Gracias Señores
Jueces
Desde mi lugar de
cautiverio a causa de la venganza y la cobardía de quienes, por ahora, manejan
los hilos del poder y sus cómplices, He sentido la necesidad de expresar mi
agradecimiento a quienes son los responsables inmediatos y directos de mi
situación.
Gracias jueces porque
he podido asumir que a mis 65 años sigo manteniendo toda la fuerza y
determinación para sostener mis convicciones y pelear por ellas. Esta prisión es para mí otro destino
militar desde donde debo continuar sirviendo a mi Patria.
Gracias por
permitirme comprobar en los hechos y en un momento de crisis, el temple,
coraje, voluntad, espíritu de sacrificio y amor de mi familia. Me llena de orgullo la actitud de mis hijas
y yernos que, desde cada uno de sus lugares, y superando el dolor, están
mostrando todas sus fuerzas para trabajar sin descanso haciendo visible la
ignominiosa situación de los presos políticos del régimen.
Gracias por hacer que
mis amados nietos me demuestren, cada vez que nuestra separación obligada lo
permite, todo el amor que sienten por mí. Parecería que a pesar de sus 3 años
de edad comprendieran la injusticia que sufre su abuelo y entonces redoblan sus
muestras de cariño.
Gracias Jueces por
hacer que mis amigos de siempre me manifiesten su solidaridad, apoyo y afecto a
mi esposa y a mí. Y gracias también por
permitir que queden en evidencia aquellos que no deberán merecer la categoría
de tales.
Gracias jueces por
haber hecho posible comprender con vuestras actitudes que se puede ocupar
cargos de inmenso valor institucional pero carecer de los valores morales y
espirituales imprescindibles para ejercerlos. Como testimonio de mi agradecimiento me permito recordarles algunas
cualidades en caso de que se hayan olvidado:
- Honestidad
- Valor
- Independencia de Juicio
- Ecuanimidad
- Memoria Imparcial
- Respeto por sí mismo y por las Leyes
- Vergüenza
Gracias por
permitirnos a mi esposa y a mí renovar y demostrarnos diariamente el amor que
nos tenemos desde hace más de 40 años. Gracias por hacernos recordar que hemos
pasado juntos, en familia, momentos muy felices pero también algunos muy duros
y difíciles. Esto nos posibilita convencernos que así como superamos estos
últimos, con la misma voluntad y determinación superaremos los actuales y
saldremos con mayor unión y fortaleza. Gracias también porque me han permitido
comprobar la inmensa capacidad de mi esposa para cargarse al hombro todas las
obligaciones y responsabilidades laborales, sociales y profesionales de ambos
con gran fuerza y efectividad.
Gracias
jueces porque pude recibir la solidaridad que me brindan mis compañeros presos
políticos y comprobar la valentía y determinación que demuestran luego de
soportar largo tiempo la privación de la libertad, algunos por más de 10 años y
hasta 15, sin sentencia definitiva.
Gracias por
permitirme ver, una vez más, como a medida que se descascara el poder de turno,
los eternos opinadores van mudando habilidosamente su discurso para
posicionarse favorablemente frente a los nuevos vientos. Seguramente y más temprano que tarde quizás, volvamos a contar con la
“opinión pública” favorable, aquella que hace casi 40 años nos llevó a
enfrentar el flagelo del Terrorismo.
Gracias jueces porque
podré ser testigo privilegiado de la voltereta judicial que por ahora tibia y
parcialmente ha comenzado pero que seguramente se incrementará en consonancia
con la progresiva decadencia del poder que aún los condiciona.
Finalmente gracias
jueces porque el cambio que significó pasar injustamente de ser un hombre libre
a ser un preso político de un día para el otro, también me permite comprobar
que el mundo gira e indefectiblemente seguirá girando. Por eso me guardo un
agradecimiento que prontamente haré llegar a “vuestras señorías” en la
oportunidad que vengan a relevarnos a los “presos políticos” en nuestro
encierro en Marcos Paz.
¡Será
Justicia!
Alberto
J. Crinigan
Preso Político
Argentino
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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