Mí sentido pésame y
el de mi familia por el fallecimiento
del Señor Emilio Jorge Del Real[1],
a quien conocí en el Pabellón 19 de la Unidad 31 en Ezeiza. Cuando llegué a ese
indigno lugar, el 29 de noviembre de 2014, a pocas horas de haber sido
detenido, él ya ocupaba la cama que hoy utiliza Rene Langlois. Lo recuerdo como un hombre, alto, muy delgado, callado,
serio y que pasaba la mayor parte del día leyendo, en su sector. Sobre él, en
esta misma página, el día 20 de marzo de 2015, escribí:
“En
estos mismos momentos, son las 06.30 Hs. Esta amaneciendo, veo a un prisionero
que tiene una de sus piernas amputadas y como se desespera. Ayer a las 15.00hs
fue notificado que se le había concedido el arresto domiciliario, que se preparara.
Desde ese momento esta vestido con todas sus pertenecías embaladas. Lleva más
de 15 Hs. de espera. Es un anciano. Fue miembro de la Marina de Guerra. Si bien
sé que fue piloto de helicópteros, desconozco que hechos se le imputan. Espero
que no se descomponga, ya que sufre del corazón y está muy desesperado por
alejarse para siempre de este Pabellón 19 que compartimos”.
Por su especialidad
profesional y yo, por haber practicado paracaidismo deportivo, en más de una
oportunidad me acercaba a su sitio a
conversar de la actividad aérea. Fueron buenos momentos en los que logramos
alejarnos por algunos minutos del encierro que nos asfixiaba.
ANCIANOS
SIN DERECHOS HUMANOS
A veces utilizaba una pierna ortopédica, pero
comúnmente se movilizaba con muletas, por lo que todos dentro del desorden y el hacinamiento,
tratábamos de dejar despejados los espacios entre camas para que no tropezara,
principalmente al ir al baño en horas nocturnas.
Durante la Navidad
del fin año 2014-2015 y cuanto llegamos
a ser 20 o 21 los ocupantes del pabellón, estaban: Del Real con el faltante de una de sus piernas, un policía de
apellido Mastrandrea que le faltaba
las 2 y utilizaba silla de ruedas, el médico policial Chiachieta, con cáncer e incontinencia urinaria severa, por
habérsele extraído su vejiga, (falleció poco tiempo después), más Langlois que se moviliza con la ayuda
de un bastón y el policía Jorge Muñoz
que ya permanecía todo el tiempo en su cama. Al recordar todo esto, la
impotencia de lo vivido y lo que quizás me toque vivir, hace que
maldiga una y mil veces más, a
los responsables por acción u omisión del cobarde exterminio que se lleva a
cabo. Así, me refiero a los miembros de los TRES PODERES DEL ESTADO, de un territorio que se dice
democrático, llamado Argentina.
"Cada instante
de la vida es un paso hacia la muerte". Pierre
Corneille (1606-1684)
Con afecto, a los
seres queridos del señor Emilio Jorge
Del Real…
Claudio
Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 07, 2016
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