Carta
abierta al pueblo argentino Liliana Raffo de Fernández Cutiellos:
“Siento
vergüenza de mis compatriotas...”
De verdad les digo
siento vergüenza de mis compatriotas, de quienes comandan las fuerzas armadas,
de su comandante en jefe y de todos los argentinos en general.
De su falta de ética,
su falta de moral cristiana y de sus deseos de venganza.
Cuando me avisaron
que mi marido murió a manos de la subversión solo pensé emulando a Jesús: 'Señor, perdónalos, no saben lo que hacen'.
Sus verdugos eran
pobres monigotes manejados como títeres para ejecutar acciones que quienes los
comandaban no se animaban a ejecutar personalmente por falta de coraje.
Hoy estoy más que
convencida de que eso era cierto. Esos
cobardes son quienes nos gobiernan encaramados tras el escudo de una supuesta
democracia.
Esos que ordenaban
encaramados en las sombras para no correr riesgos son los que ahora buscan
venganza.
Puedo entender a
quienes le mataron a sus hijos porque es lo peor que le puede pasar a un ser
humano. A mí me mataron a mi marido: un soldado de la patria, y mis hijos
quedaron huérfanos, pero desconozco a quienes dicen ser 'madres' o 'abuelas' y
que mantienen a esa caterva de maleantes viviendo en el extranjero.
Puedo llegar a
comprender relativamente el dolor, pero, ajena al sentimiento de odio personal,
porque jamás lo he tenido, no puedo entender los deseos de venganza eterna de
quienes se victimizan en nombre de una juventud idealista.
El pueblo argentino
está perdido, olvidaron esos años o tiene el corazón de piedra, ya no se trata
de seguir las enseñanzas de Jesús y perdonar a quienes nos lastiman, hoy tratan
de hacer el mayor daño posible.
Lo hacen con los
niños en las escuelas tratando que crean que la verdad de la historia es la que
ellos cuentan, lo hacen con los ancianos que se desgastan, enferman y mueren en
las cárceles sin juicio alguno porque no hay manera de comprobar que lo que el
gobierno acusa sea verdad o porque la mayoría de las causas son inventadas… y
todo por venganza.
A
LOS SEÑORES DEL PUEBLO ARGENTINO, SEÑORES JUECES, SEÑORES COMANDANTES DE LAS
FUERZA ARMADAS, SEÑORA PRESIDENTE
Hay compañeros de mi
marido que están presos por luchar contra la guerrilla marxista y no me cabe
duda que si él no estuviera muerto, asesinado por lo que el mismo combatió
seria un preso político más.
Yo
me ofrezco a estar detenida por alguno que esté enfermo.
Estoy sana de cuerpo y de alma y si su venganza me tiene a mi puede durar mucho
tiempo, si los tienen a ellos no mucho por su mismo estado de salud.
OFREZCO
MI LIBERTAD Y MI PROPIA VIDA A CAMBIO DE LA LIBERTAD DE ALGUNO DE ELLOS... DE
ESA MANERA VOY A PODER DEVOLVERLE A MI PATRIA UN POCO DE LA DIGNIDAD QUE -
QUIENES NOS GOBIERNAN - LE QUITARON. ¡UN PAÍS SALE A FLOTE POR LA ESPERANZA DE
SU PUEBLO Y SI NO LA TIENE SE DESVANECE!
SEÑORES:
HAGAMOS DE LA ARGENTINA, POR UNA VEZ EN LA VIDA, UN PAÍS GRANDE Y CON ESPERANZA
PARA NUESTROS HIJOS.
Liliana
Inés Raffo de Fernández Cutiellos
DNI: 11.194.280
NOTA:
Las imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
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