Editorial del 14 de
Abril del 2015
La Sra. Presidente,
asistió a la cumbre de las Américas con un discurso propio de barricada, de una dirigente estudiantil de los 70, me
hizo recordad a Alfonsín, cuando por primera
vez visitara los EE.UU como Presidente Argentino y su par Estadounidense Ronald
Reagan lo fue a recibir al aeropuerto JFK, cosa rara, porque nunca un presidente de América es recibido por el Presidente Estadounidense
en persona, es una forma de menospreciarnos de su diplomacia del garrote.
Alfonsín con una mano
en el bolsillo y su dedo índice apuntando al Presidente Norteamericano, sin el
menor atisbo de humildad, le dio una
lección de moralidad retándolo por su invasión a la Isla de Granada, como
resultado, Regan nunca más lo recibió,
los franceses que saben mucho sobre relaciones Internacionales tienen un dicho
que dice algo así como: “Cuando uno no es el más fuerte, tiene que
ser el más Vivo”.
Nuestros gobernantes
en su microclima espantosamente húmedo
de tanto chupamedias en su entorno, terminan envueltos en una soberbia infinita,
creen que pueden hacer con la
diplomacia lo mismo que hacen con su oposición en el país, ignorarla,
despreciarla, insultarla etc.
No miden su
incontinencia verbal, parecería que con el triunfo electoral, se les produce
una metamorfosis, desarrollando mucho más
la boca que el cerebro, no consideran que sus dichos causan perjuicios a
sus gobernados y al país en forma directa, Cristina diplomáticamente hablando,
es un elefante en una cristalería de Murano, sus expresiones groseras, de mal
gusto, propias de una adolescente imprudente nos perjudican en forma directa,
sus gestos de mujer barrabrava nos descalifican a todos.
Perón solía afirmar
que la “Única Política, es la Política Exterior de una Nación”, si
algo ha caracterizado a estos últimos 41 años en la Nación Argentina es su desastrosa política exterior.
Los sucesivos
gobernantes civiles y militares con sus acciones nos han borrado literalmente
del mapa.
Argentina
fue el faro de América, la luz que indicaba el camino a la grandeza,
fuimos el primer país en independizarnos de España y el que le diera Libertad a
medio continente, nuestras tropas ingresaban a estados hermanos, no como
conquistadores, sino para darles La Libertad y dejarles un gobierno propio,
salvo cundo los liberales anglófilos Sarmiento y Mitre[1]
obedeciendo designios de Inglaterra destrozaron con El Brasil al Pueblo
Paraguayo el más desarrollado hasta entonces y lo sumergieron en el atraso y la
pobreza, solo por resistirse a los intereses Británicos.
También destaquemos
que esta guerra fratricida, la
hicieron con inmensa resistencia de los
caudillos federales fieles a nuestras tradiciones libertarias que nos legaran
Belgrano, San Martin, El Fraile Aldao, Facundo Quiroga y Güemes y tantos otros.
Me
da vergüenza señora Presidente, es usted una mujer
mediocre, de modales groseros, carece de tacto y refinamiento, usted no nos representa, los argentinos no somos
así, al contrario nos denigra como
pueblo, con sus soberbia y
verborragia enloda nuestro pasado
Histórico, qué pensarían de usted personajes como Belgrano, San Martin,
Alen, Lisandro de La Torre, Perón,
El Gringo Pellegrini, Laprida, Elpidio González, solo por nombrar
algunos ilustres hombres.
Sabe usted Señora, me da pena verla abanderarse como una
militante revolucionaria setentista, cuando usted sabe en lo profundo de su
ser, que nunca lo fue, que sus
exteriorizaciones solo son una puesta en escena para el vulgo ignorante y
amorfo, aquel de los punteros,
Ignorantes y carentes de sentido político, aquellos que como vasallos aplauden
ciegamente a quienes los espolian y les roban el futuro de sus hijos, que come las migajas que se caen de la meza
de la corrupción que usted y su cínica corte utilizan para saciar sus apetitos
mezquinos.
Lo único que quedara
de usted y su gobierno camporista, será un mal recuerdo en la memoria histórica
de nuestra patria, quedara como el
gobierno más corrupto de la historia, el recuerdo de usted, será el mismo que el Héctor José Cámpora,
recordado como el ultimo de todos los traidores a Perón, en verdad Señora me
alegra que termine su gobierno, cuando usted deje la casa rosada para siempre,
producirá un gran alivio en la mayoría de los argentinos de bien, que Dios La
Perdone, porque será difícil que los buenos ciudadanos honestos, podamos perdonarle
por el mal que le hiciera a la Patria.
Por Juan Carlos González
Costa
NOTA:
Las imágenes, referencias y destacados no corresponden a la nota original.
[1] El editor no comparte la descalificaciones
que autor hace sobre Sarmiento y Mitre, dos próceres de nuestra historia.
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