A continuación les dejamos las
palabras que escribió el señor Tcnl Emilio Guillermo Nani, para que fueran leídas en el Homenaje por el 30mo. Aniversario de la Recuperación de los Cuarteles
de La Tablada.
Las mismas fueron leídas por un
amigo suyo en las ex instalaciones del Regimiento
de Infantería 3 y del Escuadrón de
Exploración de Caballería Blindado 10 en La Tablada.
En vano esperé, hasta último
momento, que el otrora Ejército Argentino, rindiera un verdadero homenaje a los
11 patriotas que, el 23 de Enero de 1989, dieron su vida por la Patria.
Una
vez más, se ha puesto sobre el tapete la hipocresía de la corporación
político-judicial, del periodismo en general, de la misma sociedad y hasta de
los propios uniformados, sobre un tema que duele y repugna a la vez,
porque, por un lado, se homenajea a los terroristas que bañaron de sangre todo
nuestro territorio, arrojando flores al Río de la Plata y, por el otro, se
esconde a las víctimas del terrorismo que asoló nuestra Patria en las décadas
del ’60, ’70 y ’80 y se persigue
judicialmente a quienes aseguraron la libertad de la que hoy goza el pueblo
argentino.
Haber
hecho el acto central de homenaje a quienes dieron su vida por la Patria en
estas viejas instalaciones del Regimiento
de Infantería 3 y del Escuadrón de
Exploración de Caballería Blindado 10, hubiera sido darle el verdadero valor
a lo actuado por el Ejército, la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la
Policía Federal Argentina, aquél 23 de Enero de 1989, haciendo visible la criminalidad del terrorismo, algo que se torna muy
difícil, debido a la ausencia de acciones valientes por parte de quienes tienen
la responsabilidad de conducir los destinos de la Nación.
De nada servirá un acto
escondido a 700 u 800 km de Buenos Aires, impidiendo que muchos de los que
combatieron en defensa de las instituciones de la Patria, puedan concurrir,
demostrándose que es precisamente lo que desean las autoridades y los medios de
comunicación: cuanto más desapercibido pase, mejor y que quienes murieron durante la recuperación de estos Cuarteles
(especialmente los soldados), no aparezcan ante los ojos de esta sociedad
adormecida.
Una vez más los militares
prefirieron el “bajo perfil”, no
fuera a ser cosa que alguien exigiera a los radicales enquistados en este
gobierno, que den las debidas explicaciones que nunca dieron, respecto de sus
complicidades en el criminal ataque
perpetrado contra la Nación, por el Movimiento Todos por la Patria.
José
Ignacio López, el responsable ante los medios de comunicación de
engañar a la opinión pública sobre quiénes habían sido los verdaderos
atacantes, al ser distinguido por la Asociación
de Entidades Periodísticas Argentinas en Diciembre de 2018, señaló que
cuando comenzó la presidencia de Alfonsín “fue
una fiesta para todos los argentinos, ya que todos recuperábamos la libertad y
dejábamos atrás una noche dolorosa”. Lo triste fue que no recordara cómo su
gobierno nos había retrotraído a un pasado que creíamos superado, poniendo en
peligro a la República y a su pueblo.
Podría citar varios fundamentos
sobre lo que acabo de expresar y el por qué de un acto de “bajo perfil”, a pesar de estar asistiendo a un insólito e
incalificable juicio por supuestas desapariciones durante la recuperación del
Cuartel, impulsado por los terroristas que participaron en el ataque,
desperdiciando, una vez más, otra fantástica oportunidad para enviar un
contundente mensaje a la sociedad, a los políticos y a los jueces, respecto de
la necesidad que tenemos de recuperar el Estado de Derecho y la concordia entre
los argentinos. Pero me basta con recordar la reunión entre Raúl Alfonsín y Tomás Borje, Ministro de Interior de Nicaragua y uno de los
cabecillas del Frente Sandinista de
Liberación Nacional y las reuniones clandestinas de Enrique “Coti” Nosiglia y
Ricardo Gil Lavedra y los cabecillas
del Movimiento Todos por la Patria, Enrique Haroldo Gorriarán Merlo, Francisco
Provenzano y Roberto Fellicetti, días antes de perpetrar el sanguinario
ataque.
De esta forma la corporación político-judicial, una
vez más, ha demostrado la inhumana consideración que dispensan a los que
vestimos un uniforme argentino, a pesar de los esfuerzos e iniciativas que se
han dado para lograr construir un país en el que reinen la concordia y la paz
social. Es una pena que se siga prefiriendo a Barrabás, al permitir que lo peor
de la sociedad sea la que la conduzca de las narices hacia un abismo insondable.
La
doble moral de los argentinos (de todos los ámbitos del quehacer
nacional) es una de sus más destacadas y
lamentables características. Moral flexible y contumaz amoralidad,
soberbia, "correctismo"
político, oportunismo, pedantería, indiferencia, anomia, abulia, apatía son
otras. Por supuesto que con las fantásticas excepciones que existen, que son
las que nos deben reforzar la esperanza en una Argentina como la que se merece
nuestra descendencia.
No obstante ello, es importante
destacar que si nuestro pueblo sigue por este camino de indolencia y
corresponsabilidad, el futuro de nuestra Patria, sin lugar a dudas, va a ser
siniestro.
Llevamos
35 años de destrucción moral y física de nuestra sociedad.
¿Por qué nadie habla de esta
terrible realidad que tenemos delante de nuestras narices? ¿Es que no se dan cuenta
del peligro que corremos?
Parece mentira que por haber defendido a la Patria, asegurando la
libertad de la que hoy TODOS los argentinos disfrutan, cerca de 2300 miembros de las FFAA, de Seguridad, Policiales y
Penitenciarias y civiles, nos encontremos privados de la nuestra.
Parece
mentira que 478[1]
ya hayan sido asesinados por el aparato político judicial (136 durante el
actual gobierno) sin que nadie reaccione.
¿Hasta cuándo las organizaciones
que defienden los DDHH de los delincuentes y los terroristas van a seguir
digitando sobre nuestra seguridad y nuestra tranquilidad?
¿Hasta cuándo el gobierno que
había prometido poner fin al "curro
de los DDHH", lo va a continuar sosteniendo y perfeccionando?
No quisiera llegar a la triste
conclusión de pensar que esta sociedad no
se merezca una sola gota de la sangre derramada para conquistar la libertad que
hoy disfruta; que no se merezca ni una sola lágrima de los familiares y
amigos de aquellos que dieron su vida en su defensa o un solo segundo de la
angustia de los seres queridos de aquellos que hoy padecemos ilegal, ilegítima
e injusta privación de libertad.
Fue
una pena que el Ejército perdiera otra fantástica oportunidad para rendir homenaje
a nuestros héroes caídos durante la batalla en la Tablada
porque, al bajar el perfil en este trigésimo aniversario, le han dado la razón
al enemigo que nos está juzgando en los tribunales, transformando su derrota
con las armas en la mano, en una victoria en los estrados judiciales.
Hoy
han vuelto a asesinar a los 11 Héroes que dieron su vida por la Patria. Es
por ello que en este acto, ríndamosle el condigno homenaje, invocando a Cristo
Rey y a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa para que los tengan a Su lado en
el Cielo.
My.
HORACIO FERNÁNDEZ CUTIELLOS
Tte.
RICARDO ALBERTO ROLÓN
Sarg.
Ay. RICARDO RAÚL ESQUIVEL
Sarg.
RAMÓN WLADIMIRO ORUE
Cbo.
1º JOSÉ GUSTAVO ALBORNOZ
Sold. Consc. HÉCTOR CARDOSO
Sold. Consc. LEONARDO MARTÍN DÍAZ
Sold. Consc. JULIO DOMINGO GRILLO
Sold. Consc. ROBERTO TADEO TADDIA
Crio Insp. EMILIO GARCÍA GARCÍA
Sarg. JOSÉ
MANUEL SORIA.
¡¡¡¡PRESENTES!!!!
Emilio
Guillermo Nani
Teniente Coronel (R) – VGCT -
VGM[2]
NOTA: Las
imágenes y destacados no corresponden a la nota original.
[2] El
autor es veterano de las dos guerras que nuestro país libró en los años 70
contra el terrorismo y en 1982 en las Malvinas. Habiendo sido herido y
condecorado siempre por su valentía en el combate. En febrero de 2001, Nani devolvió la condecoración que había recibido
por su tarea en la recuperación del regimiento La Tablada, en rechazo a la
reducción de penas otorgada por el presidente Fernando de la Rúa a los
condenados por ese ataque.
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