El pulso político
Por Fernando Laborda
| LA NACION
La posibilidad de un
acuerdo nacional para que el radicalismo y el macrismo lleven una fórmula
presidencial común en las elecciones de octubre, algo que meses atrás sonaba
como una utopía, parece hoy mucho más cercana.
No sólo se ha vuelto
esa alternativa más factible tras el acuerdo sellado ayer en Gualeguaychú, con
la presencia de Mauricio Macri y Ernesto Sanz, para confluir en una coalición
electoral en las primarias abiertas que tendrán lugar en Entre Ríos, donde
Alfredo De Angeli (Pro) y Atilio Benedetti (UCR) competirán por la candidatura
a gobernador. Otros factores hacen pensar que la convención nacional del
radicalismo, que se reunirá el 14 de este mes en la misma ciudad entrerriana
citada, podría abrir la puerta a una coalición de la que participen esas dos
fuerzas políticas con miras a las primarias nacionales (PASO) de agosto.
Dirigentes de uno y
otro sector coinciden en que la percepción general sobre el país es hoy más
grave que un año atrás. La actitud de la presidenta Cristina Kirchner ante la
misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman, sus despectivas apreciaciones
sobre la multitudinaria Marcha del Silencio del 18-F y la profundización de su
enfrentamiento con el Poder Judicial han generado una convicción en aquellos
dirigentes: es necesario repensar a la oposición. Tanto para asegurar el
triunfo electoral como para garantizar la gobernabilidad a partir del 10 de
diciembre, en caso de que el kirchnerismo pase a ser oposición con una
relevante cuota de poder en el Congreso y en distintos nichos de una
administración pública inflada con militantes K.
Hay otro aspecto que
no pocos dirigentes radicales evalúan a la hora de pensar en alianzas. Cuando
se reunió la última convención nacional de la UCR, en noviembre último en San
Fernando, Macri estaba tercero en la mayoría de las encuestas de intención de
voto, detrás de Daniel Scioli y Sergio Massa. Hoy, de acuerdo con la mayoría de
los sondeos, estaría peleando el primer puesto, aun cuando siempre hay que
tomar con extrema cautela relevamientos que muchas veces son manipulados y
utilizados políticamente para instalar candidaturas.
Pero si hay algo
cierto es que la resistencia radical a Macri empezó a ser vencida en no pocos
distritos del país. Y que sus acuerdos con Elisa Carrió, primero, y con Carlos
Reutemann, después, hicieron crecer la figura del jefe de gobierno porteño.
Al igual que en Entre
Ríos, radicales y macristas anudan acuerdos electorales en Córdoba y en Chaco.
En otras provincias, como Mendoza, Catamarca, La Rioja y Neuquén, habrá candidatos
a gobernador radicales que serán apoyados tanto por Pro como por el Frente
Renovador de Massa.
La próxima convención
del radicalismo podría definir al candidato presidencial del partido entre los
mendocinos Ernesto Sanz y Julio Cobos, y después definiría la política de
alianzas. Sobre este punto, las posiciones están divididas entre quienes, como
Sanz, quieren avanzar hacia las PASO con Pro y quienes, como el jujeño Gerardo
Morales, impulsan un acuerdo amplio, que también incluya al Frente Renovador.
Lo más probable es
que la resolución final de la convención no mencione partidos, sino que
autorice un acuerdo electoral nacional con aquellas agrupaciones dispuestas a
acompañar una serie de coincidencias programáticas, entre las cuales se
menciona una comisión investigadora de los hechos de corrupción que puedan
haberse producido en los 12 años de gestión kirchnerista. Los radicales más
afines a Macri se preguntan con picardía: "¿Podría Massa firmar ese
compromiso cuando fue parte del gobierno de los Kirchner durante seis
años?".
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