por Nicolás Márquez •
23/06/2016 • 3 Comentarios
Hace apenas 10 días,
es decir el 9 de junio del corriente, los 47 jueces, de los 47 países del
Consejo de Europa, que integran el pleno del Tribunal de Estrasburgo4 (el
tribunal de Derechos Humanos más importante del mundo), ha dictado una
sentencia de enorme relevancia, la cual fue y es sorprendentemente silenciada
por el progresismo informativo y su zona de influencia.
En efecto, por
unanimidad, todos los 47 jueces, han aprobado la sentencia que establece
textualmente que “no existe el derecho al
matrimonio homosexual”.
El dictamen fue
fundado en un sinfín de considerandos filosóficos y antropológicos basado en el
orden natural, el sentido común, informes científicos y por supuesto, en el
derecho positivo. Dentro de esto último fundamentalmente la sentencia se basó
en el artículo No. 12 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Dicho artículo
equivale a los artículos de los tratados sobre derechos humanos, tal el caso
del 17 del Pacto de San José y al No. 23 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
En la histórica y
nada difundida resolución, también ha dicho el Tribunal que la noción de
familia no sólo contempla “el concepto
tradicional del matrimonio, a saber, la unión de un hombre y de una mujer”
sino que no se debe imponer a los gobiernos la “obligación de abrir el matrimonio a las personas de mismo sexo”.
En cuanto al principio de no discriminación, el Tribunal también añadió que no
hay tal discriminación dado que “los
Estados son libres de reservar el matrimonio únicamente a parejas
heterosexuales”.
Compártase o no el
fallo preguntamos:
¿Sabía Ud. amigo
lector de esta trascendental noticia?, ¿la leyó o la escuchó en algún medio de
difusión local o internacional más o menos convencional al menos cómo “crítica”? Muy difícilmente su respuesta
sea positiva.
Y si acaso no existe
ningún “Lobby internacional” apañado
en la ideología de genéro dado que dichas conjuras no son más que una paranoia
imaginativa de “los sectores
reaccionarios” volvemos a preguntar:
¿Entonces por qué un
fallo de semejante tenor provisto por el tribunal Internacional de Derechos
Humanos más importante del mundo con voto unánime y representativo de los 47
países europeos no trascendió en ningún lado?
Por lo pronto, en
estas líneas te informamos de aquello que la nueva izquierda expresamente
oculta y que el centrismo bienpensante ignora o apaña por funcional cobardía.
Nicolás
Márquez
Prensa Republicana
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