Sr. Presidente de la
República Argentina
Ing. Mauricio Macri:
Una de sus promesas
de campaña fue la finalización del "curro
de los derechos humanos" y esa supuesta decisión suya motivó que
millones de Argentinos le diéramos su voto, esperanzados también en que la
Justicia y la Concordia hagan finalmente pie en nuestra Patria..
Pero parece que
nuestra democracia no logra ponerse de pie. Su absoluto silencio sumado a la
designación del Sr. Claudio Avruj en la Secretaría de Derechos Humanos, parece
reeditar las palabras del Dr. Menem cuando, cumplidos sus mandatos, afirmó con
seriedad que "si en campaña hubiera
dicho lo que realmente iba a hacer nadie me habría votado".
Sr. Presidente,
siguen muriendo en la cárcel valerosos militares, integrantes de fuerzas de
seguridad, civiles y hasta sacerdotes cuyo "crimen"
fue ganar o adherir a la guerra contra los terroristas que, cobijados en rojo
pendón y foráneas ideologías, se alzaron en armas contra la Patria, sembrando
la muerte de inocentes a su paso.
Y quienes finalmente
ganaron aquella guerra que permitió la vuelta de la democracia y, por supuesto,
su ascención a la primera magistratura, hoy son vituperados, calumniados y
encerrados en miserables calabozos a la espera del llamado de Dios.
Una cosa es finalizar
las graciosas indemnizaciones a los terroristas o sus deudos, otorgadas en
juicios que rozan lo ridículo y que han llevado a prisión a miles de
argentinos.
Y otra muy distinta
es que una comisión de juristas notables e independientes, analice la
legitimidad del "curro",
revisando esos mal llamados "juicios
de lesa humanidad" instruídos por jueces prevaricadores, falsos
testigos y fiscales arrodillados, amparados por una corrupta dirigencia que
lucró con tal farsa en beneficio propio.
Y conforme fuera su
dictámen se tomen las medidas que corresponda contra quienes violaron las
leyes, Tratados y hasta la propia Constitución. El elemental principio de
inocencia, fue vergonzosamente barrido bajo la alfombra, la irretroactividad de
la ley penal desconocida por los "juzgadores",
encerrando argentinos sin más pruebas que los titubeantes y dudosos dichos de
militantes entrenados por fiscales sobre hechos de cuatro décadas de
antigüedad.
Si Ud. afirma que
realmente se acabará "el curro"
es su obligación ordenar la revisión de dichos juicios mamarrachescos y tomar
las resoluciones que corresponda sin que tiemble su pulso.
La presunción de
inocencia, la prescripción de delitos, las Amnistías, la excarcelación por edad
o por años de detención sin sentencia o la obligatoriedad de atención médica,
aunque Ud. no lo crea también son DERECHOS HUMANOS.
Dios acompañe su
gestión, y no olvide nuestro voto ni sus obligaciones como primer mandatario ni
como cristiano.
Saludo al Sr.
Presidente con todo respeto
Juan
Manuel Otero
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