El jueves 01 de marzo
de 2018 a las 10:00 horas, se procederá al
sepelio en el cementerio de Olivos del señor
General de División del Ejército Argentino Luciano Benjamín Menéndez. Un
verdadero SOLDADO, respetado por sus camaradas y odiados por los enemigos de la
Patria, esos que el venció en la más cruel de las guerras –la que se desarrolla
entre hermanos de una misma nación–.
En estos días el
periodismo y políticos progresistas no se cansan de adjetivar la figura de este
SOLDADO, con los epítetos más insultantes: represor, genocida, asesino, etc. Sus
camaradas reconocen en él a un verdadero conductor de su tropa que supo cumplir
las órdenes emanadas de los más altos niveles de la conducción del estado desde
los años 1975 a 1979, desde su cargo como Comandante del III° Cuerpo de
Ejército con sede en Córdoba y área de responsabilidad en 10 provincias. Esas
órdenes fueron impartidas durante el gobierno democrático del partido
Justicialista, siendo la presidente de la Nación la señora María Estela
Martínez de Perón (a) Isabelita y continuadas por el último gobierno de facto
de nuestra república, conocido como Proceso de Reorganización Nacional.
Como dice el Mayor
(R) Jorge Gustavo Taboada, en su nota de abajo, “Con el diario del lunes somos
todos sabios…”, la historia no se puede redactar fuera de contexto. Esa
época signada por una extrema violencia desatada por las organizaciones
terroristas: Ejército Guerrillero del Pueblo, ERP,
Montoneros, FAR, FAL, etc. exigía medidas extremas para salvar al país de una
agresión comunista apoyada por las U.R.S.S. sus países satélites y
especialmente Cuba… ellos tenían como objetivo atacar a Estados Unidos de
América, ingresando por su patio trasero: Latinoamérica.
La sociedad argentina
exigía diariamente a la clase política e instituciones del estado acabar con
esas organizaciones terroristas que atacaban tanto objetivos civiles como
militares, sin discriminar entre ellos.
Las Fuerzas Armadas
recibieron esa responsabilidad y debieron enfrentar un conflicto bélico para el
que no se habían capacitado: la guerra
revolucionaria.
A falta de una
doctrina propia se adoptaron las recomendaciones proporcionadas por la Escuela
de las Américas y la experiencia de Francia en la guerra de Argelia. Pero el
peor error fue combatir al enemigo con sus propias tácticas de combate
revolucionario, mimetizándose con la población civil y utilizando los medios más
rápidos para obtener la inteligencia necesaria que permitiera impedir atentados,
mayor violencia y asesinatos indiscriminados por parte de los terroristas. Esa
táctica de combate posibilitó aniquilar el
accionar de las organizaciones subversivas en el menor tiempo posible, en un plazo
de 3 años el objetivo estaba asegurado y se había evitado la toma del poder del
estado para instalar una dictadura foránea y que provocaría más de un millón de
muertos como presagiaban los líderes terroristas.
Mañana despedimos al señor General de División Luciano Benjamín
Menéndez, nunca se le conocieron ambiciones políticas y actos deshonestos… simplemente
cumplió la misión asignada por sus superiores y como lo demuestran sus
declaraciones en los llamados mal “juicios
de lesa humanidad” llamó la atención por su entereza, defensa y lealtad
hacia subordinados.
En esos juicios
amañados en más de una oportunidad dijo que él
era el único responsable de todo lo que ocurrió en su área de
responsabilidad, no así sus
subordinados, y todo se hacía con su
conocimiento y siguiendo sus órdenes. ¿Qué más se le puede pedir a un SOLDADO?
DESCANSE
EN PAZ GENERAL MENÉNDEZ
Ninguno de los
actores de los 70, excepto el enemigo terrorista, tenía experiencia en ese tipo
de guerra revolucionaria, ni siquiera las FF.AA. que para colmo se nutrían de
la doctrina estadounidense y francesa. Era nuevo para los políticos que como
buenos argentinos se sacaron el sayo y se lo pusieron a las FF.AA., desentendiéndose.
Las FF.AA. cumplieron con la orden que le impartió el poder político y la
sociedad argentina que fue la agredida. Sin el apoyo de la sociedad Argentina
no se hubiera triunfado con las armas. Fue
mucho el peso y está HIPÓCRITA sociedad se desentendió responsabilizando de
todo a sus soldados. Con el diario del lunes somos todos sabios pero son
solamente soldados los que van presos. Ni terroristas, Ni políticos. Oscuro futuro el que se avecina en esta
sociedad que anuló y bastardeo a los que ofrendaron su vida en su defensa y que
rápidamente se desentiende de todo. Quizás tengamos lo que nos merecemos.
Jorge
Gustavo Taboada
Mayor (R)
DNI 13.505.770
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