lunes, 21 de octubre de 2013

SIN RETORNO

Queridos amigos:

Tengo en mis manos una oferta para acceder a un Préstamo Personal para beneficiarios de la ANSES  enviada por el Banco Provincia. Permite solicitar hasta 40.000 pesos con un Costo Financiero Total (CFT)-Tasa Efectiva Anual (TEA) A 72 meses del  34,55 por ciento. Es decir que el gobierno puede mantenerse firme en el engaño del INDEC de medir una inflación del 10 por ciento anual pero a la hora de la verdad, o sea al ofrecer dinero para un  préstamo, la ficción se derrumba y los números reflejan tasas inhibitorias para el ciudadano común.

Esa misma inflación se ha llevado puesta la posibilidad de encarar las grandes obras que requieren el servicio de transporte  y otras áreas  públicas porque las obras se licitan, pero luego los mayores costos no reconocidos por el gobierno llevan rápidamente  a la interrupción de los trabajos. Hablamos por ejemplo del sistema de señalamiento del ferrocarril Sarmiento,  aprobado en el año 2006, suspendido y nunca concretado, o del largamente anunciado soterramiento del mismo ferrocarril por medio de una poderosa tuneladora que aún espera para comenzar su tarea. Entretanto, esta línea ferroviaria acaba de sufrir su tercer accidente mayor en 20 meses y las imágenes del tren estrellado en medio de la estación remedan el final de una película de catástrofe, muy poco original.

Menos original aún resulta la imagen del responsable del área, Florencio Randazzo, titular del Ministerio  de Interior y Transporte, cuya única y recurrente reacción es señalar las supuestas fallas de los conductores ante cada desastre que se produce en su sector. Es de destacar que ningún líder que se precie de tal, elude sistemáticamente sus responsabilidades descargando culpas sobre otros en vez de asumir seriamente la responsabilidad propia. Porque aun cuando sus no comprobados señalamientos sean certeros, el funcionario debería comprender que también le cabe el sayo por los errores recurrentes de los recursos humanos, si los hubiere. El corazón del problema es que el señor Randazzo, contador de profesión y sin antecedentes profesionales que lo habiliten para considerarlo idóneo en el tema del transporte, hace largo tiempo que debería haber cedido su puesto a quien pudiera hacer la tarea con más capacidad y disposición para hacerse cargo de las fallas y los accidentes de un sistema que diez años de gobierno del Frente para la Victoria han llevado al colapso y la desarticulación. Se puede hacer propaganda, pintar vagones y colgar bonitos carteles electrónicos, pero la situación del transporte ferroviario en Argentina no tiene retorno sin un enfoque integral que involucre desde el insoportable sistema de subsidios hasta una renovación del material que incluya mecanismos  para reducir el efecto de los posibles errores humanos y, por supuesto, todo encarado por un   equipo de profesionales idóneo y altamente capacitado del que afortunadamente nuestro país dispone pero lamentablemente no utiliza.


Permitir que el deterioro de un área llegue hasta un punto sin retorno es la marca registrada del gobierno de la señora Cristina Fernández de Kirchner como lo fuera anteriormente de su difunto marido. Desde Nueva Unión Ciudadana hemos sido parte de las voces que advirtieron que las  deficientes políticas públicas en materia de energía conducían irremediablemente a la pérdida del auto abastecimiento y la dependencia energética, que la política cambiaria empujaría la tendencia a la pérdida de reservas y que ignorar el crecimiento de la inflación y el delito llevaría estos fenómenos a niveles insoportables para la economía y la vida en sociedad. Insistimos en que el límite para el engaño era la realidad ya que las advertencias no  eran atendidas  y las voces críticas eran acalladas o apabulladas por los enormes recursos publicitarios de la propaganda oficial. Desafortunadamente, en  todas estas áreas el punto sin retorno ya ha sido superado y la realidad no es una sombra proyectada sobre el futuro sino una dura carga de un presente que ya nos agobia.

La señora presidente dejó esta semana el hospital en que había sido operada y permanece recluida en la residencia de Olivos bajo estricto control. Se sabe que tiene prohibido tomar conocimiento de los temas conflictivos, mirar noticieros y leer los medios escritos. Es decir que si antes ignoraba los problemas por razones ideológicas o políticas ahora suma válidas razones médicas para permanecer ajena a ellos. Esta situación le habrá impedido enterarse del nuevo descarrilamiento del tren en la estación del Once o del bochornoso incidente en el que el candidato a diputado Juan Cabandié mostró una naturaleza altanera y despótica, muy diferente  a la imagen pública construida por la propaganda de campaña,  al pedir la aplicación de un “correctivo” a una agente de tránsito que le impuso una multa por una contravención. Esta semana trascendió que el correctivo terminó siendo el despido anticipado de la agente en cuestión, efectuado por la municipalidad de Lomas de Zamora a cargo precisamente del primer candidato a diputado nacional por el oficialismo en la Provincia, Intendente Martín Insaurralde. El asunto tomó tal envergadura que Insaurralde se disculpó y como reparación despidió a un funcionario del área de tránsito del municipio. Es decir  que, para paliar el daño a la campaña, había que hacer rodar alguna cabeza y señalar un culpable, al mejor estilo Randazzo.


Sin embargo, hay en este suceso elementos mucho más serios que los eventuales daños a la campaña oficialista. La imagen insobornable del video que registró el incidente permitió observar la verdadera personalidad de los que se sienten superiores al resto a pesar de ser, paradójicamente, servidores públicos  y escuchar cómo se juega con la condición de ser “hijo de padres desaparecidos” para obtener posiciones que solo deberían ser fruto de la idoneidad, la capacidad, el esfuerzo y la digna conducta individual.

Otra cuestión sin retorno es la relación con los organismos financieros internacionales y los poderes que tienen sobre ellos mayor influencia. La marcha inconmovible de la sucesión de fallos adversos a la posición del gobierno en el tema de los bonistas que no aceptaron los canjes, llevaron a una rendición en toda la línea de las rígidas posturas en materia de juicios y pagos que sostenía el gobierno nacional. Esta actitud se materializó con la decisión de pagar  los juicios que la Argentina había perdido en el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones) con cinco  empresas extranjeras por un valor de 667 millones de dólares a efectuar con bonos Bonar  2017 y Boden 2015, incluyendo la parte de la deuda comprada por inversores internacionales reiteradamente denominados por el gobierno como “fondos buitres”. A esto deben sumarse las ofertas hasta ahora rechazadas para cubrir el pago del 51 por ciento de las acciones expropiadas a  REPSOL y las desesperadas demandas para que el gobierno de los EUA interceda para que la Corte Suprema de ese país revise los fallos adversos con los tenedores de bonos impagos que podrían llevarnos a un nuevo “default”.

Es obvio hacer notar que estas acciones vuelven a poner sobre la mesa el costo de la terquedad y la soberbia que llevan a adoptar, tarde  y mal, decisiones que afectan nuestro presente y comprometen nuestro futuro.

El remate de tanto dislate, que marca el punto de inflexión y termina de agotar la paciencia popular se vive en la calle. Los delincuentes son los dueños del terreno. Han alcanzado el poder para balear la casa de un gobernador (Bonfatti en Santa Fe)  y luego amenazarlo. Los “barra bravas” son capaces de matarse en medio de sus disputas como sucedió con el “jefe” de la “barra brava” de Colegiales y luego copar las calles con un cortejo fúnebre cargado de violencia  y desmanes al que acompañó el presidente del club y candidato a Concejal del FPV. El sábado, un empleado de la comuna de Lobería asesinó a balazos al Intendente  y un acompañante, pero a esta altura del nivel de violencia que se vive en nuestro país, esa noticia apenas ocupa un pequeño espacio en las noticias del día.

Se percibe cuando se recorre el territorio, que la ciudadanía está harta de violencia e inseguridad pero que al sentirse desprotegida trata de defenderse por medios propios, sumando violencia  a la violencia, ante una autoridad que no se hace cargo de su responsabilidad, atada por la ideología y el temor a caer en lo políticamente incorrecto. Pues bien, no hay nada más políticamente incorrecto que renunciar a los deberes que los cargos imponen y esa defección recibirá, seguramente,  un pronto castigo en las urnas.


Llegamos así al punto de identificar el mayor de los ciclos sin retorno que el momento nos impone. Es el ciclo de poder del denominado “kirchnerismo” que a la luz del resultado de las PASO y de todas las encuestas serias enfrenta una monumental derrota nacional ante una oposición que en conjunto alcanzará del orden del 75 por ciento de los votos en las elecciones generales. El tema central que  hoy desvive al mundo político con esta derrota descontada del oficialismo es predecir qué características tendrá el período de transición y cómo asumirá dicho oficialismo su ocaso. Hay quien piensa que la señora presidente no reasumirá su cargo y dejará en manos ajenas el trago amargo, pero la mayoría nos inclinamos por creer que habrá un intento de manejar la sucesión, aunque deberá lidiar con los serios problemas económicos sin retorno y con  la mayor debilidad del gobierno derivada de una Cámara de Diputados en que ya  no tendrá quorum propio y quizás ni siquiera mayoría.


Para ese período conflictivo es fundamental que el Congreso cuente con los mejores hombres y mujeres que la política pueda proveer. Desde Nueva Unión Ciudadana, participando de la alianza UNION CON FE (Lista 508), estamos poniendo todo nuestro esfuerzo y nuestra gente en el intento para llevar al Congreso a Gerónimo Venegas y, si es posible, ingresar también y  acompañarlo en esa instancia. Debo decir que además de brindar mi aporte profesional en el área de planeamiento y organización y de aportar proyectos para la campaña, particularmente  en lo que hace a las necesidades del sector militar, la situación de los militares detenidos y la importancia de los intereses marítimos,  he encarado esta tarea con el corazón pues creo que una personalidad como la de Venegas será un importante y positivo aporte a la construcción de un país con mejor futuro y mayores valores.


Me despido enviando un cariñoso saludo a todas las madres en su día  y dejando un admirado recuerdo para el fallecido periodista Carlos Manuel Acuña, ejemplo de hombre cultor  de los intereses nacionales, y capaz de defenderlos sin temor, según sus convicciones.

Un abrazo para todos

Juan Carlos Neves, Nueva Unión Ciudadana





NOTA: Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.

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