Vergüenza, rabia,
impotencia, es lo que siento frente a la noticia de que, con diferencia de
cinco horas, han muerto en Santiago del Estero dos imputados en la Megacausa
III, causa suspendida el viernes último, debido a las múltiples denuncias y
quejas de defensores que son de público conocimiento, ya que el tribunal estaba
integrado por dos ex miembros del ERP y un juez que fue querellante en causas
de la APDH. Antes del inicio del juicio y desde que comenzó, esto fue advertido
por los medios de prensa de todo el país, a los cuales, parece, se hicieron
oídos sordos y lecturas ciegas. El coronel Cayetano Fiorini, con 87 años,
estaba ciego, con graves problemas renales y cardíacos y su informe médico era
lapidario. Su abogado, Facundo Maggio, advirtió una y otra vez públicamente "que su defendido se moría, rogando sea
separado del juicio". El ex juez federal Arturo Horacio Liendo Roca,
de 80 años, estaba con muy serios problemas de corazón y en ambos casos los
médicos dijeron que no soportarían las presiones de un juicio, ni siquiera
asistiendo por videoconferencia. No hubo piedad ni derechos humanos para ellos.
En el país del cambio, ésta sigue siendo una deuda pendiente y alguien tendrá
que hacerse cargo de los ancianos que están muriendo presos (en los últimos
diez días han fallecido diez presos políticos, según informa UP), y de las más de
2000 familias que hoy todavía tienen a sus padres, maridos, abuelos, privados
de su libertad por haber defendido a la patria. Esto genera que miles de nietos
no conozcan a sus abuelos y que mujeres valientes cumplan roles de papá,
abuelos, etc. Y que se siga dividiendo a los argentinos.
Al presidente Macri,
al Poder Judicial, a la Iglesia, a las Fuerzas Armadas y de seguridad, a la
prensa, a los ciudadanos todos, nos cabe la enorme responsabilidad de encontrar
el camino de la concordia y la paz porque nuestros hijos y nietos así lo
merecen. No podemos permitir más atropellos a la dignidad humana, como estos
dos fallecimientos en Santiago del Estero, que nos deben llenar de vergüenza.
El año de la
Misericordia está por terminar... demos el gran paso. Argentinos, unámonos para
hacer de ésta la gran nación que supo ser.
Luz
García Hamilton
DNI 12.870.132
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