“La tormenta sacó a la luz algo que estaba oculto”, decía un reconocido
urbanista que, como tantos otros, jamás fue consultado cuando la construcción
de viviendas se disparaba en los alrededores de la ciudad de La Plata de forma
descontrolada. Juan Gossen,
periodista de la sección política del Diario Hoy de la ciudad platense, afirmó
anoche en Ahora es Nuestra la Ciudad que en la periferia “la situación sigue siendo
caótica con amenazas de saqueos”.
Comercios cerrados, la noche del
viernes que cayó violentamente y el riesgo sanitario latente que será noticia
en los próximos días. Gossen explicó
que la contaminación “no es solo producto del agua de la lluvia,
sino producto de la explosión en la refinería de YPF”. En medio del
desastre, Unidos y Organizados llegó
a la ciudad. Lo hizo tarde y solo después de la desafortunada recorrida de la Presidenta, quien apareció en Tolosa
por un pedido especial de su propia madre. El
conglomerado de militantes, principalmente La Cámpora, se adueñó, no solo
discursivamente sino en los hechos y de forma patoteril, de la solidaridad de
un pueblo.
¡Llegó la hinchada!
En la ley de la selva, el más
fuerte es el que tiene derecho a todo. Así se lo hicieron sentir a los jóvenes
que se habían acercado a ayudar, clasificando y ordenando los alimentos,
colchones y ropas que enviaban personas de todo el país a la Facultad de Periodismo de la Universidad
Nacional de La Plata.
Evangelina Pérez era una de esas jóvenes a la que le intentó
obligar a ponerse una pechera de la agrupación liderada por el diputado nacional, Andrés “Cuervo” Larroque.
Se negó y no pudo asistir a los damnificados. No son pocos los vecinos que
aseguran que la llegada de La Cámpora
revolucionó el lugar. Pero no para bien. Atrás había quedado la promesa de
incursionar en nuevos terrenos de la política. Mayra Mendoza, otra de las diputadas
preferidas de Cristina, daba las órdenes junto con su expareja, José Ottavis. Pero la voz más fuerte la
alzaba quien sería su actual pareja, el “Cuervo”, quien estaba molesto por
algunas discusiones con vecinos y el mal trance que le habían hecho pasar en
Tolosa los colindantes a su “Reina de Corazones”.
Más tarde se la agarraría con el
conductor del noticiero del mediodía de la Televisión Pública, Juan Miceli, a quien lo amenazaría
públicamente para dejarle en claro que el
canal de la diversidad cultural era el del Partido. La promesa de verse las caras, el mes que viene, el año
que viene o en 20 años más, sonó al exvocero de Fernando De La Rúa, Juan Pablo
Baylac cuando desafió a una mujer, en medio del corralito financiero de fines
del 2001, a reencontrarse un tiempo más tarde con el conflicto resuelto. La
promesa nunca se cumplió y el helicóptero se llevó a Baylac y a su presidente,
al ostracismo infinito.
Pero La Cámpora no llegó en
silencio. Denuncias de robo de
mercadería. Sellos en las ropas y colchones con logos característicos para que
las zapatillas de Carlos Ruckauf fueran tan solo un cuento de niños. No
solo eso. La denuncia más grave la enviaron, en forma desesperada, docentes de
La Plata, quienes le dijeron a este periodista, impotentes, que “los
de la Cámpora irrumpen en las escuelas, amparados en un supuesto convenio de
Nación con provincia, quedándose a dormir en los sitios que deberían ser para
los evacuados”.
“La gente confía en La Cámpora”,
le espetó “el Cuervo” al periodista Juan
Miceli, quien aguantaba “los trapos” ante
la dura mirada de su ¿compañera? Agustina
Díaz. Una colaboradora que prefirió el anonimato le relató a quien escribe
estas líneas en directo desde la calle 7 y 523 que “La Cámpora está seleccionando
las donaciones, no se la causa, y se adjudican las donaciones como si fueran de
ellos”. Reafirmó la denuncia de Evangelina
Pérez: “En la facultad de Periodismo
echaron a todos los que estaban ayudando si no se ponían la pechera de La Cámpora”. Y finalizó: “Investigá
el número real de muertos”.
51 por Scioli. ¿51?
“Parece que la cifra se duplica, en Berisso están esperando a los
bomberos, hay cadáveres a montones esperando sacarlos luego que desagoten allá”,
dice la fuente presencial de los hechos. El periodista Juan Gossen también se preguntó cómo era posible que, en el
listado oficial de 51 víctimas fatales, no hubiese menores.
El cura villero, Daniel Quintar,
relató que, tan solo en Villa Elvira y Villa el Progreso, había visto 50
muertos. “Están escondiendo los números”, indicó. Informó que “La Policía científica sacó cadáveres del
arroyo Maldonado, pero como son indocumentados, no los quieren anunciar”. Scioli negó la veracidad de tal
información.
En los diarios locales se habló
de “morgues colapsadas” y el juez Luis Arias, a través de un
relevamiento que hicieron por su cuenta, encontró ocho cadáveres que no estaban
en el listado de los 51 del gobernador. Sólo en La Plata existen 130
asentamientos, su población aumento exponencialmente en los últimos años. “No
todo pasó en Tolosa y hay barrios en los que la ayuda aún no llegó”,
declaró Gossen en Ahora es Nuestra
la Ciudad. Ejemplificó en el barrio de San Lorenzo y Villa Elvira.
En síntesis, utilización
mercenaria de la ayuda social, redistribución de fondos sin control,
corrupción, funcionarios que “solo estuvieron
para las fotos”, como dijo Gossen,
y un número de víctimas fatales que, desde el gobierno, están intentando de
ocultar, son solo algunas de las apostillas de una crónica que intentará
finalizar la Presidenta con severos
anuncios contra la Justicia o a
favor de la llamada “democratización”
de la misma, en las próximas horas.
Solo en el barrio de Altos de San
Lorenzo, la agrupación oficialista de La
Cámpora, apareció un día después de la tragedia, pero para disputarle los
recursos a la administración municipal.
La pelea se enmarca en los dichos
que la ministra de Desarrollo Social de
la Nación, Alicia Kirchner,
quien le habría expresado al intendente
Pablo Bruera: “Da la cara, para eso
estás”. El intendente Diamante de
los Simpons, decía estar donde no estaba. Bruera colgó en su cuenta Twitter
una foto ayudando a los vecinos cuando estaba de vacaciones en Río de Janeiro, Brasil. Hace instantes, en
vez de optar por el silencio, hizo lo mismo de forma asquerosa.
, días después del 22 de febrero del
2013, escribió en Página/12 que la
tragedia de Once no debería contarse en los medios pues era hacerle el juego a “grupos
concentrados de la comunicación”. Dijo que su gobierno no era responsable
en lo más mínimo. ¿Pensará lo mismo de lo que sucedió en su ciudad? Mientras tanto, utilizaba la universidad
pública como lugar de encuentro del Partido como si estuviésemos en la Italia
de los años cuarenta, en la que Benito pegaba un grito y todos obedecían.
Luis Gasulla
NOTA: Las imágenes y negritas no todas corresponden a la
nota original.
Larroque, que bien puesto el sobrenombre de cuervo. (Animal carroñero). No lucres con la desgracia ajena. Todo se paga en esta vida.
ResponderBorrarLarroque. Que bien puesto el sobrenombre de cuervo.(Ave carroñera) No lucres con la desgracia ajena. Todo se paga.
ResponderBorrar