¡Esto seguramente le sonará conocido!
- Bienvenida al paraíso -le dice San Pedro- antes que te acomodes, te comento como es esto. Lo usual
aquí, es hacerte pasar un día en el infierno y otro en el paraíso, y luego
podrás elegir donde quedarte por toda la eternidad.
La acompaña al ascensor y baja hasta el infierno. Las
puertas se abren y se encuentra justo en medio de un verde campo de golf. A lo
lejos hay un club y de pie delante del mismo están todos sus amigos y otros mas.
Todos bien vestidos y muy contentos.

Comparten la noche con hermosísimos y liberales jóvenes
cabríos. Se encuentra también al Diablo,
que es un tipo muy simpático y se divierte mucho contando chistes y bailando.
Se divierten tanto que antes que se dé cuenta, es hora de
irse. Todos le dan un apretón de manos y la saludan mientras sube al ascensor.
El ascensor sube, se abre la puerta y llega al cielo
donde San Pedro la está esperando.
Así que ella pasa las 24 horas saltando de nube en nube,
tocando el arpa y cantando. Ya estaba aburrida cuando después de las 24 horas, San Pedro va a buscarla:
- Ya has pasado un día en el infierno y otro en el
paraíso. Ahora debes elegir para toda tu eternidad
La señora reflexiona un momento y luego responde:

Así que San Pedro
la acompaña hasta el ascensor y otra vez baja hasta el infierno.
Cuando se abren las puertas del ascensor, se encuentra en
medio de una tierra desierta cubierta de desperdicios.
Ve a todos sus amigos tristes, vestidos con harapos
recogiendo desperdicios y metiéndolos en bolsas negras.
El Diablo la
alcanza y le pone un brazo en el cuello.
- No entiendo -balbucea la señora- Ayer estuve aquí y
había bellos jóvenes, un campo de golf y un club. Comimos langosta y caviar,
bailamos y nos divertimos mucho. Ahora todo lo que hay es un lugar desértico
lleno de porquerías.... y mis amigos parecen unos miserables.
El Diablo la
mira; sonríe y dice:
- Ayer
estábamos en campaña. ¡Hoy ya votaste por nosotros!
Los políticos en campaña prometen
todo a todos y todas. ¿Recuerdan cuando nos prometieron?:
- Restaurar el sistema ferroviario para volver a unir a todo el país.
- Trenes balas a Rosario, Córdoba, Mendoza y Mar del Plata.
- Miles de km de autopista de los que apenas terminaron 500 km, a pesar de que anuncian el doble en el fútbol para todos.
- 20 mil millones de dólares de las inversiones chinas para infraestructura.
- El regreso de los Fondos de Santa Cruz, que ahora parece que se han gastado.
- Incentivos fiscales a la producción y llegaron a la presión tributaria más grande de la historia argentina, con 33 puntos del PBI. Inédito.
- El “desendeudamiento”.
- La presidente, que mejoraría los modos de Néstor, terminó aplicando un veto a la ley de protección de glaciares, votada por unanimidad en el Congreso Nacional.
- Mejorar la salud de la población… vuelven enfermedades de otros siglos, en gran medida, por la falta de infraestructura y campañas adecuadas: dengue, fiebre amarilla, fiebre hemorrágica.
- Un plan hipotecario donde se pagaría sólo el precio de un alquiler, como prometió Guillermo Moreno.
- Las viviendas sociales prometidas en los planes federales, que debieron estar listos en el 2007… ahora la culpa la tiene Sergio Schoklender.
- Medidas en seguridad las que estamos esperando, por ejemplo, el juicio por jurados.
- El FBI argentino, como fuerza de elite para casos especiales.
- El mapa del delito, como tiene Nueva York y otras grandes ciudades.
- La reforma judicial más importante de la historia argentina.
- Pasar la policía con presupuesto incluido a la ciudad de Buenos Aires.
- Controlar y acabar con el narcotráfico, que llegó a límites tan ridículos que la Corte tuvo que pedir que deje de llover droga sobre en Norte Argentino.
- Radarización del 90% del territorio nacional. ¿No los iba a fabricar el INVAP?
- Mejorar en materia energética… el panorama es desolador: nunca se hizo el gasoducto del NE, mil veces anunciado, que le daría fluido a Corrientes, Misiones, Formosa y Chaco, los que hoy pagan fortunas por las garrafas de gas licuado.
- Mejorar la calidad institucional, en la campaña de Cristina en 2007.

¿Volveremos a repetir la historia de siempre?
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