Finalmente, Félix
Madrid fue trasladado al “Hospital” Penitenciario
Central. Si bien nunca apareció una orden del juzgado y este desplazamiento se
efectuó mediante la Fuerza Pública, el mismo tiene razones humanitarias. Uno de
los médicos presentes estableció un diálogo con Lucio Nast -Policía de Santa
Fe, prisionero político de profesión hoy en día. El galeno le comunicó que
Félix Madrid tenía una presión arterial superior a 22 y el nivel de azúcar en
la sangre superaba el número de 230, un gran riesgo.
Entre otras
complicaciones, la sensibilidad en sus extremidades había sido alterada
notoriamente, mientras que ya había perdido varias uñas en sus pies. Esta
migración al hospital era una decisión para salvar su vida. Si bien este
desarrollo es jurídicamente desprolijo, la disposición es acertada, aunque a
medias. Si bien voluntariosos profesionales estarán atentos a los
inconvenientes de salud que se puedan pronunciar, el equipamiento para
cualquier emergencia es nulo, algo que a lo largo de estas páginas se ha
probado con suficiencia.
Casi la totalidad de
los prisioneros de la Unidad Penal 31 firmaron un Habeas Corpus en su favor.
Los mismos -a su vez- se negaron a firmar un acta donde constatarían los
elementos personales del preso político trasladado. Este fue otro proceder
irregular, ya que luego de transferir a Madrid al hospital, el servicio a cargo
pretendió hacer un inventario de sus pertenecías, sin su presencia.
Una preocupación más
ha inundado a los prisioneros restantes y es la información de que, con la
admisión de Madrid, hay solo seis camas disponibles en el penal para una comuna
presidiaria de más de cien adultos mayores.
Fabian
Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 30, 2016
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