MUY BUEN VIDEO... NO SE LO PIERDAN
Es un artículo de The
Wall Street Journal, leído parcialmente por Feinmann[1],
antes que C5N fuera "adquirido" por Cristóbal López, realmente muy bueno hasta el
final. Relata la otra parte de la verdad, que ha sido ocultada permanentemente
en forma sistemática y artera. La Dra. Victoria Villarruel, presidente de CELTYV, expone su visión al respecto en forma brillante, muy clara y sólidamente.
MUY BUENA LA
REFLEXION DE MARIO CAROTTI - EX CADETE DEL LMGSM QUE VIVE EN LOS EEUU
DICE MARIO CAROTTI
Me patea el hígado la cobarde hipocresía de un pueblo que
repudia a sus soldados.
Comienzo afirmando que no creo que Jorge Rafael Videla haya sido inocente. Habrá merecido ir a la cárcel,
como muchos de los que hoy están en el gobierno. Seguramente hubiera aceptado
ese destino, como acepto tantos otros siendo soldado. Pero no merecía el
desprecio y la mentira.
Lo digo de nuevo, con
todas la letras: HIPOCRESÍA. La hipocresía de quien se esconde, de quien se
avergüenza, de quien quisiera olvidar lo que hizo. No me refiero a lo que hizo Videla, sino a lo que hizo esta
sociedad. Porque a Videla lo
pidieron. Por más que traten, frenéticamente, de reescribir la historia, usar
las aulas, el cine, los libros, todo lo que tengan a mano..., conmigo no funciona.
Yo estaba ahí y tengo
memoria. Y no me refiero a la memoria de los obreros, líderes sindicales,
soldados, chicos, adolescentes, policías, estudiantes y empresarios asesinados
por la subversión, sino a la memoria de
haber visto a una sociedad entera pidiendo que alguien los rescatara del baño
de sangre "liberador" al
que nos sometían aquellos jóvenes idealistas.
No hay Pacho O'Donell,
Beatriz Sarlo, Forster o Feinmann[2]
que puedan convencerme de lo contrario, porque por más prosa y filosofía que le
metan, yo la vi a nuestra Presidenta
firmando el decreto que pedía aniquilación,
con la aprobación de aquel parlamento, peronistas y no peronistas. Y TODOS éramos bien conscientes de lo
que significaba "aniquilación" en aquellos años de fuego. No se hagan
los boludos, que son patéticos. Que
venga uno de aquellos hoy, a mirarme a los ojos y a decirme que no entendía lo
que estaba pasando y lo que iba a pasar.
Yo lo vi a Balbín
diciendo que ya no era hora de votos
sino de botas. Lo leí en las revistas, lo escuche por la radio, lo leí en
las editoriales de los diarios (todos, no solo La Nación) También en el diario
de Timerman y su hijo, el que hoy es canciller. Era el clamor de la calle. Y no solo en
Barrio Norte (a Barrio Norte llegue bien más tarde, mi infancia y mi
adolescencia son de Villa Martelli y Munro.
Videla no fue un
general al mando de un ejército extranjero de ocupación, ni esto fue la Francia
de 1939. Videla era bien argentino y
nuestro, y vino con los suyos a hacer el trabajo que todos les pedimos. El
problema es que hoy no tenemos los huevos para reconocerlo. Lo enterraron en vida en Marcos Paz para
que no nos recuerde como somos. Para no tener que mirarnos en el espejo.
Hoy se habla del 24 de marzo de 1976 como de un día terrible
pero en el fondo, lo que esta sociedad más quisiera olvidar de aquel 24 de
marzo es el suspiro de alivio, la sensación de esperanza, el sentimiento
generalizado de que llegaba la salvación. Yo
estaba allí, y lo recuerdo perfectamente.
Tal vez Videla mereció
ir a la cárcel. Como soldado, tuvo la responsabilidad del mando y del comando,
y debió pagar por los crímenes de aquellos años. Le toco pelear una guerra y la
peleo, e hizo lo que se esperaba de todo soldado: ganarla. Esa fue su tragedia y la tragedia de este pueblo.
Pero por favor, no me mientan. Ni siquiera lo intenten. Yo
no tengo problemas en mirar al pasado y reconocer como fuimos. Se ve que para
la mayoría, ese es un ejercicio insoportable. Pobre Argentina, un pueblo que desprecia a sus soldados no merece tenerlos.
Mario Carotti
PS: Y por favor no me vengan con que había que juzgarlos y
meterlos en la cárcel. En primer lugar, esto era una guerra, y pregúntenles por
ejemplo a los norteamericanos, que entienden bien cómo es esto de ganar
guerras, de los drones y de Guantánamo (por no mencionar a los dark sites) que
se hace con un combatiente enemigo. En segundo lugar, juzgarlos y meterlos en
la cárcel es exactamente lo que se había logrado hacia 1973, y lo primero que
hizo Cámpora fue dejarlos sueltos a
todos. Lanusse convenció a los suyos
de que ese era un sacrificio aceptable, si conducía hacia la pacificación. Seis meses después esto era un baño de
sangre a manos de los indultados de 1973. El resto es tragedia conocida. Uso el término "tragedia" en su sentido griego, la épica de los hombres
sometidos a un destino inescapable, en manos de dioses que los conducen
invisiblemente.
NOTA: Las
imágenes y negritas no corresponden a la nota original.
[1]
Eduardo Guillermo Feinmann (Buenos
Aires, 31 de octubre de 1958 es un periodista, columnista y abogado argentino.
Es columnista político en el programa de radio El oro y el moro conducido por
Oscar el Negro González Oro, el cual se emite por Radio 10, y asimismo es
conductor del informativo El Diario en el canal C5N. Su estilo confrontativo y
directo lo ha llevado a realizar declaraciones controvertidas.
Feinmann se
autodescribe como de centroderecha y está en contra de la legalización de las
drogas y el aborto, es además reconocido como conservador.
[2]
José Pablo Feinmann (Buenos Aires,
10 de marzo de 1943) es un filósofo, docente, escritor, ensayista, guionista y
conductor de radio y televisión argentino. Reconocido kirchnerista y
cristinista.
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