Salta, 14 de julio de 2020
En el marco de la persecución infame y contraria a los más elementales principios del derecho que sufren los acusados de crímenes de lesa humanidad, llamada, paradójicamente, “política de derechos humanos”, el abogado Guillermo Fanego ha sido acusado, por los poderes ejecutivos de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires a través de sus organismos dependientes, por no ejercer una “defensa técnica” y, en su lugar, ejercer el “negacionismo del terrorismo de Estado”.
En la nota firmada por Yanina Michelena, apoderada de la Subsecretaría de DD.HH. de la
provincia de Buenos Aires, y por Ciro
Annicchiarico, apoderado de la Secretaría de DDHH de la Nación, se acusa a
Fanego de manifestar vehementemente un “verdadero
público negacionismo del plan sistemático de terrorismo de estado que asoló a
nuestro pueblo entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983”.
Pues bien, como mínimo, se puede alegar a favor del letrado que: primero, dicho
“plan sistemático de terrorismo de
estado” no fue más que la respuesta a la agresión terrorista que sufrió la
sociedad argentina por parte de las bandas armadas como ERP y Montoneros;
segundo, que dicha respuesta no comenzó el 24 de marzo de 1976 sino en los
gobiernos constitucionales de Juan Perón
e María Martínez de Perón; es decir, de los gobiernos del mismo signo
político con el que se identifican hoy los funcionarios denunciantes Michelena y Annicchiarico. Fue Juan
Perón el que, refiriéndose al ERP, llamó a "aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal" y fue María Martínez de Perón la que propició
el decreto para legalizar el aniquilamiento de la subversión. Por otro lado,
también se acusa a Fanego de
referirse a las (“víctimas”)
querellantes “…recurrentemente como
‘mentirosas’, ‘terroristas’, ‘mercenarias’, en una arenga típica prodictadura,
y claramente negacionista del terrorismo de estado”. Pues bien, así las
llamó también el gobierno peronista de la década del ’70 y por eso les envió la
Triple A. Y es que un individuo que pertenece a una banda que pone una bomba y
mata a 23 personas o que masacra al secretario general de la CGT no merece otro
título que el de criminal de lesa humanidad.
El
verdadero negacionismo es el del estado argentino que niega la guerra declarada
por el terrorismo marxista. En el caso del gobierno
actual, dada su naturaleza peronista, el cinismo es doble; puesto que niega su
participación terrorista a través de Montoneros y, también, a través de la
Triple A. Es evidente que las Secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de
la Provincia de Buenos Aires tienen como función, a través del falso relato y
de su accionar judicial, conculcar los derechos humanos de las personas que
ellos designan como responsables de haber ganado la guerra contra la
subversión. El ataque al Dr. Guillermo
Fanego es un claro ejemplo de negación del derecho de defensa de los
perseguidos.
NOTA: Los destacados no corresponden a la nota original.
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