Por: Nicolás Gilardi ngilardi@infobae.com
Elisa Carrió convocó a Graciela
Fernández Meijide, madre de un desaparecido, y a Arturo Larrabure, hijo de un militar asesinado por la guerrilla, a
una mesa de debate. Participó también Victoria
Villarruel
Crédito: Milagros Barales |
La convocatoria proponía algo
poco habitual por estos tiempos y que sonaba por demás interesante. Un debate
sobre la violencia de los años 70 con la inclusión de "todas las voces", con "las dos campanas". Para ello, la diputada nacional y
precandidata presidencial Elisa Carrió abrió las puertas del instituto
Hannah Arendt, en Recoleta, para que durante casi tres horas de debate se pueda
reflexionar desde distintas perspectivas lo ocurrido en esa trágica década, que
marcó a fuego a los argentinos.
Junto a Carrió, estuvieron Graciela Fernández Meijide, histórica
referente de los derechos humanos, integrante de la CONADEP y madre de un
desaparecido; Arturo Larrabure, hijo
de un militar que fue secuestrado durante más de un año y asesinado en 1975 por
el Ejército Revolucionario del Pueblo y Victoria
Villarruel, presidente del Centro de
Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas.
Pese a que la temática tratada
era de por sí complicada, sobre todo para personas a las que le tocó de cerca
el sufrimiento, el debate se produjo en un clima cordial, con coincidencias y
diferencias, y el único punto
discordante se produjo cuando Fernández Meijide decidió retirarse del
lugar. La ex dirigente del Frepaso adujo que se iba porque se "había hecho tarde", pero
quedó la sensación de que su salida fue por alguna rencilla con Carrió que
parecía ser de vieja data. De todos modos nunca perdieron la cordialidad y la
despedida fue en buenos términos.
Victoria Villarruel y Arturo Larrabure Crédito: Milagros Barales |
Durante el debate, un moderador
propuso varios "disparadores",
como cuál había sido el origen de la violencia política en la Argentina, cómo
influyó en ese clima de confrontación el asesinato de Pedro Eugenio Aramburu a
manos de Montoneros en 1970, el origen y accionar de la Triple A y las causas
que llevaron al golpe del 24 de marzo de 1976, entre otros.
En cuanto al origen de la
violencia, Fernández Meijide y Larrabure la ubicaron en 1955, año de la caída
de Juan Domingo Perón a manos de los militares de la llamada Revolución
Libertadora. Ambos también coincidieron en que Perón fue el impulsor de la
Triple A, poniendo de esta manera el dedo en la llaga en un tema tabú para los
peronistas, que en su gran mayoría deslindan al caudillo de responsabilidad en
el accionar de ese grupo parapolicial, que dejó un reguero de cadáveres mucho
antes de la dictadura.
Por su parte, Villarruel hizo un
repaso de las víctimas civiles y militares que murieron en ataques de la
guerrilla entre 1969 y 1979 -dijo que
fueron 1079 víctimas- y llamó la atención en cuanto a que la mayoría de
estos crímenes fueron cometidos en democracia, entre 1973 y 1976. Fernández Meijide discrepó con esa cifra
de fallecidos y los ubicó en alrededor de 700.
Otra diferencia importante fue el
tema del perdón. En esto no se pusieron de acuerdo Carrió y Fernández Meijide.
La diputada de la Coalición Cívica insistió una y otra vez en la importancia
del perdón para salir adelante y alivianar el peso de un pasado tan duro. Meijide decía lo contrario. "Seguro coincidamos en que tiene que
haber justicia, que en mi caso reemplaza al perdón. No puedo perdonar en nombre
de mi hijo (Pablo), él no está acá, además nadie me pidió perdón a mí",
afirmó Meijide en uno de los momentos
más tensos del debate. Larrabure se anotó con Carrió, y reconoció que, pese
a lo que ocurrido con su padre, "aprendió
a perdonar".
Villarruel también se pronunció
al respecto. Dijo que "la mayoría de
las víctimas del terrorismo han perdonado", pero "se sienten parias porque su país no las reconoce y el Gobierno
las rechaza".
Graciela Fernández Meijide Crédito: Milagros Barales |
En tanto, Carrió y Villarruel se
mostraron de acuerdo en que los ex miembros de Montoneros y ERP no quieren
hacer una autocrítica pública para no reconocer que ejecutaron a miembros de sus
propias agrupaciones a quienes sometieron a juicios revolucionarios como "traidores".
Otro punto en común fueron las críticas al Gobierno. De una u otra
manera, los expositores cuestionaron el "oportunismo"
del kirchnerismo en su política de derechos humanos y afirmaron que intentó "silenciar
a las otras víctimas", aquellas que padecieron el accionar de los
grupos guerrilleros.
Pero la coincidencia más
importante entre los cuatro, y lo que en definitiva fue el mensaje central del
evento, fue la necesidad de abrir el debate y hacerlo extensivo, para que todos los sectores tengan "voz", tanto los que
sufrieron el terrorismo de Estado como aquellos que perdieron un familiar o
padecieron las consecuencias del accionar de la guerrilla. En definitiva, que "la
verdad no sea parcial".
A continuación las frases más destacadas de cada uno de los integrantes
de la mesa de debate:
Elisa Carrió
"Siempre quise el derecho a la verdad, también comprendí que la
verdad no es parcial, no es de uno, sino de otros".
"Ellos (los guerrilleros) no quieren revisar la historia, no por
las muertes que han ejecutado de los militares, sino que no pueden reconocer la
historia de sus compañeros que han ejecutado".
"Los indultos dictados por Menem no fueron a instancias de los
militares, fueron a instancias de Fimenich y su pacto con los Montoneros".
"Cada ser humano es sagrado, sea civil o militar".
"No hay derecho a la venganza, hay derecho a la verdad, y la
verdad debe ser total".
"No creo en ninguna ley de amnistía. Quiero que quede claro. Creo
que no hay amnistía. Tiene que haber derecho a la verdad para todos".
Graciela Fernández Meijide
"La Triple A obviamente la comandaba Perón, a través de López
Rega".
"Todas las guerrillas urbanas por definición son terroristas, esto
que digo es una descripción, no una convalidación".
"Yo festejé la Revolución Libertadora del 55 y lloré los
fusilamientos del 56. Tampoco me hice peronista, pero dejé de ser gorila".
"Uno de los errores más grandes que cometieron los militares fue
abandonar el profesionalismo y hacer trabajo de policías. La policía torturaba
desde siempre, desde que Lugones inventó la picana".
"Muchos de los juicios a militares están sospechados de ser
incorrectos".
"¿Por qué hay dos varas? Si se juzga de distinta manera hechos
similares, perdimos señores. Perdimos y yo siento que fui derrotada en mi
demanda de justicia".
Arturo Larrabure
"El gran tema es como tratar de estar unidos, como conciliar las
divisiones que tenemos los argentinos".
"El secuestro de mi padre fue largo y penoso. Pueden imaginarse
todo lo que quieran, porque en esos 372 días, todo lo que uno piensa existía,
Torturas de todo tipo, simulacros de fusilamientos".
"Mi madre quedó muy mal, durante un año tuvimos que darle de comer
en la boca, porque no quería vivir".
"Perdonar es sanador, el día que uno puede perdonar, es como que
siente un alivio en el alma, eso lo pude sentir con los años".
"Estoy convencido de que si mi padre hubiera vivido, hoy estaría
preso. ¿Por qué digo esto? Porque todos los compañeros de mi padre están
presos. Todos no pueden ser culpables, como todos no pueden ser
inocentes".
"La causa de mi padre no avanza, entre otras cosas, porque el
fiscal Juan Murray, que ahora ha sido puesto como fiscal general del caso
Nisman, la estuvo entorpeciendo. El premio para él es que ahora pondrá palos en
la rueda en el caso Nisman".
"En el caso de mi padre, igual que dicen ahora con Nisman, decían
que se suicidó, a pesar de que los peritos de la Corte Suprema dijeron que a mi
padre lo asesinaron".
Victoria Villarruel
"En nuestra investigación encontramos que del 69 al 70 17.382
personas inocentes fueron victimizadas por las organizaciones armadas y 1094 de
ellas fueron asesinadas".
"Durante el gobierno de Menem se promulgó una ley de
indemnización, pero no incluyó a las víctimas del terrorismo. Muchas de ellas
se presentaron a reclamar el beneficio, llegaron a la Corte y la Corte dijo
'no'".
"Nuestras víctimas sufren dos veces. Primero a manos de los
terroristas y después a manos del Estado, que considera que su sangre vale
menos".
"¿Cómo vamos a responsabilizar a las víctimas del terrorismo por
lo que ocurrió después de marzo de 1976? Si la mayoría fueron civiles y fueron
ocasionadas en los cuatros gobierno democráticos entre 1973 y 1976. La víctima
es inocente y es su mayor fuerza".
Hernán Lombardi
Entre los presentes estuvo el
ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, quien pidió el micrófono para dar
su opinión sobre los años 70. Durante su breve intervención aseveró que "peor que la violencia política es la
celebración de la violencia política". Y recordó que simpatizantes de
Montoneros festejaban en los actos con cánticos recordando el crimen de Pedro
Eugenio Aramburu, "la primera
acción" resonante cometida por esa agrupación político-militar.
El debate fue organizado por la
agrupación Otra Cultura Joven, un espacio que adhiere al liderazgo de Carrió,
ya que consideran que la dirigente sintetiza sus "ideas de república y acción política". Entre el público
presente en el instituto Hanna Arendt estuvieron el escritor Marcos Aguinis, el
escritor y ex legislador Fernando Iglesias y el periodista Luis Gasulla.
Carrió prometió revisar causas a
ex militares
Al momento de tomar la palabra,
Carrió dejó claro que no adhiere a las amnistías, de hecho recordó que fue
autora de la ley de nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que
promulgó Raúl Alfonsín, pero señaló que no está de acuerdo con la actual "manipulación de la justicia al
servicio de la venganza".
En ese sentido, anunció que en
caso de llegar a la presidencia promoverá "la
revisión de las cosas juzgadas írritas". "Se trata de derechos
humanos, en consecuencia cualquier persona imputada de delitos debe tener todas
las garantías constitucionales, si le han faltado garantías, si ha habido
irregularidades graves, es cosa juzgada írrita, y puede ser materia de
revisión, así que los juicios pueden ser revisados", explicó sobre su
propuesta.
Además, y al referirse a los
militares que son juzgados por delitos cometidos durante la dictadura, Carrió
consideró que "las personas mayores
de 70 años no pueden sufrir prisión ni se puede dejar que un condenado muera
por un tema de salud en una cárcel". Prometió que esas muertes serán "investigadas".
La diputada Elisa Carrió Crédito: Milagros Barales |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
No dejar comentarios anónimos. Gracias!