domingo, 1 de marzo de 2020

LA CATEDRAL Y LAS YEGUAS DEL APOCALIPSIS



Silvia Lospennato, Karina Banfi, Carla Carrizo (JUNTOS POR EL CAMBIO) y Mónica Macha (FRENTE DE TODOS) aseguraron que, de no aprobarse la iniciativa, “les copamos las rutas y les quemamos la catedral”.

A diferencia de los pelajes de los caballos que montaban los jinetes que vio San Juan en sus visiones, el blanco, primero, y luego el negro, el bermejo y finalmente el bayo, acá los equinos de este pedestre y anunciado cataclismo vernáculo -hembras por supuesto- son verdes y también relinchan básicas consignas transgresoras. Como siempre, la originalidad no es su fuerte, es la catedral o una iglesia cualquiera el motivo de sus desvelos incendiarios.

Que esta turba, donde el pelo engrasado y el olor a sobaco y entrepierna rancia es la constante, sea dirigida por mujeres a las que alguien eligió para diputadas y sean estas las que en su fervor “democrático” inciten a  cortar rutas y quemar la catedral es algo fortuito. Es una pérdida de tiempo denunciar este gesto patotero de las montadas por los jinetes apocalípticos como si fuera un atentado contra la democracia; las jacas del epígrafe son seres “políticamente correctos”, ¡vaya si los son! por lo que un corte de ruta o el incendio de la catedral por ellas demandados no serán considerados jamás como una agresión a nuestro “estilo de vida”, ya que el único estilo que vale en Argentina es la corrección política y que esto traiga aparejada confrontaciones no es importante. Todo lo demás, desde las buenas costumbres hasta el cacareado “espíritu democrático”, entran en la antología de la boludez.

En concreto, en este relincho, lastimosamente menopáusico, hay una duda, ¿Quiénes son “ellos”? ¿a quienes le van a copar las rutas? y una evidencia, el sempiterno disgusto con las convicciones religiosas ajenas a ellas, ese odio no retribuido, odio que por la falta de correspondencia de “ellos” no es otra cosa que una pueril e inútil pasión.

Más allá de como termine esta querella, más allá de cuantas adhesiones genere, a favor o en contra, solo hay una certeza que deviene de la propia ignorancia de estas hembras; como jamás leyeron a Chesterton, no saben que en su impotencia personal, “No pueden evadirse de la penumbra de la controversia. Viven en una atmósfera de reacción: hastío, perversidad, crítica menuda. Viven aún a la sombra de la fe, y han perdido la luz de la fe”.

28 de febrero de 2020.- Pehuajó, zona rural

José Luis Milia
josemilia_686@hotmail.com

Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.

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