lunes, 31 de marzo de 2014

VÍCTIMAS DEL TERRORISMO SIN JUSTICIA

Editorial I

La memoria frente a los episodios de violencia terrorista nunca debe ser parcial ni ser utilizada como elemento de venganza
   


Con un recordatorio de las víctimas del peor atentado terrorista que sufrió España, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dio comienzo el pasado 11 de marzo a los profusos homenajes que en toda España se efectuaron para recordar a las 191 víctimas mortales y a los más de 1500 heridos que ocasionaron las bombas depositadas en los trenes de Atocha, en Madrid, diez años atrás. Este doloroso aniversario, que dio motivo al Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, contó en las principales ceremonias de recordación con la presencia de todos los funcionarios del gobierno español y del gobernante Partido Popular, así como de la oposición, y de la Casa Real, que arroparon con su presencia a los sobrevivientes y a los familiares de los muertos.


Todas las personalidades de la vida política española dijeron presente en la misa celebrada en la Catedral de la Almudena, así como en el concierto en honor a las víctimas celebrado en el Auditorio Nacional de Música con la presencia de la reina Sofía, mientras centenares de personas, durante otro homenaje realizado en el Parque del Retiro, dejaron flores a los pies de los árboles plantados en recuerdo de los desaparecidos en Atocha.


Todos estos actos, tendientes al ejercicio del llamado derecho a la memoria, pretendieron rescatar ese pasado, para aplicar sus enseñanzas en el presente, de manera de sanar las heridas no sólo a nivel individual, sino colectivamente como sociedad. Este derecho ha sido reconocido en varias oportunidades por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, como ocurrió en el caso "Villagrán Morales y otros vs. Guatemala", al determinar que "en cuanto a la solicitud de nombrar un centro educativo con el nombre de las víctimas, la Corte ordena al Estado designar un centro educativo con un nombre alusivo con las jóvenes víctimas de este caso (...) Ello contribuirá a despertar la conciencia para evitar la repetición de hechos lesivos como los ocurridos en el presente caso y conservar viva la memoria de las víctimas", mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su informe anual de 1985, dijo: "Toda la sociedad tiene el irrenunciable derecho de conocer la verdad de lo ocurrido, así como las razones y circunstancias en las que aberrantes delitos llegaron a cometerse, a fin de evitar que esos hechos vuelvan a ocurrir en el futuro".

Este décimo aniversario de la mayor tragedia que el terrorismo causó en España contó con la presencia de ONG de víctimas del terrorismo de distintas partes del mundo que fueron invitadas para acompañar a los españoles en el dolor y mostrar que este flagelo ataca a todos, más allá de las diferencias culturales, raciales, políticas o religiosas.

Dra, Victoria Villarruel,  presidente de CELTYV

Entre los invitados, se encontraba el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), asociación civil que agrupa a familiares de víctimas del terrorismo de los años 70, ocasionadas mayoritariamente por Montoneros y el ERP, y que aún continúan sin ser reconocidas por el Estado argentino, pese a la profusión de reparaciones y medidas tendientes a garantizar verdad y justicia para quienes en aquella década sufrieron la violencia desde el Estado. La presidenta de esa entidad, Victoria Villarruel, fue invitada a brindar una declaración en la sede del Parlamento Europeo en Madrid, donde expresó: "Para quienes, como nosotros y algunos de los presentes, no tenemos voz ni somos reconocidos en nuestros países, ser recibidos aquí en la sede de la Comisión Europea, tener la oportunidad de ser escuchados, es la clara muestra del respeto a la investidura de las víctimas y de la no discriminación por razones políticas (..) Exhortamos a las naciones a arbitrar los medios para el dictado de una convención internacional que condene al terrorismo y defina universalmente y en forma inequívoca qué es terrorismo. De esta manera, las víctimas no sólo de Europa, sino todas, estarán protegidas por un instrumento internacional que las ampare y castigue a sus agresores en todo el mundo".

En esa dirección, fue creada la Federación Internacional de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo, al tiempo que quienes la integran en la Argentina solicitaron la condena pública internacional hacia aquellos gobiernos que no reconocen a sus víctimas y garantizan la impunidad de sus victimarios.

Ninguna política de derechos humanos puede alentar enfrentamientos facciosos ni excluir a ninguna víctima de la violencia, cualquiera que sea su procedencia. Como lo hemos señalado reiteradamente desde esta columna editorial, la reconciliación de los argentinos exige cultivar una memoria integral sobre lo acaecido en los trágicos años 70, despojada de cualquier sentimiento de odio o venganza.

A pocos días de haberse conmemorado en nuestro país el llamado Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, continuar denegando el reconocimiento de sus derechos a las víctimas del terrorismo es una deuda que el Estado argentino tiene y que se acentúa aún más, cuando esas víctimas son aceptadas y arropadas por naciones extranjeras, que recuerdan su pasado con luces y sombras, pero que no utilizan el dolor para escribir un relato, donde los inocentes quedan excluidos, para garantizar la impunidad de los terroristas.


NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.




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