domingo, 14 de diciembre de 2014
Daniel Andrés Cash era Subgerente General del Banco de la Nación
Argentina en las épocas oscuras del país, cuando el terrorismo nos eligió para
su función estelar de balas bombas y muerte.
El día 7 de septiembre del año 1976, Daniel salió de su casa en el
barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires y caminó hacia la boca del
subte, siempre lo tomaba para ir a trabajar. Y un hombre que se le acerca… y lo
llama por su nombre… Daniel que contesta… el hombre que saca una escopeta
recortada y le vuela literalmente la cabeza. Daniel cae en medio de un charco
de sangre y la gente que huye despavorida.
Pero el terrorismo no solo mata sino que además matando dice y matando
grita su mensaje de terror y de miedo. Yo te mato cuando quiero. Yo elijo quién
debe morir. Amos de la vida y señores de la muerte. Eso es el terrorismo.
Sembrar el terror… de eso se trata.
Hacía tiempo que en Argentina se habían desatado los demonios de locura
y de muerte.
Así que con media cabeza de su víctima volada, el terrorista de todos
modos se para junto al Daniel muerto y le tira dos tiros más en su cuerpo y se
va dejando su plegaria de sanlamuerte: “Perón o Muerte… Viva la Patria.
Montoneros”.
Ocurrió una mañana en Buenos Aires. Pero podría haber ocurrido en
cualquier esquina del país y podría haber sido tu abuelo, tu abuela… tu viejo…
tu vieja… tu tío tu tía tu primo... por entonces el terrorismo mataba sin
piedad.
El Banco de Nación Argentina, en homenaje a su empleado Víctima del
Terrorismo, le puso el nombre de Daniel A. Cash a su Instituto de Capacitación
que funciona en el primer piso de la sucursal de Palermo.
Pero ahora, el remedo del terrorismo de ayer gobierna nuestro destino de
hoy, embargado para siempre nuestro futuro de siempre, reescribiendo con
silencios cómplices la historia, con una militancia de mentiras que nosotros
avalamos con el silencio.
Juan Ignacio Forlón, amigo de Máximo Kirchner. Presidente del Banco Nación |
Juan Ignacio Forlón es el nadamás del Banco Nación. Y es miembro de una
agrupación pseudo política autodenominada La Cámpora, liderada por su amigo de
la infancia, ese haragán mayor hijo del matrimonio que nos gobierna desde hace
una década de la mano de, tal vez, el mismo que una mañana de Septiembre le
voló la cabeza a Daniel Cash en una calle de Palermo.
Sí, estoy seguro que alguno de los que esa tarde le voló la cabeza al
Subgerente del Banco Nación tiene injerencia hoy, en la decisión artera de
pretender cambiarle el nombre al Instituto de Capacitación del Banco Nación.
La historia reescrita con mentiras… la misma que avalan con delaciones…
ciertos soldados a los que les han quebrado la moral y el patriotismo.
Los mismos que rodearon de baldosas con nombres de terroristas las
veredas de la casa central del Banco de la Nación Argentina, son los que ahora
cambiarán el nombre de Daniel Cash, asesinado por el grupo terrorista
Montoneros, al Instituto de Capacitación del Banco. La guerra cultural por
conquistar esa tierra llamada Historia.
El terrorismo y sus secuaces abocados a la militancia para que nada y
nadie recuerde sus asesinatos. Que nadie sepa de sus alevosas muertes sin
sentido en las calles de un país que pedía Paz a los gritos.
Los asesinos de ayer nos gobiernan hoy con ínfulas mentirosas de moral y
patriotismo.
Claro que sí… claro que tras la decisión de olvidar ciertas muertes de
argentinos de bien asesinados a sangre fría, está seguramente la mano que
aquella mañana apretó tres veces el gatillo de su escopeta para decir Muerte.
Pero yo no olvido… porque el olvido hará que las Víctimas del terrorismo
hayan muerto en vano, y hará que sus asesinos vivan como señores sus vidas de
miserables.
Horacio R. Palma
Escribidor contumaz…
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