El 24 de mayo de 2012 efectúo su declaración testimonial
el ex integrante de la banda armada
Montoneros Martín Caparrós, lo hizo en el marco de la causa “Srio Av s/
privación ilegítima de la libertad, violencia, amenazas, tormentos y muerte (víctima
Argentino del Valle Larrabure).”
Para la mayoría de las personas, este señor es un conocido periodista,
novelista y ensayista premiados en el país y en España… suele vérselo muy
seguido en los programas de cultura de la televisión argentina. Muy pocos
recuerdan su militancia en Montoneros,
situación que él no niega… por el contrario, la rescata en sus libros y
escritos diversos.
Son varios los ex militantes de las organizaciones
terroristas de los ’60 y ’70, que empiezan a hablar… a contar su verdad
histórica, que contrasta con el “relato
oficial” del poder de turno. Quién ha cooptado el sentimiento que
despiertan los Derechos Humanos en cualquier persona. Haciéndolo en beneficio
propio desde el año 2003, desarrollando una política de un modelo de negocios corruptos, que se cree dueño de la
verdad y hasta del país.
Uno de nuestros socios fundadores, el señor Arturo Cirilo Larrabure, nos hizo
llegar un “parte de prensa” donde
narra lo sucedido en el día de la fecha en el tribunal que debe determinar si
el asesinato de su padre debe ser considerado de “lesa humanidad” o no. Arturo
lleva una larga lucha en busca de justicia… la que hasta ahora le ha sido
sistemáticamente negada. A continuación le dejamos lo que nos enviara nuestro
querido amigo.
Parte de Prensa
En mi carácter de hijo del Cnel. Argentino del Valle Larrabure, y querellante en la causa
donde se investiga si su asesinato constituye un crimen de lesa humanidad,
informo que el 24/5/2012 declaró en la misma Martín Caparrós, quien fue citado con el fin de probar el plan
criminal de la guerrilla, teniendo en cuenta que en su artículo “El peor acuerdo”, publicado en
Crítica Digital.com, en fecha 25/7/2008, había cuestionado el relato de la
memoria, expresando:
“Nunca hubiera pensado que alguna vez podía llegar a
estar de acuerdo con el hijo de puta del ex general Luciano Benjamín Menéndez. Y sin embargo, ayer.
Ayer, en su alegato final, el ex Menéndez, ex jefe de una de las unidades militares más asesinas, el
Tercer Cuerpo de Ejército, hombre de cuchillos tomar y de presos matar, peroró
en su defensa. Dijo, en síntesis, que las fuerzas armadas argentinas pelearon y
ganaron para “evitar el asalto de la
subversión marxista”. Y yo también lo creo.
Con algunos matices. La subversión marxista –o más o
menos marxista, de la que yo también formaba parte– quería, sin duda, asaltar el poder en la Argentina para
cambiar radicalmente el orden social. No queríamos un país capitalista y
democrático: queríamos una sociedad socialista, sin economía de mercado, sin
desigualdades, sin explotadores ni explotados, y sin muchas precisiones acerca
de la forma política que eso adoptaría, pero que, sin duda, no sería la “democracia burguesa” que condenábamos
cada vez que podíamos.
Por eso estoy de acuerdo con el hijo de mil putas cuando
dice que “los guerrilleros no pueden
decir que actuaban en defensa de la democracia”.

Caparrós ratificó todo lo escrito en ese artículo y en su libro “La
Voluntad”, y al preguntársele qué se persigue falsificando
la verdad histórica, alegó: “No sé
contestar esa pregunta. No sé qué se persigue”.
La querella le recordó que ante la periodista de Clarín, Ana Laura Pérez, había el 22/11/1998 reconocido
que”“durante muchos años todos, incluso
los organismos de derechos humanos y los familiares de las víctimas de la
dictadura, tendieron a decir que los muertos en el 70 eran muchachos muy buenos
que estaban en la casa mirando la tele, vinieron los militares, que eran muy
malos, muy malos, muy malos, y se los llevaron y les hicieron cosas horribles.
Como si decir que militaban en organizaciones que tenían que ver con Montoneros y el ERP justificara que los militares los secuestraran y asesinaran. El
no decir quiénes eran, qué habían hecho, el no decir por qué los militares los
mataron, equivale de alguna manera a suscribir el discurso militar. Contra eso
está hecha “La Voluntad”… Al
no contar su historia de militantes y contarlos sólo como objeto de esas
torturas, secuestros y asesinatos lo que se hacía, se hizo y se sigue haciendo,
es desaparecer a los desaparecidos”
¿Cuáles son
los motivos para que la historia de esos años se cuente así? le preguntó,
respondiendo Caparrós: “Cuando empezó a
ser contada no se podía contar de otra manera porque corría 1977 y era pasible
del mismo tratamiento. A partir de entonces se fue consolidando esa versión de
la historia que tendía a presentar a las víctimas de la represión como personas
sin ninguna elección política definida…”.
Al preguntársele cómo consideraban ERP y Montoneros a la lucha armada en relación a su propósito
de llegar al poder, respondió:”como es público y notorio era uno de los
métodos de acción política que aplicaban”.
¿Qué tipo de orden social hubieran construido de haber
triunfado?- insistió la querella, eludiendo Caparrós dar una respuesta precisa alegando que ERP y Montoneros tenían objetivos muy distintos.
¿Aceptaban o condenaban el orden democrático? se
repreguntó. “Ni aceptaban ni condenaban,
no eral el fin último de su acción política”- respondió el ex militante en la organización Montoneros.
Al preguntársele
qué pensaban hacer con los medios de
producción, contestó que no creía que tuvieran una idea precisa sobre qué iban
a hacer con ellos.
Interrogado
respecto a si las organizaciones guerrilleras argentinas fueron financiadas e
instruidas militarmente por el gobierno cubano, dijo: “Yo creo que hubo militantes de ese período que fueron entrenados en
Cuba, lo que no sé es que haya habido una financiación directa de esas
organizaciones por parte del gobierno cubano”.
Preguntado
puntualmente si Jorge Ricardo Masetti
fue enviado por Cuba a nuestro país y, en su caso, con qué fin, admitió que “Massetti vino a la Argentina a instalar un foco
guerrillero en el Norte, en Salta, a principios de los años 60, pero no sé en
qué medida fue enviado por Cuba”
¿Massetti fue instruido militarmente en
el extranjero, y, en su caso, dónde? repreguntó la querella: “No lo sé, puedo suponer que en Cuba”- respondió
Caparrós, admitiendo que Massetti era conocido con el
sobrenombre de “Comandante Segundo”,
que el “Comandante Primero” iba a
ser Ernesto “Che” Guevara y que los
guerrilleros que fugaron en agosto de l972
del penal de Rawson se refugiaron en Cuba.
Interrogado
respecto a qué hizo la revolución cubana
con los opositores al llegar al poder?, dijo: “A algunos los hizo cambiar de bando, a otros los metió presos, a otros
los mató, a otros los expulsó del país, a otros los ignoró y seguramente otras
cosas que no recuerdo en este momento…”
Se leyó al
testigo las afirmaciones que el ex
miembro del bureau político del ERP, Arnol
Kremer (alias Luis Mattini)
vuelca en su libro La Revolución
Imposible”, donde expresa: “No nos chupemos el dedo. Está bien la
pregunta, porque ahora hay una cantidad de compañeros que se hacen los
blanditos. La historia es la historia y hay que hacerla con la verdad. Pero la
verdad es que nosotros nunca pensamos en la democracia. Nosotros pensábamos en
la democracia en términos de Lenin,
como un paso, un instrumento para el Socialismo, teníamos toda la concepción
leninista más dura. Para nosotros la sociedad socialista tenía una etapa previa
que era la dictadura del proletariado; y en eso que no se hagan los
desentendidos.” preguntándole si
coincidía con Kremer.
“Disiento en cuanto a que a mí me gusta
chuparme el dedo; segundo la idea de la dictadura del proletariado es más
propia que la ortodoxia Lenilista
del ERP pero Montoneros no”- fue su respuesta.
Preguntado por qué
en pleno gobierno constitucional peronista (l973/ marzo l976) se realizaron los ataques a unidades militares
y los asesinatos de José Ignacio Rucci, Arturo
Mor Roig, dijo no saberlo. “No sé
tampoco quién mató a Rucci, más allá
que miembros de la organización montoneros se atribuyeron su muerte”.
A los fines de
probar la inserción de las organizaciones guerrilleras dentro del Estado, la
querella le recordó que en su libro “La
Voluntad”, había escrito que Montoneros
le presentó a Perón una lista de candidatos
que contaban con su apoyo, entre ellos el gobernador
Alberto Martínez Baca que “sostenía
un discurso muy radical que coincidía con el de la organización en la necesidad
de un cambio profundo y la construcción del socialismo nacional”.
¿Qué otros
nombres propuso Montoneros a Perón para ocupar cargos en la
administración pública? se le preguntó. “No
lo recuerdo, salvo al Dr. Esteban Righi, ex Procurador General de la Nación. Que hayan sido afines a la
izquierda peronista no significa que hayan sido propuestos por Montoneros a Perón. Que la izquierda peronista comprendía una cantidad de
organizaciones entre las cuales se hallaba Montoneros”

Preguntado si en
ese período Julio Troxler ocupó
algún cargo en la estructura del Estado, y si
había militado en organizaciones guerrilleras, admitió que Troxler “fue Subjefe de la Policía de la
provincia de Buenos Aires…; creo que militó en Montoneros pero no estoy totalmente seguro, venía de una
organización que se llamaba FAP”
Arturo
Larrabure
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