La temida Plaza del 27

POLITICA: LIC. GUSTAVO ADOLFO BUNSE

"Constreñidos a vegetar en horizontes estrechos, llegan hasta a desdeñar todo lo ideal y lo agradable, en nombre de lo inmediatamente provechoso. Su miopía moral les impide comprender el equilibrio supremo entre la elegancia y la fuerza, la belleza y la sabiduría" (José Ingenieros)

25 de Junio de 2012

El miércoles 27 de junio es el día de San Cirilo (370- 444 d. C.), declarado doctor de la Iglesia por León XIII y venerado, además, por los coptos.

Trátase de una curiosidad trágica, que conjuga la coincidencia con la metáfora de cualquier casualidad y que aparece ante nuestros ojos: San Cirilo luchó, en particular, contra un patriarca de Constantinopla: el peligroso Nestorio (personaje nefasto) que, sólo por pensar diferente, lo envió a la cárcel. Dijo Cirilo a Nestorio: "Yo estoy dispuesto a padecerlo todo: las cadenas, la cárcel... todas las penurias de la vida y la muerte".

Ese día -27- tan temido, pueden ocurrir dos cosas:

1) Nestorio envía, desde el Más allá, un reflujo muy débil de mala energía y, entonces, una multitud histórica desborda la Plaza de Mayo.

2) La energía de Nestorio es fuerte y ayuda a su Protegida. En tal caso, el día bajo estudio nada sucederá.

Cualquier variante es posible para que tenga lugar este último escenario: desde el arreglo secreto, hasta la concesión pública que "ella" podría hacer con tal de que Moyano, a su turno, no se presente a las elecciones de la CGT.

En verdad, no parece ya posible, a estas alturas, que pueda ser reversible la movilización. Lo cual es, por cierto, lo que a ella más le aterra.

No es reversible, por cuanto, con Moyano preso o con el Camionero inmerso en un arreglo, existe gente autoconvocada que está lista para dirigirse a Plaza de Mayo este miércoles. Y no es poca gente... esta vez.

Sea por el mínimo no imponible, o debido al terrible patrimonio neto de la presidente... O por el hecho de que dos gobernadores criminales ocultan miles de raquíticos, robándoles a cielo abierto. Por las razones que fueran.

Acaso ella deba comenzar a borrar parte de su soberbia, si se le empieza a complicar el país. Tal como se prefigura con este clima.

Y, hacer un pronóstico de complicación del país, no es un ejercicio demasiado arriesgado, teniendo a la vista todo lo que ella está dañando u omitiendo por estas horas.

Es que, con muy poco, pueden extrapolarse -y con bastante sencillez- las consecuencias más pequeñas.      

Pero parece mucho más propio hablar en primera persona del plural, y decir que se nos puede complicar mucho el país a todos los que vivimos aquí.

Es la base del Estado en estado de putrefacción, que nadie ve y que tambalea, sin que todavía una sola persona atine a conmoverse por la carcoma sutil derramada sobre la totalidad de las instituciones republicanas.

Es la vergüenza metafísica irradiada desde el poder corrupto a través de su sed de venganza, su repugnancia por el capital, por la inversión y por el lucro y la rentabilidad.

En definitiva, la apuesta de esta Reina de las Tinieblas por mantener la incertidumbre.

En definitiva, la apuesta de esta por mantener la incertidumbre.

Es la educación pública, subsumida y postrada por las mentiras de ella y de todo un séquito que ha aprendido a mentir como ella.

... La vergüenza por mérito propio, y el horror surgido de la sospecha de pensar diferente.

Es la cultura de la dádiva, en lugar del esfuerzo y la superación.

Es algo esencial, “de fondo”, que no puede quedarse enmascarado eternamente. Una especie de enfermedad terrible que se propaga sin pausa con el incentivo permanente de la dirigencia política, para que todo dependa solamente de sus designios y se sufrague con la “caja”.

Es el desquicio del llamado "modelito de ellos", que les brinda espacio y andamiento a personajes como la mujer que comanda, convirtiéndose en una danza macabra que autoriza a cualquiera a sentir una enorme repugnancia por la protagonista.

Resulta, entonces, que las condiciones básicas para que el escenario de corto plazo se complique sustancialmente, están dadas en todos los órdenes del Estado.

Y la velocidad con que eso ocurra no depende en absoluto de nada que pueda hacer la ciudadanía. Toda vez que se han puesto a andar las cosas hacia direcciones impredecibles, que van a resultar sólo del rumbo de la mediocridad que hoy nos impone la mujer que nos dirige.

El único rumbo que conoce quien conduce hoy a la Nación.

La temible Plaza del 27 no es nada... y es algo.

Una señal, quizás, para la "querida" de Nestorio...

O acaso la esperada venganza de Cirilo.

Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política

Seguir en Twitter: http://twitter.com/gbunse