ENTREVISTA A ALFREDO RANGEL, SENADOR DEL CENTRO DEMOCRÁTICO Y EXPERTO
EN CUESTIONES DE SEGURIDAD Y DEFENSA:
"Esta crisis está mostrando claramente el fracaso de la política
exterior del ejecutivo que dirige el presidente Juan Manuel Santos"
"Podríamos decir, parafraseando a Churchill, que quien se humilla
para evitar la crisis, acabará teniendo la humillación y también la
crisis"
"Pese a las treguas supuestas de las FARC, la violencia terrorista
se ha incrementado en el país de una forma alarmante"
"La estrategia de apaciguamiento frente al chavismo, frente a
Venezuela concretamente, ha dado como resultado esta crisis que ahora estamos
padeciendo"
por Ricardo Angoso
@ricardoangoso
Ricardo Angoso: ¿Cómo examina lo que está ocurriendo en la frontera
entre Colombia y Venezuela?
Alfredo Rangel: La crisis
humanitaria en la frontera obedece a un designio, a un interés, por parte del
gobierno chavista de Nicolás Maduro de crear un conflicto artificial, una
crisis humanitaria para tener el
pretexto de declarar un estado de emergencia en los departamentos
fronterizos, donde no casualmente es donde tiene más fuerza la oposición y
generar un conflicto externo que distraiga a la sociedad venezolana,
generalizando en esa zona un estado de excepción. Lo que se trata, en
definitiva, es de restarle posibilidades a la oposición y que se pueda realizar una campaña electoral
abierta y en donde todos los actores compitan en igualdad de condiciones.
Tratan de restar posibilidades a la oposición, es obvio. Ese estado de
excepción del que hablo restringe todas las libertades e impide el libre
desarrollo de la campaña para las elecciones de diciembre. Y, eventualmente,
llegado el caso, se puede llegar al extremo de cancelar las elecciones, puesto
que, en esta ocasión, al contrario que en anteriores convocatorias electorales,
las encuestas muestran una gran ventaja de la oposición frente al chavismo; se habla de hasta de veintitrés puntos de
ventaja.
Al chavismo, está claro, le va a quedar muy difícil de esconder esa
victoria incluso si llegan a utilizar el fraude. Entonces, ante esa crisis de legitimidad del chavismo, han
tenido que poner en marcha esta crisis
para ocultar la adversa situación económica, social y política por la que
atraviesa Venezuela. La mejor opción para el chavismo, en estas
circunstancias tan difíciles y críticas, sería cancelar las elecciones y no
celebrarlas.
R.A.: Se habla de que la crisis podría estar relacionada con la
extradición de dos capos del narcotráfico desde Colombia a los Estados Unidos,
¿es así?
A.R.: Ese podría ser un factor
adicional en esta crisis, pero le doy un carácter secundario. El cierre de las
fronteras es solo la punta del iceberg de una serie de medidas más duras que ya
han sido anunciadas por Maduro, es decir, que la crisis va a ir a más. Creo que
incluso se puede caminar hacia una
salida militar por parte de Venezuela, que sería el mejor escenario para Maduro, ya que así cancelaría las
elecciones y estas no se celebrarían hasta quien sabe cuándo.
R.A.: ¿Parece que las expectativas tan optimistas del presidente Santos
en lo que se refiere a su política exterior se han ido al traste con este
crisis?
A.R.: Esta crisis está mostrando
claramente el fracaso de la política exterior del ejecutivo que dirige el
presidente Juan Manuel Santos, que se ha basado desde el comienzo de su
gobierno en la subordinación y arrodillamiento
ante el régimen chavista. Se plegaron,
en particular, ante el régimen chavista
de Venezuela y, en general sirvieron a los intereses del castrochavismo en el
continente. La estrategia de apaciguamiento frente al chavismo, frente a
Venezuela concretamente, ha dado como resultado esta crisis que ahora estamos
padeciendo. Podríamos decir, parafraseando a Churchill, que quien se humilla
para evitar la crisis, acabará teniendo la humillación y también la crisis. Y
eso es lo que estamos viviendo en estos momentos con Venezuela, tristemente.
Canciller María Ángela Holguín, tras el fracaso en la OEA |
R.A.: ¿No cree que los mecanismos de integración y las instituciones
regionales se han revelado como inútiles en esta crisis?
A.R.: El fracaso de la diplomacia
colombiana en la OEA está mostrando dos cosas. En primer lugar, la derrota de
la Cancillería de nuestro país que no ha tenido la capacidad de lograr la
mayoría simple en ese foro para convocar una reunión de cancilleres del
continente, mientras que la diplomacia chavista, con Maduro y su canciller en
Vietnam, han logrado neutralizar esa pretensión de Colombia. Y, en segundo
término, el hecho ocurrido en la OEA demuestra
que la influencia y la fuerza del castrochavismo sigue siendo muy potente en el
continente. La diplomacia de los petrodólares, aunque está de capa caída,
sigue funcionando y los resultados a la vista están para defender los intereses
de Venezuela y, en este caso, en detrimento de Colombia.
R.A.: ¿Qué hubieran hecho ustedes, como partido que es alternativa de
gobierno, para gestionar esta crisis?
A.R.: En primer lugar, hemos
exigido al presidente Santos que ponga una denuncia como Estado ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y también retirar hasta nueva orden
a nuestro embajador en Caracas. Y creo que hubiera sido oportuno suprimir el
estatuto de facilitador a Venezuela en los diálogos de paz de La Habana y,
siguiendo esa línea ya descrita, hubiéramos retirado a nuestro país de Unasur.
Luego, creo, que hubiera sido importante en esta crisis haber solicitado a las
Naciones Unidas una presencia significativa del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en la frontera para prevenir la
tragedia humanitaria y paliar los efectos de la misma. Y, obviamente, el
gobierno del presidente Santos no debería hacer la vista gorda al trato y
relaciones que tiene el ejecutivo de Venezuela con las FARC y al ELN, que gozan
de la ayuda y la protección en el territorio venezolano. Esta situación tiene que ser respondida por el presidente Santos.
El gobierno, mejor dicho la dictadura de Maduro, al mismo tiempo
que expulsa a miles de colombianos indefensos, a los que acusa de
paramilitarismo, está dando refugio y protege en su territorio a los grupos terroristas ELN
y FARC, brindando a sus jefes apoyo logístico y ofreciéndoles su territorio
como corredor de tránsito a través de la frontera y como un burladero después
de que realizan ataques contra la fuerza pública y la población colombiana.
R.A.: ¿Se atrevería a profetizar qué puede ocurrir a partir de ahora?
A.R.: Yo creo que esta situación
va a evolucionar mal y no se va a
resolver en el corto plazo. Esta crisis es artificial y ha sido provocada por
la dictadura de Maduro con unas finalidades políticas que, hasta que no se
cumplan, este escenario tan adverso no se va a cerrar ni solucionar completamente. Solo Maduro, que
unilateralmente provocó la crisis, tiene la capacidad de cerrarla también
unilateralmente.
R.A.: Aparte de este contencioso con Venezuela, ¿parece que la
presidencia de Santos atraviesa un difícil momento en todos los órdenes?
A.R.: Sí, claro, sin lugar a
dudas. Hay unos nubarrones negros en la
economía colombiana que se han agravado por la forma indolente e irresponsable
con que han dirigido la política económica desde este gobierno. Este
ejecutivo de Santos ha sido derrochón, ha malversado toda la bonanza económica
que heredó del ejecutivo anterior y
se ha manejado de una forma
torpe. La caída de los precios de los comodities, concretamente el petróleo, la
crisis china y otros elementos han contribuido a este estado de cosas que nos
hace muy vulnerables en esta crisis global. Seguramente, el 2016 será peor que el 2015 y la crisis económica se
agravará en Colombia. Santos tiene serios problemas de gobernabilidad, se
detecta que hay una caída en su popularidad en las encuestas y se agravan todos
los frentes, desde la seguridad hasta la economía. Luego está el fracaso de los
diálogos de paz, junto con esta crisis en la frontera, que le acabarán pasando
la cuenta de cobro al presidente Santos.
R.A.: ¿Sigue pensando, como ya ha dicho en varias ocasiones, que los
diálogos de La Habana no van a dar resultados tangibles?
A.R.: Yo creo que Santos está
dando falsas expectativas con respecto a los mismos y a la improbable firma de un acuerdo de paz
definitivo con las FARC. Santos ya ha incumplido en cinco ocasiones los plazos
que él mismo se había dado y anunciado para la firma del tal acuerdo. Y el
2015 se va a dar otro incumplimiento
más, el sexto de los anunciados por el presidente. No creo que estemos ad
portas de la firma de un acuerdo de paz, al menos en este año, y seguramente en
el próximo tampoco se dará. Luego, cuando quizá se pudieran cumplir con estas
expectativas, el presidente Santos estará de salida de su segundo mandato y lo
tendrá mucho más difícil, ya que su popularidad estará por los suelos.
R.A.: ¿Y cómo va la seguridad en el país, ha empeorado o ha mejorado?
A.R.: Todas las cifras, y hablo
de las oficiales, están demostrando de que hay retroceso en la seguridad en el
país. Tenemos cifras y datos, que ya ofrecí en el debate con el ministro de
Defensa en el Senado y donde vamos a informar de ese retroceso claro y nítido
en materia de seguridad. Si comparamos los datos del 2010, con el gobierno del
presidente Uribe, con los del 2015, mandato de Santos, observamos que la
voladura de oleoductos aumentó el 564%; los ataques a instalaciones militares
crecieron el 534%; la voladura de torres de energía, un 107%; la voladura de
puentes, 100%; los hostigamientos a la fuerza pública, 94%; los retenes
ilegales, 25% y, finalmente otras acciones terroristas, 25%. Esas cifras oficiales del ministerio de la
Defensa muestran a las claras ese retroceso en materia de seguridad del que
hablaba antes. Pese a las treguas
supuestas de las FARC, la violencia terrorista se ha incrementado en el país de
una forma alarmante.
Iván Márquez y Rodrigo Granda, negociadores de las Farc, en el inicio de las conversaciones en La Habana, Cuba |
R.A.: ¿Y esa inseguridad también se está revelando en las ciudades?
A.R.: Por supuesto, le voy a dar
más datos y cifras, siempre comparando entre el primer semestre del 2010 y el
mismo periodo del 2015. La extorsión, por ejemplo, se incrementó en 189%; el
hurto a motocicletas, 82%; el robo a comercios, 63%; el hurto a personas, 54%;
el hurto común, 47%; el hurto de vehículos, 46%, y el hurto a entidades
financieras, 47%. Ese es el resumen. Las
cifras hablan solas, no merecen más comentarios.
R.A. ¿Cuáles son las razones de ese deterioro en materia de seguridad
que padece Colombia?
A.R.: Ese deterioro al que me he
referido y que azota al país tiene como causa profunda la subordinación de la
seguridad a los diálogos de paz durante el gobierno del presidente Santos. Y
que ha traído como consecuencia una caída de la operatividad de la fuerza
pública debido a la desmotivación y la desmoralización que esos diálogos han
generado entre los miembros de las fuerzas militares. El gobierno de Santos le
ha hecho una serie de concesiones a la guerrilla, como igualar a los miembros
de las fuerzas militares con los terroristas, en los diálogos de La Habana.
Se ha reconocido a las FARC como una contraparte y un actor político en
igualdad de condiciones con nuestras Fuerzas Armadas, en un hecho intolerable,
para acordar una agenda nacional. Luego ha habido un discurso sobre el
narcotráfico, por parte del gobierno, claramente derrotista. El gobierno de
Santos ha creído que el apaciguamiento frente a la guerrilla traería mejorías
en materia de seguridad, que el avance de los diálogos ayudaría a la
disminución de la violencia, pero las cifras y los hechos han mostrado todo lo
contrario. La guerrilla de las FARC ha utilizando las treguas unilaterales para
mejorar sus condiciones. Pero también ha habido caída en el número de acciones
militares, como suspensión de los bombardeos, que las FARC han utilizado para
hacer acopio de más recursos derivados del narcotráfico; también para hacer más
reclutamientos y seguir realizando actos ilícitos. La violencia, por parte de las FARC, se ha incrementado contra el
pueblo colombiano. Las mismas cifras oficiales de este gobierno están
corroborando el fracaso en esta política de seguridad que ha manejado el presidente
Santos. Han subordinado todo a esa ilusión que es lograr un acuerdo de paz
definitivo en La Habana con las FARC, pero han fracasado en materia de
seguridad y no han obtenido los resultados esperados.
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