“¡Esperen un momento! ¿Qué demonios
nos estamos haciendo a nosotros mismo? ¿A nuestra economía? ¿A nuestra próxima
generación? ¿Es esta cura, aunque sea por poco tiempo, peor que la enfermedad?”.
Thomas L. Friedman.- The New York Times
Thomas L. Friedman.- The New York Times
El escritor y periodista Jorge Asís en "Animales sueltos". FOTO: AMÉRICA TV |
Cuando
Asis en Animales Sueltos dijo que el país había optado por la cuarentena "con extraordinaria frivolidad",
y que es una medida pensada "para la
capa alta, media alta y capa media de la sociedad, y después, a la suerte,
porque para estar en una casa tenés que disponer, primero, de una casa",
no decía nada irrazonable, solo que, como nos estamos manejando desde el miedo
y de la comodidad, creemos que todos los que siguen la cuarentena, tienen
televisión satelital, PC, Whats App, la heladera llena y un par de tarjetas
para hacer las compras que hagan falta por la web en supermercados y farmacias;
pregúntenle al mercadito de cualquier barrio marginal si aceptan una “signature” y entonces se darán cuenta
que lo de Asis dice, no deja de tener sentido.
Violan la cuarentena en la Villa 31, por hacinamiento |
Si
analizamos la cuarentena desde el punto de vista de la adaptación del hombre,
vemos que, según sean las condiciones del medio ambiente, estas favorecerán o
entorpecerán el equilibrio físico y emocional de quienes estén sometidos a
esto. Es así que aquellos que por formación piensan y razonan mejor, que tienen
acceso a los servicios básicos tienen
mejores posibilidades de pasar una pandemia sin mayores sobresaltos y aceptar
cualquier encierro que se requiera que aquellos que están hacinados en una casa
de chapas de barrio marginal y que carecen de los servicios básicos (aguas
corrientes, gas, electricidad, cloacas, etc.)
En
Argentina las decisiones que se toman, por la carencia de recursos que tenemos
y por ser generalmente de corto plazo oscilan entre algo malo y algo peor, de
esta manera, puede verse como algo perfecto a la cuarentena, pero hay un punto
donde este remedio -al fin y al cabo una mísera cataplasma- puede ser peor que
la enfermedad.
Las
decisiones importantes son siempre entre algo malo y algo peor, se toman según
recursos y situaciones particulares de cada país, puntualmente y en fase
inicial parece perfecto la cuarentena total, pero en algún punto el remedio
puede ser peor que la enfermedad. Los antecedentes de nuestra política como
generadora de soluciones creativas, no resulta muy tranquilizadora.
Trump
y Bolsonaro han privilegiado el mantener
a la economía en movimiento. Respecto de esto dice Friedman en su artículo: “Nuestros líderes no están volando
completamente a ciegas: Están trabajando con el consejo de epidemiólogos serios
y expertos en salud pública. Sin embargo, debemos tener cuidado con el "pensamiento
de grupo", una reacción natural pero peligrosa cuando se responde a una
crisis nacional y mundial. Estamos tomando decisiones que afectan el país, y a
toda nuestra economía, por lo que pequeños errores de navegación podrían tener
enormes consecuencias.”
David L. Katz |
Y
es así como hay que proceder. David L. Katz, director fundador del Centro de
Investigación Preventiva Yale-Griffin de la Universidad de Yale, financiado por
el CDC, y experto en salud pública y medicina preventiva; escribió la semana
pasada, también en el Times, un artículo
donde afirmaba que el gobierno tiene tres objetivos: "salvar tantas vidas como podamos, asegurarnos de que nuestro
sistema médico no colapse, pero también asegurarnos de que en el proceso de
alcanzar los dos primeros objetivos no destruyamos nuestra economía, y como
resultado de ello, aún más vidas."
Acá
no hay nada de eso; así, no resulta extraño que tanto el Presidente, como
Kichiloff y los intendentes del conurbano y, por supuesto los gobernadores
estén absolutamente desorientados en las medidas a adoptar y a la vez muy
preocupados por sus seguras consecuencias. Porque, los cientos de miles de
pobres que el peronismo ha fabricado y mantenido en estado de pobreza durante
décadas para su propio beneficio será sin dudas para este gobierno un
boomerang; El dinero que se pueda inyectar -por AUH y otros subsidios- en
especial en las villas, lo está devaluando la inflación y el que podía entrar
diariamente por comercio informal, el choreo y la venta de droga se ha reducido
por la cuarentena y hace que se incube una situación social mucho más peligrosa
que la pandemia.
Pehuajó,
26 de marzo de 2020
José
Luis Milia
Non nobis, Domine, non nobis. Sed
Nomini tuo da gloriam.
NOTA: Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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