Queridos amigos:
Nicolás Maduro asumió la presidencia de Venezuela, apoyado por un
grupo de presidentes ideológicamente afines y comercialmente aliados entre los
que se cuenta la Argentina, a pesar de que estaban pendientes de auditar miles
de acusaciones y observaciones al cerrado resultado electoral obtenido en las
urnas. Hecho esto, se dedicó con vigor a
evitar que la auditoría o los recuentos se llevaran a cabo, sin escuchar el clamor de, al menos, la mitad
de los venezolanos y su líder, Henrique
Capriles.
El último capítulo de esta
historia se desarrolló en el Parlamento venezolano cuando los legisladores
opositores pidieron la palabra para denunciar estas acciones. Simplemente, el
oficialista presidente de la Asamblea Nacional les negó la palabra, les quitó
el micrófono y les impidió expresarse, como paso previo a cerrar las puertas
del recinto para permitir que diputados y diputadas opositores fueran golpeados
con salvajismo hasta producirles variadas lesiones.
El silencio de los gobiernos
democráticos de América del Sur ante este atropello es ominoso. Para Argentina,
la realidad de Venezuela va señalando lo que nos espera en el futuro inmediato,
así como la eterna dictadura cubana nos
marca adonde nos lleva el final del camino, si permitimos que el actual
gobierno continúe burlando la Constitución y acallando las voces opositoras,
cerrando los micrófonos metafóricos representados por las múltiples formas de
expresión sobre las que se pretende imponer el discurso único y sin
disidencias.
La funcionaria de las Naciones Unidas, la brasileña Gabriela Knaul. Nuevas críticas |
El embate sobre la justicia que
viene de la mano de las leyes mal llamadas de “democratización” continua imperturbable sin atender a las voces de
la oposición, los expertos y los mismos funcionarios judiciales. Esta semana,
la exhortación para frenar la reforma judicial llegó nada menos que desde las
Naciones Unidas, cuya Relatoría sobre la Independencia Judicial, instó a
detener este proceso, recordando que la independencia de la justicia es
esencial para la democracia. El gobierno argentino, lejos de atender con mesura
esta observación, reaccionó a través del Ministerio de Relaciones Exteriores
con una enérgica protesta que incluyó una severa crítica a la organización y
sus funcionarios. Lo paradojal es que es el mismo gobierno que ha instado
una y otra vez a cumplir las
exhortaciones de la ONU en distintos litigios y que ahora se revuelve indignado
sin atender razones cuando el mensaje no es de su agrado.
El problema es que no hay manera
de que la elección de los jueces del Consejo de la Magistratura a través de los
partidos políticos sea aceptada por ningún organismo serio, pues no solo se
opone a lo dispuesto en la Constitución Nacional sino a los conceptos
universales de la independencia judicial. Si a pesar de ello esta ley se
promulga, es porque existe el deliberado deseo de chocar con los seguros
fallos de inconstitucionalidad y
confrontar con el corazón mismo del poder judicial.
El país donde una persona puede comer con solo $ 6 diarios |
Hemos visto reiteradamente que la
estrategia del gobierno cuando la realidad se contrapone a sus deseos, tiene
sus fases. Comienza por ocultar esa realidad, continua deformándola bajo un
manto de mentiras y termina, cuando la situación es insostenible, cortando los
micrófonos de cualquier manera. El ejemplo
más evidente fue el implementado contra los medios de comunicación
independientes que no forman parte del 94 por ciento que responde al gobierno.
En este caso, luego de pretender apoderarse de las fuentes de suministro de
papel, de amedrentar a los periodistas, de acusar de apropiación de menores a
los dueños de los medios, de negarles la publicidad oficial y presionar para
privarlos de la publicidad privada, el oficialismo se aferró al recurso de
promulgar una ley a medida, para desarticular a los que todavía no se rindieron. Si aún no lo consiguió, como
ya lo hicieron los maestros venezolanos que acaban de apoderarse del último canal de televisión
independiente, fue por las medidas cautelares atendidas por la justicia que
forman parte de los recursos que
perderán vigencia si se permite avanzar a la actual reforma judicial.
Pero no solo a los medios se le
quitan los micrófonos sino también, y muy especialmente, a las distintas
expresiones políticas opositoras. La Ley
26.571 del 2009, modificatoria de la ley de partidos políticos y curiosamente
también mal llamada de Democratización
de la representación política, impone que la publicidad electoral para
las elecciones primarias quede reducida a los 20 días anteriores a la fecha de
la elección y finalizada 48 horas antes del acto eleccionario (o sea solo 18
días de publicidad). Además la ley prohíbe a las agrupaciones políticas “contratar en forma privada publicidad en
emisoras de radiodifusión televisiva o sonora abierta o por suscripción para
las elecciones primarias” quedando
limitadas a lo poco y mal que otorga el Estado. Estas enormes limitaciones
no impiden que el gobierno haga uso desembozado de los programas que
mantiene en exclusividad con fondos de
los contribuyentes, como las trasmisiones de fútbol y automovilismo, sin contar
con la frecuente e injustificada
utilización presidencial de la
cadena oficial.
El diputado De Narváez, se permitió iniciar una campaña publicitaria
en que expresaba su opinión acerca de la
situación de los ciudadanos frente a la presidente, que acaba de ser prohibida por la justicia
electoral ante una denuncia del oficialismo. Esta evidente disparidad de
posibilidades forma parte de la estrategia de cerrar los micrófonos a quienes
opinen distinto utilizando la ley cuando conviene o rechazándola cuando no se rinde a la
presión oficial.
En la misma línea, está la
limitación para postular candidatos al Consejo de la Magistratura a los
partidos que no se presenten con la misma agrupación o alianza en al menos 18
distritos (provincias) como impone una de las leyes de reforma judicial. ¿Por
qué 18 de las 24 y provincias y no las 5
necesarias para ser partido nacional? ¿O por qué no 13, que son la mitad más
una? Simplemente para evitar que la
oposición o buena parte de ella puedan
presentar candidatos. De lo que se trata no es de disputar en democracia
con reglas de juego claras y justas sino de retener el poder de cualquier
manera y, si es posible, quitarle a la oposición o a quien piense distinto toda
posibilidad de hablar y competir.
Lo que ni siquiera la posesión
del micrófono puede evitar es que se sepa que el dólar llega a pagarse 10 pesos
en la calle y que la inflación sigue devorando los salarios impulsada por
múltiples factores, muchos de ellos, como los peajes, los impuestos y los
combustibles, manejados por el mismo
gobierno. Las divisas vienen disminuyendo desde un máximo de más de 52.000
millones de dólares a los escasos 39.500 del presente y la AFIP, en su afán
recaudatorio, ha llegado al extremo de presumir que quienes tienen un ingreso
mayor de 500.000 pesos de ingresos anual
tiene por fuerza que estar ocultando a su servicio doméstico o probar lo
contrario. Para el común de los ciudadanos le dejo la pequeña satisfacción,
ante esta arbitrariedad, de que en esa franja
de ingresos están la totalidad de los diputados y senadores y la mayoría de los Ministros y Secretarios de Estado. ¿Pagarán o
encontrarán la forma de estar eximidos?
La falta de fondos ha llevado al
gobierno a quitar los subsidios en forma selectiva a aquellos con quienes tiene
menos compromisos y que no poseen forma de hacer saber su penuria, situación en
la que entran muchos sectores de servicios. Una de estos casos es la distorsión
que se ha creado entre los precios de los vuelos altamente subsidiados de
Aerolíneas Argentinas y los de las empresas de transporte terrestre de larga
distancia. La consecuencia inmediata es larga huelga de micros de larga
distancia que tiene parados a miles de pasajeros ante la imposibilidad de las
empresas de otorgar los justos aumentos reclamados por los choferes. El gobierno pretende resolver estas
cuestiones en forma autoritaria pero cada vez le resulta más difícil pues su
causa está en las falencias básicas del modelo. De seguir así la
inmovilidad del Estado ante los problemas económicos, la posibilidad (no
deseada) de una devaluación se va tornando ineludible para antes o inmediatamente después de las elecciones.
En medio de estos conflictos que
se sienten en el bolsillo, las noticias que ya no pueden ser censuradas vinculadas
a la corrupción de los dueños y los amigos del poder irritan como nunca a la opinión pública. A pesar de los intentos
por circunscribir el alcance de las denuncias de uno de los últimos grupos
periodísticos independientes a personajes secundarios, finalmente el fiscal Marijuán imputó al empresario Lázaro Báez y a sus allegados y criticó duramente a su
antecesor por la falta de acción eficaz ante las denuncias. La presidente, por su parte, exhibió como
un gran triunfo que la justicia italiana
le dio la razón en un juicio iniciado contra el diario Corriere de la Sera por
decir que había concurrido a una joyería durante una visita oficial a
Italia. Ahora bien, si cuando fue
acusada falsamente reaccionó rápido e hizo juicio, ¿qué tenemos que pensar de
las denuncias mucho más graves que ignora por completo? El periodista Lanata la desafió en público a que desmintiera lo que
estaba denunciando y solo recibió por respuesta el silencio. Las sospechas
de que las denuncias tienen sustento se fortalecen por estas reacciones
dispares y por el inicio de causas en
Suiza que apuntan sobre los mismos
actores.
Al gobernador Scioli le devolvieron el micrófono por un rato para que
apoyara públicamente la reforma judicial de la presidente, encabezando una
reunión del partido justicialista. Esa declaración sepultó sus posibilidades
de ser percibido como una alternativa a tanta miseria republicana pero
enseguida recibió avales del gobierno nacional para endeudarse y cerró su
ecuación. Luego volvió al silencio. Sin embargo van abriéndose camino otras
alternativas, tanto justicialistas como de otros sectores de oposición,
que ganan espacio ante la sed de
representación ciudadana. Solo esperamos que no nos quiten en esta desigual
batalla los últimos micrófonos disponibles,
aunque seguro no faltarán cuando el presidente
Maduro visite la Argentina luego de haber pasado por Cuba y se sume a los
festejos previstos por la imposición de la reforma judicial. Allí sí que
podremos celebrar un réquiem por el micrófono opositor.
Un abrazo para todos.
Juan Carlos Neves, Presidente de Nueva Unión Ciudadana
Twitter @Neves JuanCarlos
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