Estimados Amigos:
Por favor noten las similitudes
entre lo ocurrido en nuestro país y Guatemala - réplicado en varios países de
Latinoamérica- en la ahora denominada “Guerra de 4ta. Generación”,
prácticamente se cumplen las mismas fases del Foro
de San Pablo y siempre el comienzo es la destrucción de las Fuerzas Armadas.
Una nación sin Fuerzas Armadas
está inerme ante cualquier agresión exterior o interna, el objetivo de destruir
el poder político que poseían nuestras FFAA durante el Siglo XX se convirtió en
escarnio, desprestigio y desarme de ellas, sus consecuencias se reflejan en
pleno Siglo XXI.
Llevará años y requerirá mucho
esfuerzo la recuperación de las instituciones arrasadas por el kirchnerismo.
Todo esto lo saben los ¿líderes? políticos, conocen este problema y saben que
lo deben solucionar, especialmente la injusticia de los Presos Políticos, sin
embargo ninguno habla de ellos… el relato oficial -guerra psicológica- ha sido tan
fuerte que ellos tienen temor a expresar con firmeza esa necesidad. Creen que
tocar este tema es un “tabú”
políticamente incorrecto.
Sinceramente,
Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre
GUERRA DE 4ª. GENERACIÓN Y EXPERIMENTACIÓN SOCIAL EN CENTROAMÉRICA.
OBJETIVO: GUATEMALA
Por José Daniel Rodríguez
Mucho antes de la firma de la Paz
en Guatemala, las organizaciones terroristas comprendieron que habían perdido
la guerra militarmente, no lograron el respaldo popular, los intereses
económicos y de protagonismo de sus dirigentes estaban desgastando aún más su “lucha”, anticiparon que la derrota era
inminente. Fue entonces que concibieron
la estrategia de pasar a un plano político/mediático/jurídico como mecanismo
para lograr sus objetivos de tomar el poder e implantar un modelo fundamentado
en el marxismo, mezclado con indigenismo, ecologismo radical y seguir
alimentando el odio de clase, pero ahora con un factor racial más fuerte.
Manuel Freytas explica el concepto 4GW:
“En la definición conceptual actual, la columna vertebral de la Guerra
de Cuarta Generación se enmarca dentro del concepto de “guerra psicológica”, o
“guerra sin fusiles”, que fue acuñado, por primera vez, en los manuales de
estrategia militar de la década del setenta.
En su definición técnica, “Guerra Psicológica”, o “Guerra sin Fusiles”,
es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas
a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social,
político o militar, sin recurrir al uso de la armas.
Los ejércitos militares, son sustituidos por grupos operativos
descentralizados especialistas en insurgencia y contrainsurgencia, y por
expertos en comunicación y psicología de masas.
El desarrollo tecnológico e informático de la era de las
comunicaciones, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en
la opinión pública mundial, convertirán a las operaciones de acción psicológica
mediática en el arma estratégica dominante de la 4GW.
Como en la guerra militar, un plan de guerra psicológica está destinado
a: aniquilar, controlar o asimilar al enemigo.”
La guerra militar y sus técnicas se revalorizan dentro de métodos
científicos de control social, y se convierten en una eficiente estrategia de
dominio sin el uso de las armas.”[1]
El primer paso fue manipular la historia, defenestrar al
Ejército de Guatemala y adjudicarle responsabilidad casi total de los excesos
de 36 años de guerra, escondiendo sus atrocidades para mostrarse al mundo como
jóvenes “idealistas”, incluso como “víctimas”. El mecanismo era obvio:
Crear una “Comisión de Esclarecimiento
Histórico” -sesgada y copada por personajes vinculados a estas mismas
organizaciones-, redactar un documento que validara su versión y presentarlo
como “escrito en piedra”,
incuestionable, para utilizarlo no sólo como factor de propaganda internacional
y así obtener financiamiento, sino también como base de la venganza judicial
contra sus enemigos que ya venían gestando.
Los guatemaltecos habíamos dado
la vuelta a esta página y anhelábamos paz, seguridad y reconciliación. Esto
cambió radicalmente con las primeras acusaciones y sentencias contra militares
que defendieron nuestra Libertad y Soberanía. La sentencia contra los Lima por
el caso Gerardi fue una de las más paradigmáticas, pero a la vez demostró que
serían capaces de manipular evidencia, litigar de manera tramposa para obtener
condenas “cueste lo que cueste”.
Nunca pudo establecerse quién mató realmente a Gerardi, cómo, ni por qué. La
juez Yassmín Barrios, en medio de abusos e ilegalidades en el proceso, les dio
la sentencia que querían. Marcaron el precedente que necesitaban.
Vinieron más procesos penales, ignorando la Ley de Reconciliación
Nacional, las amnistías y todos los acuerdos alcanzados para que se firmara la “Paz firme y duradera”. Otro caso
que lo ejemplifica muy bien es la sentencia ridícula en el caso Dos Erres,
nuevamente en un juicio plagado de arbitrariedades y violaciones al debido
proceso, juzgado por la misma Lic. Yassmín Barrios, la pieza clave en el
Sistema de Justicia hasta ese momento, la que cumplía la misión de VERDUGO.
Todo esto cambió con la llegada
del magistrado César Barrientos Pellecer y la Fiscal General Claudia Paz y Paz,
pero sin duda la imposición de CICIG es lo que en la opinión pública les
proporciona el respaldo y “legitimidad”
internacional que los fortalece. A partir de ese momento la persecución fue
mucho más marcada y evidente, la farsa del genocidio era el ataque que tanto
habían deseado. Según ellos sería el golpe final que lograría algo que les
representaba prestigio -entre sus ad láteres, por supuesto-, posiciones de
poder tanto en Guatemala como en el exterior, mucho dinero como intermediarios
en demandas contra el Estado y lo más importante para la siguiente etapa: MARCARNOS A LOS GUATEMALTECOS COMO “genocidas”, UN ESTADO RACISTA.
Actualmente vemos a grupos
radicales como el CUC, FRENA, CODECA, Fundación Guillermo Toriello, entre
otros, impulsando el concepto de “territorios
indígenas y propiedad ancestral de la tierra”. Esto no es una acción que se
enfoque en reivindicar supuestos derechos u obtener “reconocimiento” hacia la población indígena, sino que busca
implementar en nuestro país un modelo de AUTONOMÍAS
INDÍGENAS SUBSIDIADAS POR EL ESTADO, con sus propias leyes, autoridades y
territorio. La división de nuestra Patria por cuestiones raciales es el
experimento que marxistas extranjeros pretenden desarrollar, Guatemala es su
objetivo y no debemos bajar la guardia nunca más. Noruega por ejemplo, uno de los
países que descaradamente financian el terrorismo en contra de la industria
extractiva, obtiene casi la totalidad de su PIB gracias a la explotación
mineral y petrolera, esa es la doble moral hipócrita de estos países que está
generando conflictos cada vez más violentos.
Guatemala podrá ser relativamente
pequeña en población y territorio, pero nos sobra a los guatemaltecos que la
amamos dignidad, valor y orgullo. Para la izquierda radical internacional es un
objetivo clave, la economía más poderosa de Centroamérica, es la pieza de
dominó que nunca pudieron hacer caer para generar la reacción en cadena en la
región. HOY LO INTENTAN NUEVAMENTE.
Es necesario comprender que
estamos bajo asedio, somos sus conejillos de indias, ratas de laboratorio
desechables para quienes cuentan con recursos ilimitados, objetivos perversos y
un aparato de lobby internacional poderoso con muchas influencias incluso en la
ONU.
¿CUÁNTOS ESTAMOS DISPUESTOS A DEFENDER A GUATEMALA EN ESTA GUERRA DE
4a. GENERACIÓN?
FUENTE: https://rebelionlibertariagt.wordpress.com/2014/05/04/guerra-de-4a-generacion-y-experimentacion-social-en-centroamerica-objetivo-guatemala/,
Diario Correo Informativo N° 318 y Fundación Contra el Terrorismo Guatemala.
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