"... desvistiendo a tipos supuestamente intachables,
derribándolos de sus pedestales y
haciéndoles pagar por sus crímenes,
su soberbia, por el abuso de las potestades
que se habían arrogado y
gracias a las cuales podían
hasta aplastar destinos".
derribándolos de sus pedestales y
haciéndoles pagar por sus crímenes,
su soberbia, por el abuso de las potestades
que se habían arrogado y
gracias a las cuales podían
hasta aplastar destinos".
Leonardo Padura
Brasil se proyecta, sobre la
Argentina y, en especial, sobre el Calafate, como un espejo que deforma el
"relato" de la larga noche kirchnerista, ofrece una siniestra
comparación entre las justicias de ambos países y, sin duda, anticipa nuestro
futuro.
Aunque nadie lo confiese, las
noticias con que nuestro vecino se regala un presente de decencia y de
transparencia son terriblemente preocupantes para quienes aquí, desde la
función pública o la actividad privada, se enriquecieron durante la
"década-ganada-por-tan-pocos". La apertura del proceso contra Luiz
Inácio Lula da Silva y su familia, que incluye el pedido de detención, y las
severas condenas que, en el marco de la operación "Petrolão", recibieron
Marcelo Odebrecht, Presidente de la mayor constructora de la región, varios de
sus colegas, decenas de sus ejecutivos y funcionarios públicos de todo nivel,
señalan la llegada de una ola que está recorriendo toda América del Sur y está
llevando a la cloaca de la historia a los populismos regionales.
Un millón y medio de manifestantes coparon las calles de las principales ciudades de Brasil y marcharon contra Dilma Rousseff |
El duro castigo obedeció a
haberse probado que las compañías, además de "cartelizar" las ofertas
en las licitaciones de Petrobras, habían distribuido sobornos entre
innumerables empleados jerárquicos de la compañía estatal para obtener
contratos, retornos que luego subían por la línea de mando hasta llegar a la
cúpula del Partido dos Trabalhadores (PT), de Lula y Dilma Rousseff, ésta cada
vez más cerca de la destitución, y sirvieron para la financiación ilegal de sus
campañas, amén de llenar las cajas de seguridad bancarias de muchos. Para tener
una idea de la magnitud del "Petrolão" baste recordar que un solo
gerente de Petrobras devolvió ¡cien millones de dólares! con su delación
premiada y, aún así, fue condenado a doce años de prisión.
João Santana |
Por idénticas razones, están
presos João Santana, publicitario artífice de los sucesivos triunfos de ambos,
y una larga lista de importantísimos senadores y diputados federales y
estaduales, gobernadores, intendentes, jerarcas del PT, etc. y, en la cárcel,
comparten las celdas con anteriores condenados, sobre todo Jose Dirceu, ex Jefe
de Gabinete de Lula, éstos por otra investigación penal, el
"Mensalão", relacionada con las compras de votos en ambas cámaras
para la aprobación de los proyectos de ley.
Las investigaciones de
corrupción continúan a toda marcha en varios países, como Estados Unidos,
Uruguay y Suiza, y algunas de ellas involucran a ex funcionarios argentinos
relevantes: Julio de Vido, Ricardo Jaime, Carlos Zannini, Mariano Recalde,
Anímal Fernández, Roberto Dromi, ninguno de los cuales movía un dedo sin orden
expresa de los Kirchner, y a empresarios como Cristóbal López y Gerardo
Ferreyra, por temas tales como la compra de aviones, los delitos en la FIFA, la
venta de Transener, la compra de campos, el movimiento de fondos sucios a
través de los sistemas bancarios, el lavado de dinero y la inexplicable riqueza
de tantos; todos continúan en libertad, pese a encontrarse aquí algunos
condenados por crímenes gravísimos.
Todo eso pudo suceder por la
vigencia de la figura del arrepentido que, para reducir su propia pena, está
dispuesto a denunciar a otros involucrados, aportando las pruebas necesarias
para avanzar; como parte del acuerdo entre los reos y los jueces y fiscales,
aquéllos también deben entregar lo robado. Tan pronto termine la discusión
parlamentaria sobre la solución del tema de los holdouts, el Presidente Macri
enviará al Congreso un proyecto para crear aquí esa figura, incluyendo la
confiscación inmediata de los bienes mal habidos.
Ha trascendido que el PJ
prestará su apoyo a la iniciativa sólo para algunos delitos pero no
habilitándola para las investigaciones por corrupción y lavado de dinero, que
es donde más se necesita; la razón es obvia, ya que muchos de los actuales
legisladores han sido, recientemente, funcionarios ejecutivos en sus
respectivas provincias o en la administración nacional y saben que crear un
instrumento así haría peligrar sus fortunas y sus libertades. Será
responsabilidad de la sociedad civil presionar para que sancione rápidamente la
norma, que permitirá avanzar en el combate contra este flagelo antes que las
acciones penales prescriban, y del Consejo de la Magistratura informar a todos
los jueces federales que castigará severamente cualquier injustificada dilación
en las investigaciones y en los procesos; la citación al desprestigiadísimo
Juez Oyarbide, por mal desempeño, es un buen comienzo.
Un punto aún no analizado
suficientemente es la repercusión que los hechos pueden tener sobre la paz
ciudadana. Mientras Lula convoca a sus militantes a blindar su libertad en la
calle, una mayoritaria porción de los brasileños se ha citado para manifestarse
en todo el país hoy mismo; la magnitud del éxito de la convocatoria puede
estimarse al verificar que seis millones de personas ya han comprometido, en
Facebook, su asistencia. Aquí podría suceder algo parecido -y el Gobierno
deberá estar preparado- cuando doña Cristina comparezca a prestar declaración
indagatoria ante el Juez Claudio Bonadío; aunque el antiguo poder de su ¿Frente
para la Qué? se diluye con una pasmosa celeridad, lo cierto es que podría poner
en las puertas de Comodoro Py más de cien mil violentos energúmenos.
Volviendo al Poder
Legislativo, la semana trajo novedades positivas para la democracia. Me refiero
a que, dado que ninguno de los partidos tiene mayorías propias, han renacido en
él la discusión y la negociación de los proyectos, que durante la extendida
década pasada habían desaparecido por la fuerza de cerebros cerrados y brazos
enyesados.
Ese nuevo escenario político
deberá ponerse las pilas para terminar con el mayor problema que afecta a
nuestra economía: la inflación, originada en el monstruoso déficit de 7% del
PBI y la gigantesca emisión monetaria, remedio que encontró el genial Axel
Kiciloff para financiarlo. Deberá darle al Ejecutivo los medios necesarios para
lograr que comiencen a llegar inversiones productivas que, además de aumentar
la oferta de bienes y, consecuentemente, reducir el precio de los mismos;
seguramente, comenzarán por créditos de los organismos multilaterales, que se
destinarán a la infraestructura y generarán empleo genuino. La sociedad no
puede soportar más ese verdadero impuesto encubierto, que tanto merma el poder
adquisitivo del salario, pero tampoco permanecerá impávida si los millones de
ñoquis que sobran fueran despedidos sin contar con la posibilidad de reubicarse
en el sector privado.
Si Mauricio Macri, que cumple
cien días en el Gobierno, logra frenar la inflación sin caer en la recesión,
habrá pavimentado su camino hacia las elecciones legislativas del año próximo
y, obviamente, hacia su reelección en 2019. Por todos, por usted y por mí,
ojalá pueda hacerlo.
Enrique G. Avogadro
Abogado
E.mail: ega1avogadro@gmail.com
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