Días
atrás, LA NACION dedicó un
editorial a la magnífica homilía del obispo castrense, monseñor Santiago
Olivera, sobre la situación de los cientos de ancianos militares, policías
y civiles encarcelados por hechos ocurridos durante la guerra contra la
subversión de los 70, al superarse largamente el tiempo de duración de las
prisiones preventivas sin sentencia, previsto en nuestro derecho y el derecho
internacional; aclarando que ello no justifica los excesos ocurridos, sean o no
responsabilidad de los encarcelados. Adhiero a sus justas palabras,
recomendando su lectura, y recuerdo que Santo Tomás de Aquino también dijo que “justicia
sin misericordia es crueldad”, lo cual resulta de dramática actualidad
en nuestro país, en que campea la crueldad para con esos ancianos. También dijo
el santo que “misericordia sin justicia es la madre de la disolución”.
La primera parte de su legado se cumple con una
actualidad asombrosa, mediante las mentadas prisiones preventivas
ilegítimamente excesivas de militares, policías y civiles por aquellos hechos. Sobre
la segunda parte, la disolución de nuestra sociedad en buena medida es generada
por ese tratamiento cruel e ilegítimo, que arrasó con todos y cada uno de
nuestros principios y garantías constitucionales.
Enrique Munilla
DNI
4.433.538
FUENTE:
https://www.lanacion.com.ar/opinion/carta-de-lectores/de-los-lectorescartas-ampmails-nid2308984
NOTA:
Las imágenes, enlaces y destacados no corresponden a la nota original.
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