Queridos amigos:
Tengo en mis manos
una oferta para acceder a un Préstamo
Personal para beneficiarios de la ANSES
enviada por el Banco Provincia. Permite solicitar hasta 40.000 pesos con un Costo Financiero Total
(CFT)-Tasa Efectiva Anual (TEA) A 72 meses del
34,55 por ciento. Es decir que el gobierno puede mantenerse firme en
el engaño del INDEC de medir una
inflación del 10 por ciento anual pero a la hora de la verdad, o sea al ofrecer
dinero para un préstamo, la ficción se
derrumba y los números reflejan tasas inhibitorias para el ciudadano común.
Esa misma inflación
se ha llevado puesta la posibilidad de encarar las grandes obras que requieren
el servicio de transporte y otras
áreas públicas porque las obras se
licitan, pero luego los mayores costos no reconocidos por el gobierno llevan
rápidamente a la interrupción de los
trabajos. Hablamos por ejemplo del sistema de señalamiento del ferrocarril
Sarmiento, aprobado en el año 2006, suspendido
y nunca concretado, o del largamente anunciado soterramiento del mismo ferrocarril
por medio de una poderosa tuneladora que aún espera para comenzar su tarea. Entretanto, esta línea ferroviaria acaba de
sufrir su tercer accidente mayor en 20 meses y las imágenes del tren estrellado
en medio de la estación remedan el final de una película de catástrofe, muy
poco original.
Menos original aún
resulta la imagen del responsable del área, Florencio Randazzo, titular
del Ministerio de Interior y Transporte,
cuya única y recurrente reacción es señalar las supuestas fallas de los conductores
ante cada desastre que se produce en su sector. Es de destacar que ningún líder
que se precie de tal, elude sistemáticamente sus responsabilidades descargando
culpas sobre otros en vez de asumir seriamente la responsabilidad propia.
Porque aun cuando sus no comprobados señalamientos sean certeros, el
funcionario debería comprender que también le cabe el sayo por los errores
recurrentes de los recursos humanos, si los hubiere. El corazón del problema es
que el señor Randazzo, contador de
profesión y sin antecedentes profesionales que lo habiliten para considerarlo
idóneo en el tema del transporte, hace largo tiempo que debería haber cedido su
puesto a quien pudiera hacer la tarea con más capacidad y disposición para
hacerse cargo de las fallas y los accidentes de un sistema que diez años de
gobierno del Frente para la Victoria
han llevado al colapso y la desarticulación. Se puede hacer propaganda, pintar
vagones y colgar bonitos carteles electrónicos, pero la situación del
transporte ferroviario en Argentina no tiene retorno sin un enfoque integral
que involucre desde el insoportable sistema de subsidios hasta una renovación
del material que incluya mecanismos para
reducir el efecto de los posibles errores humanos y, por supuesto, todo
encarado por un equipo de profesionales
idóneo y altamente capacitado del que afortunadamente nuestro país dispone pero
lamentablemente no utiliza.
Permitir que el
deterioro de un área llegue hasta un punto sin retorno es la marca registrada
del gobierno de la señora Cristina
Fernández de Kirchner como lo fuera anteriormente de su difunto marido.
Desde Nueva Unión Ciudadana hemos
sido parte de las voces que advirtieron que las
deficientes políticas públicas en materia de energía conducían
irremediablemente a la pérdida del auto abastecimiento y la dependencia
energética, que la política cambiaria empujaría la tendencia a la pérdida de
reservas y que ignorar el crecimiento de la inflación y el delito llevaría
estos fenómenos a niveles insoportables para la economía y la vida en sociedad.
Insistimos en que el límite para el engaño era la realidad ya que las
advertencias no eran atendidas y las voces críticas eran acalladas o
apabulladas por los enormes recursos publicitarios de la propaganda oficial.
Desafortunadamente, en todas estas áreas
el punto sin retorno ya ha sido superado y la realidad no es una sombra
proyectada sobre el futuro sino una dura carga de un presente que ya nos
agobia.
La señora presidente dejó esta semana el
hospital en que había sido operada y permanece recluida en la residencia de
Olivos bajo estricto control. Se sabe que tiene prohibido tomar conocimiento de
los temas conflictivos, mirar noticieros y leer los medios escritos. Es decir
que si antes ignoraba los problemas por razones ideológicas o políticas ahora
suma válidas razones médicas para permanecer ajena a ellos. Esta situación le
habrá impedido enterarse del nuevo descarrilamiento del tren en la estación del
Once o del bochornoso incidente en el que el candidato a diputado Juan Cabandié mostró una naturaleza altanera y
despótica, muy diferente a la imagen
pública construida por la propaganda de campaña, al pedir la aplicación de un “correctivo” a una agente de tránsito
que le impuso una multa por una contravención. Esta semana trascendió que el
correctivo terminó siendo el despido anticipado de la agente en cuestión,
efectuado por la municipalidad de Lomas de Zamora a cargo precisamente del
primer candidato a diputado nacional por el oficialismo en la Provincia, Intendente Martín Insaurralde. El
asunto tomó tal envergadura que Insaurralde
se disculpó y como reparación despidió a un funcionario del área de tránsito
del municipio. Es decir que, para paliar
el daño a la campaña, había que hacer rodar alguna cabeza y señalar un
culpable, al mejor estilo Randazzo.
Sin embargo, hay en
este suceso elementos mucho más serios que los eventuales daños a la campaña
oficialista. La imagen insobornable del video que registró el incidente
permitió observar la verdadera personalidad de los que se sienten superiores al
resto a pesar de ser, paradójicamente, servidores públicos y escuchar cómo se juega con la condición de
ser “hijo de padres desaparecidos”
para obtener posiciones que solo deberían ser fruto de la idoneidad, la
capacidad, el esfuerzo y la digna conducta individual.
Otra cuestión sin
retorno es la relación con los organismos financieros internacionales y los
poderes que tienen sobre ellos mayor influencia. La marcha inconmovible de la
sucesión de fallos adversos a la posición del gobierno en el tema de los
bonistas que no aceptaron los canjes, llevaron a una rendición en toda la línea
de las rígidas posturas en materia de juicios y pagos que sostenía el gobierno
nacional. Esta actitud se materializó con la decisión de pagar los juicios que la Argentina había perdido en
el CIADI (Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones) con cinco empresas extranjeras por un valor de 667
millones de dólares a efectuar con bonos Bonar
2017 y Boden 2015, incluyendo la parte de la deuda comprada por
inversores internacionales reiteradamente denominados por el gobierno como “fondos buitres”. A esto deben sumarse
las ofertas hasta ahora rechazadas para cubrir el pago del 51 por ciento de las
acciones expropiadas a REPSOL y las desesperadas
demandas para que el gobierno de los EUA interceda para que la Corte Suprema de
ese país revise los fallos adversos con los tenedores de bonos impagos que
podrían llevarnos a un nuevo “default”.
Es obvio hacer notar
que estas acciones vuelven a poner sobre la mesa el costo de la terquedad y la
soberbia que llevan a adoptar, tarde y
mal, decisiones que afectan nuestro presente y comprometen nuestro futuro.
El remate de tanto
dislate, que marca el punto de inflexión y termina de agotar la paciencia
popular se vive en la calle. Los delincuentes son los dueños del terreno. Han
alcanzado el poder para balear la casa de un gobernador (Bonfatti en Santa Fe)
y luego amenazarlo. Los “barra
bravas” son capaces de matarse en medio de sus disputas como sucedió con el
“jefe” de la “barra brava” de Colegiales y luego copar las calles con un cortejo
fúnebre cargado de violencia y desmanes
al que acompañó el presidente del club y
candidato a Concejal del FPV. El sábado, un empleado de la comuna de Lobería asesinó a balazos al Intendente y un acompañante, pero a esta altura del
nivel de violencia que se vive en nuestro país, esa noticia apenas ocupa un
pequeño espacio en las noticias del día.
Se percibe cuando se
recorre el territorio, que la ciudadanía está harta de violencia e inseguridad
pero que al sentirse desprotegida trata de defenderse por medios propios,
sumando violencia a la violencia, ante
una autoridad que no se hace cargo de su responsabilidad, atada por la
ideología y el temor a caer en lo políticamente incorrecto. Pues bien, no hay nada más políticamente
incorrecto que renunciar a los deberes que los cargos imponen y esa defección
recibirá, seguramente, un pronto castigo
en las urnas.
Llegamos así al punto
de identificar el mayor de los ciclos sin retorno que el momento nos impone. Es
el ciclo de poder del denominado “kirchnerismo”
que a la luz del resultado de las PASO y de todas las encuestas serias enfrenta
una monumental derrota nacional ante una oposición que en conjunto alcanzará
del orden del 75 por ciento de los votos en las elecciones generales. El tema
central que hoy desvive al mundo
político con esta derrota descontada del oficialismo es predecir qué
características tendrá el período de transición y cómo asumirá dicho
oficialismo su ocaso. Hay quien piensa que la señora presidente no reasumirá su cargo y dejará en manos ajenas el
trago amargo, pero la mayoría nos inclinamos por creer que habrá un intento de
manejar la sucesión, aunque deberá lidiar con los serios problemas económicos
sin retorno y con la mayor debilidad del
gobierno derivada de una Cámara de
Diputados en que ya no tendrá quorum
propio y quizás ni siquiera mayoría.
Para
ese período conflictivo es fundamental que el Congreso cuente con los mejores
hombres y mujeres que la política pueda proveer.
Desde Nueva Unión Ciudadana,
participando de la alianza UNION CON FE
(Lista 508), estamos poniendo todo nuestro esfuerzo y nuestra gente en el
intento para llevar al Congreso a Gerónimo
Venegas y, si es posible, ingresar también y acompañarlo en esa instancia. Debo decir que
además de brindar mi aporte profesional en el área de planeamiento y
organización y de aportar proyectos para la campaña, particularmente en lo que hace a las necesidades del sector
militar, la situación de los militares
detenidos y la importancia de los intereses marítimos, he encarado esta tarea con el corazón pues
creo que una personalidad como la de Venegas será un importante y positivo
aporte a la construcción de un país con mejor futuro y mayores valores.
Me despido enviando
un cariñoso saludo a todas las madres en su día
y dejando un admirado recuerdo para el fallecido periodista Carlos Manuel Acuña, ejemplo de hombre cultor de los intereses nacionales, y capaz de
defenderlos sin temor, según sus convicciones.
Un abrazo para todos
Juan
Carlos Neves, Nueva Unión Ciudadana
NOTA:
Las imágenes y negritas no corresponden a la nota original.
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