque el tráfico de la ciudad sigue siendo
infernal, no hay algaradas ni hombres morteros metiendo miedo a la infame
burguesía. Solo han perdido -siempre hay alguien que pierde cuando otros ganan-
aquellos que tres o cuatro veces a la semanas ligaban 500$ más un chori y un
tetra por venir a manifestarse y, por supuesto las cocineras de las ollas
populares. El resto, feliz.
El mismo día que la dupla Carr – Donofrio salieron a
salvar friolentos en la ciudad de Buenos Aires, dos tipos murieron de frío
debajo de un puente en Laferrere. Quizás no pudieron llegar hasta River para
salvarse, quizás en La Matanza no hay almas generosas como la de estos
solidarios calculadores, quizás la Intendente Magario no llegó a tiempo al
cajero para sacar algunas monedas de los 10.000 millones de pesos que tiene
encanutado en plazo fijo y comprarle algún abrigo y sopa caliente, quizás en La
Matanza el Papa no ha delegado su poder en nadie; en fin, son muchos quizás y
dos muertos de frío.
Pero, pasare lo que haya pasado en esa tragedia,
cualquiera sabe que La Matanza es un Estado Libre Asociado Peronista y allí no
entra esa aberración neoliberal que llaman SAME.
Jose Luis Milia
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.
NOTA: Las imágenes y destacados no
corresponden a la nota original.
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