Primero respaldaron a
Julio De Vido, que seguirá en su banca. Después debatirán si a Milagro Sala,
con cargos por corrupción, le dan prisión domiciliaria... parece el juego de la
oca y retrocedemos 20 casilleros. A Milagro Sala no le corresponde
domiciliaria, ni por salud ni por edad (53 años). La CIDH no debería ocuparse
de políticos presos, tendría que ocupar su tiempo en los verdaderos presos
políticos: militares, gendarmes, policías, jueces, sacerdotes y civiles hoy
presos por los mal llamados juicios de "lesa
humanidad", mayores de edad (promedio 76 años), enfermos de verdad,
sin juicios, sin condena en la mayoría de los casos, en cárceles comunes, con
prisiones preventivas que exceden los diez años cuando no deberían pasar más de
dos. Lo dice la ley... que por lo visto también es selectiva. Para los presos
de "lesa" (verdaderos
presos políticos) no hay derechos humanos. Ni "derechos" ni "humanos".
María
Guadalupe Jones
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!